Capítulo 70

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C A P Í T U L O 7 0

IAN DEATH OR DE'ATH

Danielle, la misma mujer que fue mi primera novia formal y que se alejó durante años me miró con incredulidad y pasmo en sus ojos. Tardé unos cuantos segundos en poder reaccionar y dejar de estar en trance.

—Ian –pronunció mi nombre y tragué saliva, dándole un leve asentimiento de cabeza.

Observé su rostro a detalle, mirando que el color natural de su cabello había regresado, ya no lo tenía teñido de rubio como en el pasado, y ahora estaba más corto, le llegaba por debajo de los hombros. Una gorra de lana color azúl la cubría del fresco que hacía. Su rostro estaba al natural, sin labial en sus labios, mostrándose su perfecta piel cuidada y limpia. Había remplazado las gabardinas largas y elegantes por chaquetas largas, adoptando así una vestimenta más informal. Había algo en ella que había cambiado, el paso de los años no fue en vano, Danielle se miraba más madura, más segura, y más mujer, sin embargo, esperé por sentir algo al verla, cualquier indicio de una familiar sensación, cualquier sentimiento, ya fuera negativo o positivo, pero no sentí nada.

—Amor, tenemos que apresurarnos para que te hagas la prueba de embarazo —dirigí mi vista al dueño de la voz y me encontré con Adrián hablándole a Danielle.

Embarazo.

Mis ojos bajaron a la bolsa que seguía sosteniendo y recordé que dentro estaba una prueba de embarazo.

Danielle estaba embarazada.

De Adrián.

¿Estaban juntos y esperaban un bebé?

¿Qué tanto había cambiado su vida después de que se alejó de la cuidad?

Miré con curiosidad su estómago, esperándolo ver abultado o con alguna señal de que esperaba un bebé, y Danielle se apresuró a cerrar su chaqueta y negar con la cabeza con cierto nerviosismo, cosa que dejaba a dudar.

—¿Estás embarazada, Danielle? —cuestionó Annabelle a mi lado, sonriéndole con gusto por volverla a ver.

—Eso queremos creer —contestó Adrián sonriendo, bastante feliz —. Es la tercera vez que lo intentamos, esperemos que sí, ya vez que dicen que la tercera es la vencida.

—¡Por supuesto que no! —exclamó ella, saliendo de su sorpresa al encontrarnos de nuevo —. No estoy embarazada, Ian.

Fruncí mis cejas y apreté la mano de Annabelle. Habría esperado esa respuesta si se lo hubiese preguntado yo, pero claramente no me debía contestármela a mí.

Adrián soltó una risita y pasó su brazo por encima de los hombros de Danielle, abrazándola.

—Ay, amor; es Ian y su mujer, son conocidos nuestros, no creo que vayan a juzgarnos, ya no somos los mismos estudiantes de prepa, ya somos adultos.

Miré de Adrián a la bolsa blanca que sostenía y tragué saliva, negando con la cabeza y estirando mi mano, entregándole la bolsa  donde venía la dichosa prueba de embarazo que le pertenecía.

—Felicidades entonces, Danielle —mascullé, agitando la bolsa para que la tomara de una vez por todas.

—No estoy embarazada, Ian —masculló ella, con voz clara, alejándose de Adrián que la mantenía abrazada y tomando la bolsa blanca —. La prueba de embarazo no es para mí, es para mi...

Adrián trató de volver a abrazarla por los hombros, riéndose.

—Amor...

—¡Basta, Adrián! —exclamó, dándole una mirada cansada y de pocos amigos —. No estoy embarazada —repitió, mirándome a los ojos —. La prueba es para mi tía Kiara.

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