Capítulo 50 ''Te quiero''

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HARRY NARRA.

Definitivamente ni yo parecía el mismo Harry de siempre ni ella la misma Lilly que había conocido. El alcohol le sentaba tan mal que no me hubiera imaginado que pudiera llegar a actuar de esta forma. Haberla visto en mitad de la pista de baile moviendo las caderas de esa forma tan provocativa mientras varios tíos la tocaban me había cabreado muchísimo, más bien destrozado. Pero tenía un problema y era que por mucho que me hubiera dolido, no podía estar enfadado con ella.

Me quedé mirándola mientras se secaba las lágrimas. Estaba ante la Lilly más sincera que había visto en mi vida. El alcohol le hacía tener cambios de humor grandes, antes casi se tira a media fiesta y ahora la tengo delante de mí, llorando, siendo vulnerable. Le ofrecí mi mano y ella me miró antes de cogerla. Caminamos hasta mi coche y le abrí la puerta para que acto seguido ella se montara. Rodeé el coche para montarme en el asiento del conductor y le miré por un momento. Arranqué y salí de aquella maldita fiesta. Miraba al frente sin decir ni una sola palabra. No podía evitar mirarla de reojo algunas veces pero ella no se daba cuenta. Noté como su mano se posaba en mi muslo acariciándolo con cierta timidez. Fruncí el ceño extrañado y le miré un momento antes de seguir mirando a la carretera. Esperaba que la quitara pronto pero después de unos segundos seguía allí. Llevé mi mano hasta la suya para cogerla y acariciarla con mis dedos. Sentir su tacto y que ella por su parte no se apartaba era de las mejores sensaciones que había podido experimentar.

''A ti te gusta ese tipo de chicas, ¿verdad?'' Le miré desconcertado.

''¿Qué tipo de chicas?''

''Las que bailan en las fiestas y mueven mucho sus cinturas, una chica sexy, no como yo'' Una sonrisa se dibujó en mi rostro.

''Cariño eres mucho más sexy de lo que te imaginas'' Sonreí y le miré. 

''¿De verdad?'' Me miró un poco asombrada y solté una pequeña carcajada. Lilly borracha también era lo más adorable que había visto.

''Y ese tipo de chicas me gustaban antes, ahora me gustas tú''

''¿Por qué?''

''Por la sencilla razón de que tú no eres como ellas, eres diferente'' Me encogí de hombros indiferente. Era raro pero todo era más fácil decirlo si ella estaba ebria, de no haber sido así ni siquiera me estaría escuchando ahora mismo. No hacía falta mirarla para saber que se había sonrojado aunque quería comprobarlo y así era. Sonreí un poco y aparqué delante de su casa. Me bajé del coche y le abrí la puerta. Se agarró a mí y maldijo en voz baja. Resultaba gracioso viniendo de ella.

''Estos tacones me están matando'' Le eché otro breve vistazo a como iba por quinta vez en la noche. Aquel conjunto no era algo típico de ella pero me volvía loco la forma en la que se ajustaba perfectamente a sus curvas.

''No hacía falta ponértelos'' Reí un poco y le ayudé a caminar hasta la puerta de su casa.

''No iba a ir con unas deportivas'' Soltó una carcajada que fue como el paraíso para mis oídos. Sonreí ampliamente.

''Pero te hubieras ahorrado el dolor de pies'' Le miré y sonreía. Se paró justo delante de su puerta y se giró para mirarme. Puso sus manos en mi cuello y nuestras miradas conectaron. Aquí fue donde la besé, donde por fin pude besarla. Y ahora estaba apunto de volver a hacerlo, de tener otra oportunidad para sentir sus labios. Pero recordé que sólo estaba haciendo eso porque estaba ebria y probablemente no sabía lo que hacía.

DangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora