"Como antes"

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Regina frunce el ceño. Esto no tiene buena pinta.

- No voy a explicarte los motivos por los que estamos aquí, porque tú ya lo sabes

Regina retoma su posición de mirar a un punto perdido en el infinito

- Estamos aquí por tí, Regina. Leopoldo y yo queremos que todo vuelva a ser como antes.

Agarra el brazo de su hija

- ¡Volveremos a reinar con mano dura, cariño! ¡Y volverás a ser reina!

- ¡Yo ya era reina! ¡Mandaba sobre todos! ¡Y no necesitaba a nadie a mi lado!

- Eso no es reinar, Regina. Necesitas el favor del pueblo, no su compasión. Y para que te respeten, has de hacerte respetar

- Antes fui la Reina Malvada. Olas de sufrimiento invadieron a los habitantes que sobrevivieron mi reinado. Pero yo, ya no soy así.

- Ahí es donde interviene Leopoldo. El alimenta tu ira y deseos de venganza.

Dolida por la crueldad de las palabras de su madre, la joven se levanta de la cama visiblemente indignada.

- Madre, ¿lo habéis traído expresamente para hacerme sufrir?

Cora se levanta con una sonrisa y acaricia el rostro de su airada hija.

- Por supuesto que no, tesoro. El sólo está aquí para recordarte que no debes bajar la guardia en ningún momento.

La rodea por el brazo y ambas pasean hasta la ventana.

- Como ya te dije en su momento, el Rey es un hombre anciano y débil, no será difícil perderlo.

- ¿Y entonces para qué lo habéis traído?

- Necesitamos a alguien en quien confíe el pueblo. Por quien sientan devoción. Y desgraciadamente esa persona no eres tú, mi niña, sino Leopoldo.

El orgullo de Regina ha quedado por los suelos.

¿Realmente, después de todo lo que se ha esforzado, todavía profesan lealtad a ese viejo decrépito? Nadie sabe qué tipo de monstruo puede llegar a ser.

- Así que quiero que controles tus ataques de ira de aquí en adelante. No queremos tener al Rey enojado. Lo necesitamos receptivo para todo lo que se avecina.

La reina da la callada por respuesta. Está ocupada sintiéndose inútil y miserable.

- Y eso incluye a Blanca

El rostro de la alcaldesa se oscurece de repente.

Su voz es lenta y peligrosa

- ¡¿CÓMO?!

- Esa inútil es lo más preciado que tiene. Si le tocas un pelo, ambas saldremos mal paradas. Y ellos cuentan con todo el apoyo del pueblo, no lo olvides.

- ¿Me estáis diciendo que he de fingir que todo vuelve a ser como antes?

Cora asiente

- ¿He de volver a fingir ante esa fracasada que todo es luz y color en nuestras vidas? ¿Y me estáis pidiendo que no le toque un pelo después de que todo esto es por culpa suya?

- No pondrás la mano encima ni a ella ni a nadie de esa familia

- ¡¿QUÉ?!

- Se apoyan los unos en los otros. Si intentas dañar a uno, será como si fueras contra todos.

La mirada de la Reina vuelve a inundarse de odio y de ira. Se siente impotente.

Esos idiotas siempre se salen con la suya. No importa cuanto luche, su destino es siempre el mismo.

- Seguro que saben que algo anda mal. No se rendirán así como así.

- Eso es precisamente lo que se espera de ellos. Pero debemos mantenernos frías y no sucumbir a sus amenazas.

Todo esto le ha provocado una terrible jaqueca. Necesita meditar. Y para eso tiene que deshacerse de su madre.

- Así que de ahora en adelante, quiero que permanezcas fría y en alerta. Mañana empezaremos a poner en marcha nuestro plan y necesitamos estar despejadas para todo lo que se nos avecina.

Cora besa la ardiente frente de su hija. Siempre ha sido tan temperamental....

- Descansa tesoro

Y Cora sale por la puerta

- Adiós, madre.

El Retorno de Cora. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora