El Retorno de Cora.

Trato

Mientras Regina acude al encuentro de Gold, Cora deja a Daniel a cargo de Leopoldo y marcha a atender otros asuntos.

Con su sempiterna capa mágica como única arma aparente, se adentra en el bosque en dirección a la cripta de su hija.

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Emma y Henry, ataviados al estilo del Bosque Encantado, han acudido al mausoleo de la Reina Malvada para hallar algo que los ayude en su lucha contra los villanos que la retienen a la fuerza.

La mujer no dudó ni un segundo del relato de aquel niño de infantil apariencia que resulta ser su hijo.

Sin embargo, el templo está desierto. Saqueado.

No ha quedado nada.

Salen al exterior decepcionados y desesperanzados.

- ¿Y ahora qué vamos a hacer?

- Debemos ir a la oficina. Allí tengo unas cuantas cosas que nos pueden ayudar a rescatar a tu madre.

- Yo tengo una idea mejor.

Madre e hijo se giran en dirección a la anciana y enérgica voz que habla a sus espaldas.

- ¡Cora!

- ¡Emma fue ella! ¡Ella nos secuestró!

Emma lo coge en brazos, envolviendo a su hijo en un impulso inconsciente de protección.

- Secuestrar. Es una palabra muy fea pared un niño tan guapo como tú

- ¡No soy un niño!

- ¡¿Dónde tienes a Regina?!

- ¿A mi hija?

- ¡Sí! ¡No hay más Reginas en Storybrooke!

- Pues en estos momentos ha de estar haciendo una visita de cortesía al Ser Oscuro.

Emma y Henry se miran atemorizados.

¿Qué estará haciendo con el Señor Gold?

- Hay que ir a buscarlo

- ¡Si!

Van a emprender camino, cuando Cora, con esa tranquilidad tan fría que la caracteriza, llama su atención.

- Emma, he venido a proponerte un trato.

Bastante nerviosa, deja a su hijo de dos años en el suelo y encara a la abuela de su hijo.

- ¿Qué trato?

- Quiero que dejes en paz a mi hija y me dejes vía libre para ocuparme de ella cómo se merece.

- No tiene seis años, Cora. Tú hija es más que capaz de de cuidarse sola.

- Ya lo veo. Y lo hace a costa de destruir las vidas de los demás ¿no? Tú lo sabes muy bien.

- ¡¿Y eso a qué viene ahora?!

- Quiero que tengas en cuenta todo lo que os ha hecho Regina a ti y a ru familia cuando tengas que tomar una decisión sobre lo que voy a proponerte.

- Habla.

- Te cambio la vida de mi hija por la de tu marido y tus dos hijos.

Los ojos de Emma se encienden.

Lo de Henry también lo hubieran hecho si no fuera porque ha dado otro paso atrás en el tiempo y apenas es capaz de entender ni articular palabra alguna.

Furiosa, coge a la hechicera por el camafeo de la capa, en un intento de amenaza.

Pero Cora no se resiste ni muestra miedo.