LILLY NARRA.
Después de la fiesta de anoche tenía un dolor de cabeza enorme. Todo me daba vueltas y tenía fatiga, no es que bebiera mucho pero el alcohol siempre causa un mal efecto en mí por eso no bebía más de dos copas siempre que salía de fiesta. La pelea con Harry aún seguía dando vueltas por mi cabeza, no conseguía llegar a entender como pudo haberse hecho pasar por Connor mediante mensajes de texto, todo para hacerme quedar como una estúpida.
Hoy no tenía clases pero hacía un día muy malo como para salir. El mes de noviembre había entrado y el frío y la lluvia se notaba más en esta época del año. Hice varios intentos por levantarme de la cama pero al final me quedé como unos veinte minutos más allí tumbada sin pensar en nada, sólo escuchando el sonido de la lluvia golpear contra mi ventana. Miré mi reloj, las nueve de la mañana. Estiré todo mi cuerpo antes de levantarme y dirigirme al baño. Me aseé y lavé mi cara. Tenía grandes marcas bajo los ojos, una prueba que demostraba que no había descansado lo suficiente. El maquillaje estaba expandido por los párpados aún, se me había olvidado quitarmelo anoche cuando llegué y ahora parecía un mapache. Cogí una toallita y dejé mi cara limpia de maquillaje. Recogí mi cabello en una trenza y bajé a la cocina a preparar el desayuno. Eché un vistazo al cielo y seguía igual de oscuro y cerrado que antes. Metí un par de tostadas en la tostadora y calenté una taza de leche caliente. Después de desayunar mientras veía los informativos de la mañana, subí de nuevo a mi habitación. Miré mi móvil y no tenía ningún mensaje de Harry, lo que era raro. No sabía si me alegraba el hecho de que no me hubiese escrito o si me molestaba. En su lugar tenía uno de Connor: ''El día está malo así que no podemos salir, ¿qué te parece si vienes a casa a ver una película esta tarde?'' Barajé las opciones que tenía, quedarme en casa todo el día aburrida viendo como no dejaba de llover o ir a casa de Connor y pasar la tarde allí. Obviamente me quedé con la segunda opción, podría pasarlo bien.
Aún quedaba bastante tiempo para ir así que me puse a ordenar un poco mi habitación. Desde que el instituto había empezado tenía todo los papeles por medio y más bien parecía una leonera. Era un milagro encontrar mi cama con tantos apuntes, carpetas y cosas innecesarias tiradas por ahí. La mitad de las cosas ni me servían así que cuando acabé el cuarto parecía ser otro diferente. El resto del día pasó relativamente rápido. Había quedado con Connor en una hora así que me metí en la ducha para hacer desaparecer el frío que se había apoderado de mi cuerpo. Noté como mis músculos se relajaban bajo el contacto del agua caliente, podría pasarme aquí todo el día. Al salir estaba como nueva, como si el frío que hacía hubiese desaparecido. Fui hasta mi habitación y abrí el armario. Cogí un jersey de lana amarillo y unos tejanos. Me calcé unas botas marrones y terminé de vestirme con un abrigo marrón, guantes, gorro de lana y bufanda. Seguía lloviendo así que esperé que escampara un poco pero me temo que iba a tener que mojarme mientras caminaba bajo la lluvia. El sonido de un claxón me llenó de esperanzas y eché un vistazo fuera a través de la ventana.
Era el coche de Connor aparcado frente a mi casa.
Sonreí ampliamente y cogí mis llaves antes de salir. Al abrir la puerta él estaba parado frente a mi, a menos de un metro de distancia. No me lo esperaba para nada por lo que solté un risa nerviosa.
''Buenas tardes Lilly'' Sonrió y le devolví la sonrisa. Venía bajo un paraguas de color azul pero aún así algunas gotas de lluvia caían de su pelo.
''Hola Connor'' Me ofreció su mano y puse la mía sobre la suya. Me metí bajo el paraguas con él y cerré la puerta con llave. Este puso su mano en mi espalda para mantenerme cerca de él mientras me guiaba hasta su coche. Una vez dentro el frío fue sustituido por una agradable brisa cálida del calefactor. Mis dedos estaban congelados bajo mis guantes y me los quité para notar el calor en las manos. Connor se montó y suspiró placentero cuando cerró la puerta y el frío y la lluvia quedaban fuera. Encendió la radio y The Fray sonaba. Era una balada y se sentía bien escucharla mientras se observaba la lluvia desde la ventana. El coche arrancó y las calles se movían a través del cristal. No era muy tarde pero todo estaba oscuro ahí fuera. Tardamos unos veinte minutos en llegar a su casa y aparcó el coche dentro del garaje con la suerte de que no teníamos que mojarnos al salir. Entramos al salón y miré a mi alrededor. Si su casa era enorme por fuera, por dentro aún lo era más. La decoración era preciosa, era raro que Connor viviese sólo en este sitio tan grande. Me quitó el abrigo con un gesto caballeroso y lo dejó en la silla después de ofrecerme una sonrisa. El sofá parecía bastante cómodo pero al probarlo superó mis expectativas, era como estar en el cielo. Connor se sentó a mi lado quitando los numerosos cojines que había entre nosotros para llegar hasta a mi.
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Danger
أدب الهواةUn pasado oscuro del que olvidarse atormentará a Lilly hasta que se cruza con el grosero e insoportable de Harry Styles con el que tendrá más cosas en común de los que ambos imaginan.