HARRY NARRA.
Después de dejar a Lilly me fui a casa, no sin antes observarla un rato por la ventana. Me alegro que hubiera sido yo quien la haya visto cambiándose y no cualquier otro tío que pasase por allí en ese momento de lo contrario me hubiera puesto de los nervios. Me metí en la cama y dejé que el sueño me venciera. Juraría que había dejado mi móvil en silencio pero al parecer no ya que el sonido de una llamada me despertó. Gruñí y miré el reloj, apenas eran las cinco de la mañana, ¿quién coño llamaba a estas horas? Cuando fui a cogerlo la llamada se cortó y maldecí en voz baja. Miré la pantalla de mi teléfono y era un número desconocido. Esperé por si volvía a llamar y de nuevo ese número apareció en mi pantalla. Lo cogí.
''¿Quién demonios eres?''
''Hola Styles, siento despertarte pero es algo importante'' Una voz masculina sonaba desde el otro lado de la línea, una voz poco familiar, bastante grave y pude notar que estaba sonriendo.
''Pues venga, dilo''
''Solo decirte que tengas cuidado, no voy a hacerte daño a ti pero sí a la gente que quieres'' Fruncí el ceño, no me sonaba nada su voz.
''¿Quién eres?'' Antes de que este pudiera contestar, la llamada finalizó. Miré la pantalla del móvil por unos segundos, ese desgraciado había colgado. ¿Qué quería decir con que tuviera cuidado? ¿La gente que quiero? No es que yo quisiera a mucha gente pero si esto era una broma no me hacía ni puta gracia. Volví a mirar el reloj, las 5:13 de la mañana. En menos de dos horas tendría que levantarme para ir al jodido instituto. Me levanté y bajé a la cocina a beber un vaso de agua. Todo estaba oscuro y solo se escuchaba el tic tac de las agujas del viejo reloj que la tía Morgan le regaló a mamá antes de que se fuera. Subí las escaleras en silencio para no despertar a Gemma y de paso eché un vistazo a su habitación. Abrí con cuidado su puerta y vi que estaba durmiendo tranquilamente. Sonreí un poco y recordé la llamada. ''No voy a hacerte daño a ti pero sí a la gente que quieres''. Como le hicieran algo a ella iba a matar a quien fuera. de la manera más violenta que se me ocurriese. Volví a cerrar su puerta lentamente y me fui a mi habitación. Me metí en la cama y me dormí antes de que el maldito despertador sonara de nuevo.
LILLY NARRA.
Mi despertador sonó. Me giré para pararlo y me di cuenta que solo eran las 6:47 de la mañana. Estiré mi cuerpo y me froté los ojos antes de levantarme y bajar a desayunar. Cogí un conjunto de ropa interior limpia y me metí en la ducha dejando que el potente chorro de agua caliente despertara y relajara cada uno de los músculos de mi cuerpo. Después de unos quince minutos, volví a mi habitación y abrí el armario para sacar unos jeans azules y una camiseta blanca con algunos estampados floridos. Recogí mi cabello en una cola alta, cogí mi bolsa y caminé hacia el instituto. Me reuní con Anna en la cafetería y estuvimos repasando para un examen de Química a tercera hora. El timbre de la primera clase sonó y la gente de los pasillos corrían para entrar a tiempo. Me abrí paso entre la gente y pude entrar por fin en el aula. No quedaba ningún sitio en primera fila y me regañé mentalmente por no haber llegado antes. Tampoco en segunda ni en tercera, el único asiento libre era en la última fila, genial, hoy no vería nada. Puse mis cosas sobre la mesa y me senté mirando a la gente de la sala. Veía pocos rostros conocidos, con la mayoría no había hablado en mi vida en cambio conocía a un par de personas de clases anteriores. Al cabo de unos minutos, una chica morena se sentó a mi lado. Había visto su cara en fiestas del instituto como el día de Halloween, San Valentín o alguna que otra celebración. Le sonreí pero al ver que no me devolvía la sonrisa seguí mirando hacia delante. El profesor empezó con la lección y toda mi atención fue dirigida a él. O al menos el ochenta por ciento de ella, el otro veinte se centraba en recordar los sucesos de anoche, Harry y yo besándonos. Nunca imaginé que esto pasaría pero la verdad que me gustó esa sensación. El resto de la clase transcurrió normal, tomé apuntes de lo más importante y al acabar la clase guardé todas las cosas. Salí directa al pasillo, me paré en la máquina expendedora y metí una moneda para que, dos segundos más tarde, un paquete de chicles de sabor a menta saliera por el tubo. Lo cogí, me metí uno en la boca y guardé el resto en el bolsillo de mi pantalón. Miré mi reloj y habían pasado dos minutos desde que el timbre de la siguiente clase sonó y ni siquiera me había dado cuenta. Fui literalmente corriendo por los pasillos y subí las escaleras a toda prisa para entrar en el laboratorio. Entré y di gracias a Dios que la clase aún no había comenzado pero el señor Crawford estaba sentado detrás de su mesa. Eché un vistazo a la sala y todos los asientos de las primeras filas estaban ya ocupados por lo que eso significaba que tenía que ponerme al final de la clase, otra vez.
''Señorita Adams tome asiento para empezar la clase'' El profesor se levantó y se colocó bien sus gafas. Asentí rápidamente y miraba los asientos. El único libre era en penúltima fila pero el corazón se me detuvo al ver quién sería mi compañero de mesa. Harry me miró por un momento antes de mirar hacia delante sonriente, pero no era una sonrisa amistosa, era más bien una sonrisa de ''No hay más sitio y vas a tener que sentarte a mi lado, es lo que hay''. Sin más, dejé mi maleta junto al asiento y me senté. No le miré pero notaba que él si lo hacía y era motivo suficiente para que me pusiese nerviosa. El señor Crawford y su explicación sobre el descubrimiento de América empezó y tomaba algunos apuntes sobre algunos nombres, fechas y lugares importantes. Cuando este se giró para apuntar algunas anotaciones en la pizarra, Harry soltó una risa por lo bajo y le miré para ver de que se trataba.
''Me parece increíble que se de tanta importancia a ese tal Cristóbal Colón'' Sus piernas estaban estiradas y su cuerpo apoyado en el respaldo de su silla. Tenía los brazos cruzados y al echar un vistazo a su papel pude comprobar que estaba en blanco y no había apuntado nada, ni una miserable fecha.
''Es lógico, es el descubridor de América'' Susurré y Harry se encogió de hombros.
''¿Y? El otro día descubrí una discoteca genial en Dean Street y no por ello se habla de mi en los libros'' Alcé una ceja, estaría de broma, ¿no? Le miré pero por el modo en el que lo dijo comprendí que desgraciadamente lo decía en serio.
''No vayas a comparar una discoteca con América'' Susurré irritada y soltó otra risa.
''Colón debería de tener una vida muy aburrida y por eso se fue a descubrir nuevas tierras'' El profesor tosió en señal de que los murmullos cesaran pero no pude callarme ante sus comentarios.
''Si no lo hubiera hecho, ahora mismo no tendrías ese reloj, esa marca es americana'' Lo señalé con la mirada y sonreí con suficiencia pero él se quedó tan normal.
''Pues me hubiese comprado otro'' Sonrió con indiferencia, algo que me mataba.
''Ni esos pantalones seguramente''
''Hay millones de pantalones y no todos son fabricados en América'' Volvió a sonreír y me di por vencida, discutir con él era imposible. No le hice más caso en lo que quedaba de clase. A veces le miraba de reojo para descubrir que estaba distraído. Mis pensamientos volvían a viajar a la noche anterior y ahora más que antes ya que él estaba cerca. Cada vez que volvía a pensar en eso me entraba un escalofrío por todo el cuerpo. Sabía que eso estaba mal, que debía alejarme de él cuanto antes pero era una sensación que no podía evitar. El timbré sonó y todos salieron disparados al pasillo para tener cinco minutos de descanso antes de que la siguiente clase empezara. Me quedé recogiendo mis cosas bajo la atenta mirada de Harry sobre mi.
''¿Te das cuenta de que hasta que no te quites no puedo pasar?'' Podría habérmelo pedido de otro modo pero conociéndole ese era su modo amable de decir que me quitara, el otro sería con violencia, algo que no lo pondría en praćtica con una chica. Para no hablar más con él, me eché para un lado y este me sonrió victorioso mientras pasaba y se dirigía al pasillo al igual que el resto de la clase, dejándome sola en el aula con mis pensamientos perdidos en la noche anterior. Me pareció raro que Harry no mencionara nada de aquello pero por otra parte lo agradecí ya que me había ahorrado pasar un incómodo momento sobre el beso. O puede que no le importara y por eso no había hecho ningún comentario al respecto, en ese caso, ¿debería preocuparme? Harry se ha besado con más chicas de las que hay en el instituto y probablemente muchas de ellas besen mejor que yo así que tal vez no le hubiera gustado el beso. Estaba empezando a parecer loca con todo este tema y por más que quería borrarlo de mi cabeza y hacerlo desaparecer, era prácticamente imposible, Harry se había metido en mi vida de una manera en la que no podía sacarlo por mucho que lo intentaría y era muy frustrante; quería que desapareciera de mi vida pero una pequeña parte de mi no quería que lo hiciese. ¿Qué está haciendo conmigo? Todo era tan confuso que me encontraba a mi misma peleándome contra mis propios pensamientos. Decidí revisar por última vez los apuntes de Química antes del examen para así mantener mi mente ocupada por unos segundos. El timbre sonó de nuevo y salí al pasillo hasta la clase mientras miraba una vez más como Harry se alejaba y se dispersaba entre la gente.
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Danger
FanfictionUn pasado oscuro del que olvidarse atormentará a Lilly hasta que se cruza con el grosero e insoportable de Harry Styles con el que tendrá más cosas en común de los que ambos imaginan.