Capítulo 41 ''El mensaje''

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LILLY NARRA.

Todo el comité de fiestas del instituto estaba organizando lo que sería una noche genial. Me ofrecí voluntaria para ayudar en los preparativos y eso hice, en cuanto llegué con lo que faltaba empecé a preparar todo. Intenté convencer a Harry para que ayudara y eso hizo, llenamos los globos y los repartimos por todo el salón de actos. Recortamos murciélagos negros y cosas relacionadas con el terror y lo pusimos por las paredes y el suelo de la sala. Al cabo de una hora de preparativos regresamos a casa dejando aún muchas cosas por preparar. La fiesta empezaba en tres horas y tenía que preparar mi disfraz de Halloween. Llegué a casa y busqué por todos sitios algo que me sirviera. En cuestión de minutos mi cama estaba hasta arriba de ropa a causa de vaciar todo mi armario en busca de algo que pudiera usar como disfraz. Un vestido negro es lo único que conseguí. Me senté frente al tocador y aunque no era una maquilladora excelente, intenté hacer todo lo posible. Apliqué una capa de maquillaje algo pálido y pinté mis labios de un rojo intenso, más bien parecido al negro si lo veías desde lejos. Maquillé mis ojos totalmente de negros lo que hacía que resaltaran un poco y se vieran más grandes. Recordé la fiesta de Halloween que fui cuando estaba en sexto de primaria y busqué por todos lados mis colmillos de vampiro. Me los puse y retoqué por debajo de mis labios con un poco de rojo para simular la sangre. Dejé mi pelo completamente alisado y con algunas mechas postizas de color rojizo. Llamé a Anna para avisarle de que ya estaba lista y me recogió para ir juntas a la fiesta. Todo estaba lleno, apenas había mucha iluminación pero algunos focos de colores iluminaban la pista del salón de actos. La decoración era espectacular, telarañas colgando por todos sitios, humo de olores frutales saliendo de calderas, refresco de cereza de color rojo simulando sangre, manchas por las paredes, calaveras, esqueletos, de todo. Era difícil distinguir a la gente del instituto con tantos disfraces y poca falta de iluminación no ayudaba mucho. Brujas, zombies, monstruos y miles de disfraces originales estaban repartidos por toda la sala. Thriller de Michael Jackson estaba sonando y todos bailaban como locos en la pista la famosa coreografía. Fui a la barra con a y nos dieron uno de esos refrescos rojos gratuito como entrada a la fiesta. Miraba a la gente bailar mientras seguía el ritmo con mi pie golpeando en el suelo. Anna iba con un camisón blanco aunque con algunas manchas de pintura como si fuera sangre, todo el maquillaje corrido y un pequeño hacha atravesando su cabeza. Aún así se veía preciosa, le quedaba genial. No paraba de llegar gente a la fiesta y cada vez era más difícil reconocer a alguien. Un chico llegó y sacó a Anna a bailar a la pista. Sin dudarlo ella sonrió y aceptó la propuesta. Ambos bailaban al ritmo de la música y reían. Terminé mi bebida y salí fuera un rato para que me diera el aire. La noche estaba fría pero sin ninguna nube en el cielo por lo que las estrellas y la gran luna llena eran perfectamente visibles. Fui por los pasillos para ver la decoración de esa zona. Había poca gente por aquí, la mayoría parejas buscando un lugar más tranquilo para darse el lote. Todas las taquillas estaban cubiertas de telarañas y mensajes amenazantes, se habían tomado muy en serio esto de Halloween este año. Por el pasillo donde se encontraba mi taquilla estaba sola y todo estaba en silencio lo que hacía que, junto con toda la decoración, diera un aire bastante terrorífico.

''Bu'' El corazón se me encogió y me contuve la respiración por no soltar un grito ahí en medio. Me giré asustada y vi a Harry sonriéndome a un metro de mi. Cerré los ojos y dejé escapar un largo suspiro de alivio por lo que este soltó una carcajada.

''No es divertido''

''Lo es para mi'' Me miró de arriba a abajo deteniéndose a cada centímetro de mi cuerpo y me sentía observada, como si me estuviera desnudando solo con la mirada y era una sensación bastante incómoda. ''Parece que hemos coincidido en esta mierda del disfraz'' Sonrió y le miré. Unos tejanos negros ajustados, camisa negra, una especie de capa del mismo color y unos colmillos falsos al igual que los mios, con sangre en sus labios al igual que yo hice. No dije nada pero estaba demasiado precioso, el color negro y sus cabellos cayendo por su rostro resaltaban sus profundos ojos verdes.

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