Danger

Capítulo 11 "¿Qué me estaba pasando?"

HARRY NARRA.

Nathalie me llamó esta mañana, me dijo de quedar y la verdad que no iba a negarme a eso. La bolera es un sitio ridículo pero me insistió tanto que estuve por decirle que la dejaba sola pero accedí a venir para que se callara la boca de una maldita vez. Solo tiré una vez y derribé todos, todo lo contrario a ella que apenas derribó dos miserables bolos. No se por qué tanta ilusión en venir si hasta un crío de cuatro años juega mejor que ella. Una chica morena tiró y no lo hizo nada mal, todos le silbaban y la halagaban, hasta voces del fondo. Me giré para ver quienes eran. Al verlos apreté el puño furioso. ¿Qué coño hacía Connor con ella? Lilly no sabía quien era él, no sabía que este tío era agresivo, molesto, inútil, un desgraciado y un gilipollas. No era el más indicado para decirlo pero Connor no podía estar cerca de ella después de lo que pasó en la fiesta. Ella no sabe que esos chicos que estuvieron apunto de violarla, o lo que querían que fueran a hacerle, eran amigos de Connor. Es tan jodidamente inocente que nunca se da cuenta del peligro, solo si se trata de mi. Les miraba con rabia, Connor estaba riendo y sonriéndole, ¿este tío es gilipollas? Le está mintiendo en su cara y ni siquiera se da cuenta, espabila de una puta vez joder. Nathalie me sacó de mis pensamientos poniendo sus manos en mi cintura y haciendo movimientos con sus caderas al ritmo de la música. Estaba sexy, muy sexy joder, si no fuera por que había mucha gente, me la tiraba aquí en medio. Me mordí el labio y la miraba de arriba a abajo.

"Si quieres después puedes venir a casa, hace tiempo que no vienes"

Susurró sensualmente cerca de mi mientras se movía y noté como el bulto de mi entrepierna creció notablemente. Asentí como pude y dejé una marca en su cuello succionando un poco de su piel. Mierda me estaba distrayendo de Connor y Lilly, volví a mirarlos y seguían juntos. Esperaba que él me mirara para advertirle con la mirada que se alejara de ella pero su mirada estaba tan centrada en Lilly que ni miraba a su alrededor. Me estaba cabreando y como Harry se enfade no va a pasar nada bueno. Nathalie siguió intentando llamar mi atención y me cogió la mano en dirección a la puerta, probablemente para llevarme a su casa. Me paré en seco, hoy no, ahora no. Volví a mirar, la mano de Connor acercándose a la de ella, tenía que intervenir. Cogí una bola para tirar, llamé la atención de todos, que yo lanzara era algo nuevo. La gente tenía un gran respeto sobre mi y abrieron un gran sitio entre ellos para que yo tuviera espacio. Todos dejaron de hablar y me observaban. Di unos pasos hacia atrás antes de lanzar y cuando tiré derribé todos los bolos. Todos me aplaudían y Nathalie vino corriendo a abrazarme. Que pesada, me estaba poniendo de los putos nervios. No le devolví el abrazo y miré a Connor. Me sonrió, pero era una sonrisa de venganza. Lilly también me estaba mirando pero no podía descifrar exactamente como era su mirada. Miré amenazante a Connor pero ni se inmutó, pasó su brazo por la cintura de ella. ¿Qué cojones? ¿Me estaba jodiendo? Volvió a mirarme con esa sonrisa de imbécil que le caracteriza y la sangre estaba ardiendo por mis venas. Vi como le decía algo en el oído y ella asintió. Ambos se despidieron de la chica morena y se fueron de la sala. Genial, ahora se iban. Después de un rato pensando que hacer para que ese tío la dejara en paz decidí seguirlos. Les había perdido de vista así que tuve que darme prisa para alcanzarlos. Ahí estaban, a la entrada del centro comercial. Estaban hablando y riendo, parece que ella se lo estaba pasando bien, que inocente era. Recorrieron un largo camino y no tuve más remedio que seguirlos. No sabía a dónde se dirigían pero por las calles supe que iba a dejarla en su casa. Sólo a acompañarla, Connor no iba a entrar con ella, al menos si yo estaba cerca y podía impedir eso. Llegaron a la puerta de su casa y se despidieron. Connor le dio un beso en la mejilla, como siguiera así le iba a partir la cara. ¿Qué me estaba pasando? Era una sensación indescriptible, no sabía que me pasaba pero la sangre me estaba quemando y tenía ganas de matarle como se siguiera viendo con ella. En cuanto Lilly cerró la puerta, esperé a que ese desgraciado diera la vuelta a la esquina y se cruzara conmigo. Así hizo. Su expresión era claramente de asombro cuando me vio y se paró en seco. Le miraba fijamente, no sabía donde se había metido.

"Ya me puedes estar explicando qué coño hacías con ella." Apreté el puño para intentar controlarme y él soltó una carcajada antes de hablar. Gilipollas.

"¿No puedo estar con ella pero tú si puedes follarte a una nueva cada noche?" Harry contrólate, aguanta las ganas de estamparle la cara contra la pared.

"Pues no, con ella no puedes"

"¿Por qué? ¿Estás celoso o algo?" Se rió en un tono irónico que hizo que no pudiera aguantar más, llevé mi puño a su mandíbula tan fuerte como pude. Se quejó e intentó hacer lo mismo conmigo pero le paré antes de que lo hiciera y le di otro. Casi perdía el equilibrio mientras seguía conectando mi puño con su cara sin piedad. Mis manos ya estaban de nuevo ensangrentadas y mis nudillos heridos. Me levanté antes de que alguien nos viera y llamara a la policía, lo que me faltaba era acabar en la cárcel por culpa de este desgraciado. Sacudí mis manos.

"Solo te digo que no vuelvas a acercarte a ella en tu puta vida" Escupí y me fui de camino a casa. Tendría que volver con Gemma y me esperaban las típicas preguntas y la bronca de siempre. Abrí la puerta con cuidado de no hacer demasiado ruido. Colgué mi chaqueta en la percha de la entrada y dejé las llaves en la mesa. Di unos pasos silenciosos hasta la cocina para dejar un vaso de agua. Era tarde por lo que supuse que mi hermana ya estaría durmiendo, con suerte me ahorraría toda la bronca y el tener que darle explicaciones.

"¿Dónde demonios has estado?"

Mierda, me equivoqué.

Olvidé que Gemma puede pasarse toda la noche despierta esperando que yo regresara y eso era muy frustrante. Dejé el vaso de agua en el fregadero y no respondí. Fui en dirección a las escaleras para subir hasta mi habitación pero me agarró del brazo y me obligó a que la mirara por lo que le hice caso y me di la vuelta.

"¿Qué quieres Gemma?"

"¿Qué quiero? Quiero que me digas dónde estuviste anoche, por qué no dormiste en casa, por qué tienes los nudillos hechos una mierda, quiero saber muchas cosas, no se qué estás haciendo con tu vida Harry pero este no es el mejor camino, soy tu hermana y me preocupo por ti y tú ni siquiera me dices la verdad, nunca" Su tono de voz se fue elevando y me asustaba verla así, odiaba que estuviera de este modo.

"Fui a casa de una chica a pasar la noche allí y mis nudillos son de una pelea, ¿ya estás contenta?" No pensaba decirle que me había quedado en casa de Lilly, creo que eran amigas y aunque no hubiéramos hecho nada, Gemma no iba a tomárselo bien.

"Siempre igual, tu vida se basa en peleas y acostarte con chicas, ¿no te cansas de siempre lo mismo?"

"Déjame, no eres mamá para decirme lo que tengo o no que hacer" Grité. En cuanto las palabras salieron de mi boca me sentí muy arrepentido por la mención de mi madre en esta pelea.

"Tienes razón, yo no soy mamá Harry. Pero desde que ella murió estoy al cargo de ti, te lo recuerdo, soy responsable de cuidarte, protegerte y preocuparme por ti y tú ni siquiera te das cuenta ni me lo agradeces. Si mamá te viera en lo que te has convertido no estaría nada orgullosa de ti" Me gritó con los ojos llenos de lágrimas y mi corazón se paró al oír esas duras palabras aunque tuviera razón. No dije nada más, me fui a mi habitación y cerré de un portazo. Me tiré en la cama y tiré la almohada al suelo con rabia. Estaba harto de todo, echaba de menos a mamá. Y todo por culpa de mi padre. Me avergonzaba hasta decir que lo era, no se merecía que le llamara así, era un cabrón, un desgraciado, gracias a él soy quien soy hoy en día, por su culpa mi madre murió y desde ese momento mi vida ha cambiado por completo. Si ella estuviera aquí ahora, no me habría convertido en un gilipollas, viviríamos felices los tres sin problemas pero la realidad es que ella se fue hace tiempo y yo soy como soy ahora. Algunas lágrimas de impotencia salieron de mi pero me las sequé lo más rápido posible. La noche se iba adentrando y sin darme cuenta acabé dormido en poco tiempo, estaba agotado del día de mierda de hoy.