- Eres preciosa. Tienes los ojos de tu madre.
- Muchas gracias... Abuelo...
- ¿El es tu abuelo? ¿Y mi... medio padre?
David ha traído a Henry para que conozca a su padre adoptivo - abuelo.
Creía que a Blanca le haría mucha ilusión tener a la familia reunida. Y ha dado en el clavo.
En el momento en que habla Henry, Emma sale de su aturdimiento y se acuerda de Regina.
Nadie puede culparla por dedicar unos minutos a su nueva familia en vez de a su trabajo de sheriff.
Después de todo, ha estado 28 años sola.
- ¿Cómo ha dicho el chico?
Al escuchar "padre" los cinco sentidos del Rey se han puesto alerta.
Blanca trata de aclarar la situación.
- Vereis padre. Es una historia un poco... extravagante
- Henry es nuestro hijo
Los ojos del monarca parecen incendiarse.
- ¡¿CÓMO?!
- Henry es hijo de Regina y mío.
- ¡Blanca! ¡¿Qué demonios pasa aquí?!
- Tranquilizaros, padre. Todo tiene una explicación.
- Estoy ansioso por escucharla
- Emma tuvo a Henry, pero se vio obligada a darlo en adopción. Y lo acogió Regina.
- Y eso te convierte en mi abuelo por parte de Emma, y en mi padre por parte de Regina.
La voz de Leopold parece recobrar su compostura y tranquilidad natural.
- Así que todo fue una obra de caridad de mi esposa Regina, que en su infinita bondad, decidió acoger a su nieto hasta que su madre pudiera hacerse cargo del chico.
- En realidad Regina siempre ha querido matar a mi madre.
Por ese tipo de cosas, Henry nunca tiene amigos.
- Es una larga historia, padre. Lo mejor será que lo escuchéis de su viva voz...
*************************
Regina cierra la puerta de su habitación secreta nada más ingresar su inesperada visita.
- Acabemos de una vez. Dime a qué has venido.
- ¡Cuán maleducada os habéis vuelto desde que vuestro esposo y Cora rondan por estos lares!
Cada vez que nombra a su esposo, mil dagas parecen clavarse en el pecho de Regina.
- No te olvides, querido Gold, que si yo pierdo, tu también pierdes. A ninguno de los dos nos conviene que esos dos campen a sus anchas por la ciudad.
- Esta vez no, Regina. Ahora, estás sola.
Los temores de la alcaldesa se acrecientan. Tiene que haber alguna manera de aliarse con Gold. El es su única esperanza para vencer a Cora... Y a Leopold.
- ¿De verdad? Pues ya me contarás cómo ha ido tu enfrentamiento con Cora, teniendo en cuenta que tú no tienes poderes y ella sí.
- Eso habrá que verlo.
- Yo no tengo que ver nada. Tengo por seguro que perderás. Es un hecho inminente.
Regina agijonea con sorna cada palabra dirigida al Señor Gold, que empieza a replantearse la situación.
- ¡Por supuesto que no, querida! Tú crees conocerme, pero puedo asegurarte que no es así.
Su propia inseguridad lo lleva a adoptar la pose de Ser Oscuro.
Regina ya tiene lo que quería.
- Está bien. Seguro que sabrás apañártelas.
- ¡Y mucho mejor que tú, te lo aseguro! ¡Yo no tengo un marido con el que lidiar!
Eso ha sido un golpe bajo.
La reina devuelve el golpe.
- ¡Ni yo con un hijo que no desea verme!
Ambos villanos echan fuego por los ojos.
- ¡Eso está por ver, Regina! ¡Henry es el hijo de Emma y eso nunca lo podrás cambiar!
Esa afirmación ha ahondado en lo más profundo de su alma.
Aunque es el precio que hay que pagar por conseguir un aliado.
Ninguno habla. Se sostienen la mirada.
Se han hecho daño, pero era necesario. Los dos debían demostrarse lo lejos que estaban dispuestos a llegar para aliarse en la lucha contra el enemigo.
Rumple se muestra serio y peligroso. Regina sonriente y malvada.
El primero, metido totalmente en su papel de Ser Oscuro, finalmente estrecha una mano a la Reina Malvada mientras con la otra hace su gesto característico.
- Entonces, Majestad, ¿Trato hecho?
- Por supuesto.
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El Retorno de Cora.
Fanfiction¿Qué ocurriría si Cora Mills, madre de Regina, descubriese la forma de volver atrás en el tiempo justo hasta el momento en que llega por primera vez a Storybrooke? Tras instaurarse de nuevo la monarquía de la Reina Regina, todos los habitantes del B...