Danger

Capítulo 24 ''El amor da asco''

HARRY NARRA.

La cabeza iba a explotarme si me quedaba un minuto más allí dentro. No me importaba nada esa mierda de América, Colón o quiénes fueran sus acompañantes, no había necesidad de darle más vuelta al asunto debido a que América ya lo han descubierto, no me importa quién, como, cuando y cosas innecesarias. Salí al pasillo para que me diera el aire pero con tanta gente era prácticamente imposible por lo que me fui al patio. Me la sudaba si me perdía la siguiente clase, total, no estaba interesado en aprender Economía.Todos se metieron a sus clases cuando la campana sonó y me quedé sentado en los escalones del patio trasero con mi móvil. No había nada interesante que hacer así que me puse a escuchar un poco de música. Me dejé caer en una columna y estiré mis piernas. El viento fresco me daba en la cara y se sentía genial, mucho mejor que estar en clase escuchando aburridas lecciones de profesores amargados. El móvil me vibró y al desbloquearlo tuve un mensaje de número desconocido.

''No te olvides estar alerta''.

Apreté el puño furioso, o esto era una puta broma o me estaban amenazando y en ambos casos me jodía. Si encontraba a quien me manda estos mensajes iba a estampar su cara contra la pared. hasta dejarle sin conciencia. No respondí y me guardé el móvil. Miré a mi alrededor para asegurarme de que ese tío no estuviera cerca de mi. No había nadie, estaba completamente solo mientras los demás seguían tomando apuntes en las aburridas lecciones de Economía o cualquier otra asignatura. El resto de la mañana pasó lento, intenté saltarme las últimas clases pero no tuve éxito y tuve que tragarme las explicaciones. La campana sonó y las clases acabaron por hoy, lo que significaba que podíamos irnos a casa. Decidí esperar a Gemma en la entrada así que me apoyé en el muro de la puerta y me crucé de brazos mirando por si la encontraba. Multitud de gente pasaba por mi lado pero con el máximo cuidado de no empujarme o hacer algo que me molestara.

Así me gusta.

El grupo de amigos del maldito de Connor estaban a menos de cuatro metros de mi pero a juzgar por sus caras aún no me habían visto. Podía oír con claridad algunas frases de su conversación pero no le daba importancia ya que hablaban sobre unos partidos de fútbol americano, algo que no me llama la atención ni me gusta. Giraron su mirada hacia a mi y dejaron de reír mientras le lancé una mirada amenazante. Pasaron de largo y se fueron de allí. ¿Dónde coño se había metido Gemma? Suspiré molesto por su tardanza mientras todo el mundo se dirigía ya a casa. Un grupo de chicas vinieron hacia a mi y no pude apartar la mirada de ellas. Altas y delgadas, algunas con cabellos dorados cayendo por sus hombros, todas vestidas con faldas o pantalones demasiados cortos que le estilizaban sus cuerpos de infarto.

''Hola Harry'' Una de ellas dio un paso más que las demás y me sonrió. Le sonreí como respuesta. ''¿Esperas a alguien? No sabía que tuvieras novia'' Se encogió de hombros haciéndose la inocente, algo que no era ni de lejos. Me había tirado a esta chica hace unos meses en un club nocturno. Volví a llamarla dos semanas más tarde para volver a repetir la experiencia, por lo que tenía que sentirse orgullosa ya que fue de las pocas veces que repetí con una chica. Aunque solo fue por pura diversión. Como siempre.

''Sí, espero a mi hermana'' Dije en tono firme y su sonrisa creció.

''Oh, en ese caso me alegro saber que no sales con nadie, no por nada, simplemente llevo mucho tiempo detrás tuya...'' Me sonrió. Al fin y al cabo, ella también busca lo mismo, otra noche conmigo., nada serio, solo un polvo. Detrás de ellas vi a Lilly. Sonreí y me aparté de esas chicas para llegar hasta ella. Su sonrisa de esfumó al verme y reí por dentro. Me encantaría poder saber lo que piensa cuando me ve ya que su expresión siembre cambia cuando estoy cerca. Su amiga alzó una ceja extrañada y no pude evitar soltar una pequeña risa.