- Regina, reacciona
Se ve obligada a zarandear a la Reina, todavía en shock.
La mujer vuelve en sí, reparando en la situación real en la que se encuentra.
Spencer está muerto frente a ella, al cual debía matar, pero no ha tenido valor.
Cora y Leopoldo esperan que vuelva habiendo cumplido con éxito el encargo.
De cara a todo el mundo volverá a ser la Reina Malvada, en cuanto todo esto se sepa.
Y la única persona que sabe la verdad está junto a ella y es siervo de Leopoldo.
O ¿es una mujer?
- Tu... Tú no eras...
- ¿Un hombre? Esa es la idea.
Regina le responde con una expresión confusa y un poco conmocionada todavía.
- Leopoldo no quiere una mujer como mano derecha. Así que tuve que disfrazarme.
Le muestra una esfera de cristal.
La coge con recelo y la observa.
A pesar de su apariencia, el objeto no pesa nada. Es como si tuviese en sus manos una hoja de papel.
- Es un cristal de los deseos. Este solamente tiene un uso.
"Es extraño. No parece de este mundo"
- Me lo regaló un Rey hace algún tiempo.
- ¿Con esto cambias tu apariencia?
- Si. El problema es que he de ir cambiando de forma para no quedar atrapada para siempre en el cuerpo de mi versión de hombre.
- Es increíble. Has conseguido engañarnos a todos.
- No era mi intención. Pero no puedo mostrarme tal y como soy, porque perdería la confianza de vuestro esposo
- ¿Y por qué supones que yo no voy a contárselo?
- Porque os ha hecho demasiado daño y lo último que haríais sería velar por su vida.
Ahí lleva toda la razón.
- ¿Cuanto tiempo llevas a las órdenes de Leopoldo?
- Mucho tiempo. Desde antes del enlace con vos, cuando apenas contabais diecinueve primaveras.
Eso perturba considerablemente a la mujer.
- ¿Has estado junto a nosotros... Siempre?
- Siempre
Su mirada se oscurece
- En lo bueno y en lo malo.
Ambas miran hacia otro lado. Hay secretos y cosas que es mejor no remover.
- Pero creo que ha llegado el momento de brindaros mi ayuda. He adquirido suficiente confianza con su Majestad, como para poder velar por su indefensa esposa.
La reina se molesta por la insinuación.
- No necesito a ningún alfeñique de Leopoldo que "vele" por mi. Puedo defenderme sola.
Lejos de enfadarse, Shayna sonríe y no tiene en cuenta la contestación de su señora.
Es entonces cuando Regina se da verdadera cuenta de la persona que tiene delante.
Sin su apariencia de hombre, no es más que una joven de carácter dulce y avispado.
Su edad sigue siendo un misterio para la alcaldesa.
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El Retorno de Cora.
Fanfiction¿Qué ocurriría si Cora Mills, madre de Regina, descubriese la forma de volver atrás en el tiempo justo hasta el momento en que llega por primera vez a Storybrooke? Tras instaurarse de nuevo la monarquía de la Reina Regina, todos los habitantes del B...