Capítulo 63.

183 19 11
                                    

Sólo se notaba la tensión en el ambiente.

Su mirada pasaba de uno al otro, necesitaba una explicación y creía que, sin la necesidad de pedirla, ellos se la darían. Pero ya llevaban horas, exactamente igual, y no. Simplemente actuaban como si no pasara nada, aunque era claro que no era así.

—¿Qué les pasa? —se atrevió a preguntar, tanteando el terreno, para asegurarse de que podía entrar en él— Ustedes siempre están haciendo todo juntos, ¿Por qué hoy no están hablando?

—Por nada.

—¡Estoy enojado!

Respondieron al unísono y ambos se miraron, aumentando la incomodidad.

—Bien —intervino—, ¿Me van a contar o..?

—No quise cuidar a Aaliyah aunque él siempre cuida a Alonsito, y se enojó —le mintió la chica—. Lo siento, Richard.

Era claro que eso no era algo por lo cual Richard haría esas cosas, y estaba seguro de que, si no estaban bien, era por aquel contacto de sus bocas en la plaza.

De verdad, deseaba que Richard estuviese enojado por eso, porque eso significaría que él no estaba de acuerdo con "traicionarlo", y eso lo ponía orgulloso.

—Ya Melissa, me da igual.

El ojiverde carraspeó y se pegó más al moreno, tomando su mano suavemente y subiendo sobre su regazo, mientras un intento por marcar territorio, rozaba sus labios.

—Ya cariño, deja de estar molesto con Mel —sonrió coqueto y sintió la respiración del moreno cortarse lentamente, hasta que cerró los ojos—. Yo sé que ha sido grosero de su parte, pero por favor, a veces también se cansa de estar con ambos niños.

Apenas Richard llevó la mano libre a su cintura, juntó sus labios, e instantáneamente la chica se levantó bufando, prácticamente corriendo a encerrarse en su habitación, azotando la puerta de un tirón.

Soltó una risita, esta vez había triunfado en dos cosas. Dejar bien claro que Richard era suyo aún en los peores momentos, y que el chico aceptó sus besos aunque no estaban los niños cerca para aparentar.

Se alejó un poco, pero el moreno volvió a tirar de su cintura para besarlo. Hacía bastante que necesitaba sus labios y, ahora que tenía la oportunidad de tenerlos sobre los suyos, estaba seguro de que no lo soltaría hasta que Erick tuviese que irse de nuevo con su "novio".

Mientras tanto, no perdería tiempo.

—¿De verdad no quiso cuidar a Aali? —preguntó uniendo sus frentes y el moreno asintió.

—Es una de las razones más simples, pero hay muchas cosas más que no estoy seguro de querer decirte.

—¿Por qué? —suspiró— ¿No confías en mí? Sé que ya no somos...

—Sí, lo hago, pero no quiero decirlo por eso mismo —sonrió, besando suavemente su mejilla—. Te quiero ver bien, palito, porque te amo.

Erick rió bajito al escuchar su apodo, aún cuando era raro, no le molestaba, porque sólo Richard se atrevía a decírselo.

—Pero, ¿Esto tiene algo que ver conmigo? —dudó— ¿Acaso te dijo algo de mí?

—Sólo sobre lo de siempre, de nuestra relación fea —dejó escapar un resoplido involuntario, que claramente era porque estaba muy sumergido en una ola de emociones, que en su mayoría, eran negativas—. Dice, que no me quieres nada y que pierdo mi tiempo contigo, siendo que puedo estar con alguien que me...

—Que te valore —lo interrumpió, completando su frase y el pelirrojo asintió, sacándole una leve carcajada—. Bien, tiene razón en que mereces algo mejor que yo... ¿Y quién piensa que puede ser? ¿Alguien como ella?

Rió bajito, aunque Richard se quedó callado porque justo había dado en el clavo. Pronto, el ojiverde entendió que eso era lo que habían hablado aquella vez que los vió y se puso serio.

El chico se aclaro la garganta y, aún incómodo se aventuró a mirarlo a los ojos, cambiando de tema al preguntar:

—¿También tiene razón en eso de que no me quieres?

Negó.

—Todo, menos eso —respondió con una sonrisa y pasó acariciando suavemente con la mano, una de sus mejillas—. Yo siempre, esté donde o con quien esté, te voy a amar como a nadie, porque tú eres especial para mí. Mi alma te reconoce a tí como su dueño, así que aún cuando muera, estoy seguro de que iré hacia tí.

Sonrió ampliamente, pero pronto se escondió en su cuello y, le rompió un poco cuando, con la voz quebrada, le dijo:

—Que suerte a quien sea tu corazón el que reconozca como dueño, porque entonces mientras vivas, tú estarás con él.




























Cortito pero, ya se me está haciendo publicarles un mini maratón.

¡Les amo!❤😍

♡Ristopherdiel🌈

🐒🐈🐥

La noche más fría || Chriserick.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora