Capítulo 20 ''¿Dónde está?''

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LILLY NARRA:

La actitud de este chico me daba dolor de cabeza. Después de lo ocurrido anoche no iba a dejar que intentara ligar conmigo como si no hubiese pasado nada, no iba a permitir que se creyera que yo era como las demás chicas a las que ha conquistado hasta tenerlas en su cama. Yo no era como ellas. No iba a negar que tenía un físico de infarto pero la forma en la que se comportaba no me gustaba nada. Me había pasado toda la noche analizando la pelea, aún no había hablado con Connor desde lo ocurrido y estaba preocupada por él después de que la última vez que lo viera hubiese sido cuando Harry le dejó inconsciente. Al llegar a casa lo primero que hice fue dejarle un mensaje preguntándole cómo estaba. No le culparía si no quería volver a hablarme o a saber nada de mi pero sin embargo aún seguía esperando su respuesta, al fin y al cabo yi no tenía la culpa, fue Harry. Media hora después y su mensaje seguía sin llegar, algo que era raro en él aunque decidí no insistirle. Anna me llamó para ir a dar un paseo, la verdad que me apetecía quedar con ella así que acepté y en menos de una hora ya estaba lista. Quedamos en una cafetería cercana pero cuando llegué aunque no estaba. Me senté y la esperaba, miré mi móvil un par de veces y solo tenía algunos mensajes de mi compañía telefónica anunciándome nuevas ofertas, nada interesante. Pasados unos diez minutos, Anna entró por la puerta, me vio y se sentó frente a mi.

''Lo siento, había mucho tráfico en la avenida'' Respiraba agitada e hizo un gesto para llamar a la camarera que vino enseguida. Pedimos unos frapuccinos y algunas rosquillas para combatir el hambre, como siempre solíamos hacer cuando veníamos aquí juntas.

''¿Por qué has venido en coche? Con andar unos quince minutos desde tu casa llegabas bien''

''No vengo desde mi casa exactamente'' La chica llegó con los pedidos y nos sonrió antes de volver de nuevo a la barra. 

''¿Entonces de dónde vienes?''

''Vengo de casa de Austin, quería que le llevara unos apuntes de biología'' Bebió de su taza y sonreí.

''Así que Austin'' Le di una pequeña patada amistosa por debajo de la mesa y reí.

''No hay nada entre Austin y yo, ya te lo he dicho, además a él le gusta otra chica, Gemma sabe que es verdad'' Reí de nuevo por su tono de voz, parecía molesta y me encantaba picarla.

''Está bien, tranquila'' Reí. ''Por cierto, ¿por qué Gemma no viene con nosotras nunca?'' Lo cierto era que no había salido con ella desde aquella vez que fuimos al cine. Aquella vez en la que Harry y yo casi nos besamos. Tenía que intentar borrar eso de mis pensamientos.

''Siempre me dice que está ocupada con sus estudios, no creo que le guste mucho salir'' Acabamos nuestros batidos y volvimos de nuevo al coche de Anna, un precioso Volkswagen Golf en plateado, herencia de su querido hermano cuando este se fue a la universidad y optó por comprarse un nuevo auto. En cuanto nos sentamos, Anna puso la música a un buen volumen y abrió las ventanillas. Maroon 5 sonaba y cantábamos la canción mientras reíamos. Una cálida brisa nos daba en la cara aunque estuviéramos a principios de octubre. Condució su coche por toda la avenida principal trasladándonos al centro comercial en cuestión de minutos. Estaba hasta arriba, apenas había un sitio libre en el estacionamiento. Tenía mis cinco sentidos puestos a ver si pillaba alguno pero me parecía prácticamente imposible, o eso creía, encontré uno justo al lado de la entrada y lo señalé para que Anna lo viese, había sido pura suerte. En cuanto aparcamos el coche, entramos en el centro. Mi primera impresión fue que parecía que el recinto fuera a estallar. Había muchísima gente y bastante jaleo, algo que me agobiaba y no me gustaba ni lo más mínimo. Fuimos directas a una tienda de cosméticos y compramos un par de sombras de ojos de tonos pastel. Dimos algunas vueltas por las tiendas pero con tanta gente no se podía mirar bien. Mi móvil vibró y tenía un nuevo mensaje en el buzón de entrada. Lo abrí y era de Connor. Lo leí y me sorprendí con su contenido.

''Quiero quedar contigo esta noche en Danny's, al lado de la primera gasolinera, se come genial y pasaremos un buen rato. Te espero a las ocho xx''

Era raro que después de que anoche casi acabara muerto, quería seguir quedando conmigo exponiéndose a lo que eso suponía: si Harry se enterara no se lo perdonaría. Ya estaba demasiado molesto con haberlo encontrado la noche anterior besándose conmigo. Aún no entendía el problema que había en eso, ¿qué le importaba lo que Connor y yo hiciésemos con nuestras vidas? Ya éramos lo bastante adultos como para saber que está bien y que está mal. Sin pensármelo dos veces acepté la invitación. Tal vez quisiera hablar conmigo sobre lo ocurrido anoche y por mi estaba encantada siempre y cuando no se enfadara conmigo y lo único que quisiera era arreglarlo todo. El día transcurrió rápido, después de un almuerzo en McDonald's y unos vistazos a algunas tiendas, dimos por concluida la visita al centro comercial por hoy. Anna me llevó a casa y dejé las bolsas de compra sobre la mesa de la cocina. Cogí ropa interior limpia y me fui a la ducha. Me metí y dejé que el agua caliente cayera sobre mi piel en una sensación relajante. Después de aplicar champú y acondicionador a mi cabello, salí. Envolví una toalla en mi cuerpo e hice lo mismo con otra de menos tamaño para mi pelo. Miré el reloj y eran las seis y media. Solté la toalla de mi cabello y empecé a desenredar con el peine y a secarlo dejando algunos rizos naturales, no tenía ganas de alisarlo y los rizos le daba un toque informal pero maduro y elegante. Fui al armario y saqué una blusa azul que compré en mi última visita a Manchester con el instituto, un recorrido para ver la ciudad y una gran ocasión para entrar en aquellas tiendas tan bonitas que había por allí. Cogí unos jeans negros y los complementé con unas sandalias del mismo color. En una hora estaba lista y me sobraban treinta minutos. No sabía si esperar a que viniera a recogerme o ir directamente hacia allí. Volví a leer el mensaje, no decía nada de que pasaría a buscarme así que cogí mis llaves y una chaqueta y me puse en camino. No estaba cerca si iba a pie pero no tenía otro remedio, aún me sobraba media hora y así hacía tiempo para llegar hasta allí. Caminé unos veinte minutos hasta que vi un gran letrero reluciente ''Danny's'' en la acera de enfrente. Nunca había estado por aquí, no parecía mucho de mi estilo, un bar de carretera lleno de motoristas, aunque si Connor me había invitado a venir aquí será porque está bien. Crucé y aún no había nadie esperando fuera. Eché un breve vistazo dentro pero no vi nada más que chicos riendo con cervezas en sus manos y chicas sobre ellos. Miré el reloj y eran las nueve menos cinco. Miraba a mi alrededor, la verdad que el ambiente parecía bastante alegre y eso era exactamente lo que necesitábamos. Casi todas las mesas estaban ocupadas y había música ambiental por lo bajo, nada de música fuerte que te rompían los tímpanos. Este sitio era agradable después de todo. Los minutos pasaban y Connor no llegaba. Ya eran más de las nueve y no había ningún rastro de él, era bastante raro. ¿Dónde está? Había tres opciones: o llegaba tarde, o se había olvidado de mi o todo esto de la cita era una mentira.

DangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora