Quiero Odiarte ✔️

Capítulo 15

C A P Í T U L O 1 5

DANIELLE STTRAFORD

Salí de la biblioteca de la preparatoria y una sensación de nostalgia fue instalándose dentro de mi pecho.
Pasé las puntas de mis dedos sobre la portada del libro que tenía en mi mano y mordí mi labio inferior.

Siempre que los maestros de Literatura encargaban que leyéramos algún libro de nuestro agrado yo escogía el mimo: Romeo y Julieta. No porque me gustara su historia llena de amor, sino porque ambos protagonistas morían al final.

Y también porque con ese libro recordaba la primera vez que conocí al descarado hombre con el apodo de Diablo. Tan elocuente y burlón. Como siempre.

"—¿Puede decirme qué le parece tan gracioso, jovencito? —Cuestionó la maestra de Literatura, mirando directamente hacia un punto en las últimas filas —. ¿Se burla del cuento que su compañera leyó?

Giré mi cabeza con curiosidad y clavé mis ojos en el hombre al que la maestra cuestionaba.

El chico aplanó su boca para no echarse a reír, sin embargo, era malo intentándolo, sus muecas lo delataban por completo.
—Para nada.

La maestra lo miró expectante y giré aún más mi cabeza para obtener una vista de él mejor. Estaba sentado en la butaca con comodidad, con su piernas largas estiradas, y como si estuviera recostado en lugar de sentado. Tenía el cabello oscuro peinado hacia atrás y sus manos estaban cubiertas por tatuajes. Hice un gesto de desagrado y dejé de mirarlo, regresando mi vista al frente.

—Léame lo que trajo, Ian, por favor —resoplé silenciosamente al escuchar la petición que le hizo la maestra y apoyé mis manos en la paleta de la butaca. El chico cuyo nombre era Ian tenía cara de desobligado, estaba claro que ni la tarea debía traer.

—El resumen que yo hice es de un libro llamado No soy un Serial Killer de Dan Wells —Dijo él y agudicé mi oído. Estaba segura que por su rostro y nombre era uno de los que decía estupideces cada segundo, así que estaba preparándome para la siguiente idiotez que diría —. Trata sobre un sociópata que está obsesionado con asesinos seriales, él mantiene reglas para parecer normal y sueña con torturar a la chica que le gusta.

Todo el salón se quedó en silencio mirándolo, incluyéndome a mí, y un chico que permanecía a su lado se empezó a reír.

—Me gustó porque me siento identificado con el personaje —Continuó él, y de reojo Carla suspiró en silencio, haciéndome poner lo ojos en blanco.

—¿Se siente identificado porque dice que tiene instintos psicópatas? —Preguntó la maestra, ladeando la cabeza.

—Me siento identificado porque también sueño con torturar a las que me gustan, pero con otro tipo de tortura.

Las comisuras de mi boca fueron elevándose al escucharlo y una estruendosa carcajada escapó de lo más profundo de mi garganta, haciendo que me ganara la atención de los demás, y la de él también.

Tenía que admitir que el chico era gracioso y simpático. Lo era a su manera ."

Tuve una mala impresión de Ian la primera vez. Él no me cayó lo suficientemente bien y lo jugué mal, sin embargo, quién diría que acabaría loca por él tiempo después.