La noche más fría || Chriserick.

Capítulo 66.

Joel y Zabdiel esperaban con ansias la noticia que al castaño tanto les costaba darles, parecía feliz pero muy, muy nervioso.

Caminaba de un lado para el otro, pensando en cuál sería la mejor manera posible de comentarles lo que sucedía, aunque no encontraba muchas opciones.

Poco a poco, los chicos comenzaban a desesperarse y la tensión se hizo presente.

—Bien, habla ya —pidió Joel con voz amenazante—. Si no lo haces nos vamos a ir a comer tacos y no te vamos a invitar.

Su gran amenaza surtió efecto. Los ojos de Christopher se abrieron como platos y negó rápidamente, acercándose y sentándose en el sofá frente a ellos.

—Yo... —lo pensó un poco más, tomó un suspiro para calmar su respiración y los miró decidido—, tengo una propuesta.

—¿Para Erick? —preguntó el rubio y él negó— ¿Para nosotros?

—No —se relamió los labios y sonrió, viendo confusión en sus amigos—. Ayer recibí un correo de empresas Love-Ley, y estoy solicitado en París, la propuesta es para mí.

Erick se detuvo ante sus palabras, no quería interrumpir, pero tampoco perderse algo de eso. Se quedó detrás de la pared, cerrando muy lento la puerta.

Dormir ahí hacía las cosas más fáciles.

—Y... ¿Se puede saber qué es Love-Ley y qué tipo de propuesta te hicieron?

Joel estaba interesado pero últimamente no sabía nada de nada ni de nadie, por lo que necesitaba saber varias cosas.

El castaño asintió.

—Como sabrán, mi empresa ha crecido muchísimo en este par de años y la marca se ha vuelto algo grande acá —sonrió—. Sé que recuerdan a Israel Leyva, el chico que venía acá en los días libres de la universidad.

—Tu ex —recordó Zabdiel y el chico rodó los ojos.

—Como sea, veo que sí lo recuerdan —ambos asintieron y pronto él continuó—. Love-Ley es su más grande logro, ha tenido un gran impacto en París, ni siquiera sé por qué no lo saben...

Se quejó y Joel arrugó la nariz.

—Ñaaa... La moda es algo que... —miró al rubio en busca de ayuda y el chico concluyó su idea:

—No nos importa, si te apoyamos a tí es porque eres nuestro amigo, pero no conocemos a nadie más de esa industria.

—No sé si reírme o llorar.

—Mejor termina tu noticia —Joel le guiñó el ojo e hizo bombita el chicle que comía.

Christopher suspiró y asintió, acomodándose mejor en su lugar.

—Bueno, siendo que nos conocemos muy bien y tenemos un lazo muy fuerte, además que nuestras empresas están creciendo bastante y muy rápido, él me ha propuesto hacer una gala en colaboración, para mostrar una nueva línea... —sonrió—. Pero para eso debo irme a París por unos meses.

—¿Y qué pasaría con tu empresa?

—Para eso están los socios, y principalmente Jonathan, que quedaría a cargo en mi ausencia, no tengo de qué preocuparme.

El silencio inundó la habitación y pronto, Joel frunció el entrecejo, entendía que era una oportunidad de oro para su amigo pero no estaba seguro de lo que pasaría en base a eso. O más bien, como consecuencia.

—¿Y aceptaste?

—Sí, es una gran oportunidad para levantarme mucho más. Mi empresa va a crecer y ser socios nos traerá mucho por las bocas de todos —sonrió comenzando a emocionarse  de nuevo—. Y volver a ver a Israel me encantaría —admitió—, sería tan...