amor de un yandere RM y tú

obedeceme

Narrador omnisciente

La puerta se cerró.

Pasos lentos se escucharon.

-Deberíamos poner reglas... ¿no te parece T/n?

Ella miró al suelo.

-Creo que estamos bien así...-

-No, insisto, debí hacerlo antes - Nam se sentó a su lado y apoyó su codo en el respaldo del sofá - La primer regla es que no podrás ir a ciertos lugares de la casa, no se si te diste cuenta pero hay cámaras en toda la casa, para vigilarte cuando no estoy, por eso me entero de absolutamente todo lo que haces querida.

Soltó una risa al ver la cara de la muchacha, eso lo decía todo, ella no tenía ni idea.

-Estoy harto de que hagas y digas lo que quieras.

Se acercó al rostro de la chica.

-Esta no es tu casa o un maldito hotel, yo no soy tu padre o tu hermano...Estás en contra de tu voluntad aquí...Yo puedo hacerte lo que quiera, y aún no te he lastimado porque me daba pena, pero ya es hora ¿no te parece?

Su cara cambió completamente.

Sacó un afilado cuchillo de su chaqueta, la miró a los ojos, ella se encontraba aterrada.

-¿No dirás nada?

-Enfermo

Fué lo primero que se le ocurrió decir.

-Muerete IMBECIL- Gritó T/n nerviosa.

-Mierda que eres terca - Rm pasó el cuchillo delicadamente por la cara de T/n, ella trató de apartarlo pero con su otra mano agarró las dos manos de la joven.

Por primera vez el se sentía nervioso al lastimar a alguien, porque esta era la primera persona a la que iba a lastimar que el amaba, la única persona a la que el sentía algo que no fuera odio o indiferencia.

Pero sentía que si o si debía de hacerlo.

La tomó del mentón y subió ligeramente su cabeza.

-Que estás...

-Shh, ya no hables

-Pe...

La calló con un beso.

Al que ella no respondió.

-Parece que no te gustó

-No vuelvas a hacerlo - murmuró con el ceño fruncido

-Tu no mandas en esto

Volvió a tomar el cuchillo e hizo un corte un tanto profundo en un costado de su cuello.

-Esto realmente duele..Detente...

Nam pasó un dedo por la sangre y se lo llevó a la boca.

-Sabes bien - sonrió

Ella no dijo nada.

El chico le soltó las manos y la empujó haciendo que T/n quede recostada en el sofá y el encima de ella.

-La segunda regla es que dejarás de insultarme, faltarme al respeto y ese tipo de cosas...- volvió a tomar las manos de T/n, esta vez levantó su camiseta y pasó el filo del cuchillo por su abdomen.

Al ver que la chica no decía ni una palabra hundió más el cuchillo en su piel, lo que ocasionó un pequeño grito por su parte.

-DUELE...PARA

-Regla número 3, no vas a decirme que hacer, yo digo que hacer en esta casa.

Nam dejó el cuchillo a un lado y pasó su lengua por la herida de la joven nuevamente.

-¿P..puedes detenerte?

-No, hasta que termine, regla número 4, no intentes escaparte, tampoco busques una salida, sólo terminarás encontrando cosas que no quieres ver, créeme - tomó la cara de su amada y la volteó a la derecha, en su mejilla hizo varios cortes- Uno por cada vez que me hiciste enojar desde que te traje.

Las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de su amada.

-Creo que por el momento ya está, con el tiempo tal vez agregue más reglas, ya sabes, por cada una que rompas tendrás un castigo, me imagino que con esto ya no querrás desobedecerme ¿cierto? - Nam soltó una carcajada - Vamos, comparado con otros lo que te hice es insignificante.

La chica se negaba a hablar, no sabía que decir, llorar,insultarlo,correr, golpearlo, nada de eso le serviría de nada.

-Bueno, ya es de noche, vamos a dormir, mañana será un día mejor, te lo aseguro ¿qué tan difícil es obedecerme querida? O... Amarme

Tal vez para otras no sería difícil, pero para T/n...Ella simplemente ya lo odiaba ¿como amar a alguien así? Eso pasaba por su mente constantemente.

...

Narra Rm

Sé que es por lo que le hice pero ha estado tan callada...Cuando toco sus manos están temblando, no creí que estaría tan asustada, bueno es normal supongo.

Las estrellas se veían tan hermosas desde la ventana.

-¿Quieres ver las estrellas antes de dormir?

-Si...

Abrí la ventana la cual daba a una pequeña terraza.

-No había visto esto antes...

-Me gusta que este sitio esté escondido, es uno de mis lugares secretos - me senté en un pequeño sofá.

-¿Y yo donde me siento?

-En mis piernas cariño

Por su expresión sabía que se negaría, pero hizo lo que le ordené.

-Esa constelación de ahí se llama Hércules y esa otra Lupus, Sabes, cuando era niño solía ver las estrellas con mi madre...Siempre fué lindo pasar tiempo con ella, era tan paciente y amable, que lastima que no pueda decir lo mismo de mi padre.

-¿Como era el? Bueno...Si no quieres no me digas sólo...

-Está bien, te contaré algunas cosas,no tienes que temerme, me dejé llevar hace un rato...Yo realmente no quiero lastimarte, pero sentía que si no lo hacías seguirías haciéndome enojar...

-Yo...

-Da igual, mi padre siempre fué una basura,jamás entendí por qué mi madre estuvo con el...O siguió con el, tal vez ella lo amaba, pero para mí es imposible amar a alguien tan despreciable, jamás en mi vida tuve un lindo momento con el, momentos padre e hijo, no existieron en mi infancia, pero mi madre, ella era perfecta,siempre dándolo todo por mí, llenando ese vacío de amor que dejaba mi padre, yo era muy chico para darme cuenta, pero habían veces donde mi madre aparecía con moretones en su cara, antes no lo notaba pero ahora sé que el la golpeaba...Ella nunca me lo contó, pero es obvio, el no fué muy cariñoso con ella, jamás, por así decirlo.

Una lágrima recorrió mi mejilla.

-Eso es horrible - me miró a los ojos

Traté de sonreír

-Desde que murió tengo este vacío en mi corazón...Y desde que te vi supe que sólo tu lo llenarías