Capítulo 33

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C A P Í T U L O 33.

IAN DEATH OR DE'ATH


Al regresar al lugar donde estaba Raúl platicando con los demás lo encontré solo, pero estaba sentado despreocupadamente, como si estuviese esperándome. Me senté a su lado en la banca y estiré mis piernas suspirando.

—¿Danielle y Katherine? —pregunté por ellas.

—No han regresado del baño —respondió Raúl, guardando su celular.

Dejé que mis hombros se relajaran y eché la cabeza hacia atrás.

—¿Y los demás?

—Fueron a buscar a Isak —hice una mueca —. Te estaba esperando a ti. Te tardaste, ¿dónde andabas?

—Fui a encaminar a Annabelle al estacionamiento —contesté—. Después me quedé hablando con su madre y hermana.

—¿Te presentaste?

—Ni modo.

Raúl resopló.

—Su hermana es guapa, ¿verdad?

Me encogí de hombros. —Es menor de edad, se le nota en la cara. No debe tener ni siquiera los dieciséis. Además, ¿por dónde la conociste?

—Annabelle me mostró una foto de ella.

—No puedes meterte con una menor de quince años a lo mucho.

Raúl me miró y bufó.

—¿Es en serio? Claro que es juego, no soy así de aprovechado.

Presioné el tabique de mi nariz y asentí. —Más te vale, sino te van a meter a la cárcel.

—A ti no te han metido.

—Falta poco —bromeé.

Raúl empezó a reírse y negó con la cabeza.
—¿Crees que Danielle se enoje si sabe las cosas que has hecho, Ian?

—No es como si ando metido en cosas ilegales —fruncí el ceño y le resté importancia —. ¿O a qué te refieres?

—¿Danielle te cree cuando le dices que la amas? —inquirió, y la pregunta me sorprendió, porque aseguró que amaba a Danielle, aunque nunca lo hubiera dicho frente a alguien, ni siquiera a ella misma, pero él lo intuía y por eso lo decía.

Lamí mis labios y pensé mi respuesta, pero no sabía qué decir. —Sí..., le he dicho que la quiero, pero no sé, los hechos valen más.

—¿Aunque hayas estado con más te cree?

Realmente no le mentí a Danielle, ella si fue mi primera novia formal, sin embargo, tiempo atrás había salido con cierta cantidad de chicas. Aunque no con todas era para coger. A veces solo se trataba de enrollarnos y hasta ahí, no me tiraba a todas como todos pensaban. De haber sabido que yo estaría en una relación con una chica que realmente quiero no hubiera salido con tantas mujeres.

Mi celular sonó en mi pantalón pero lo ignoré.
—Lo del pasado nunca ha sido un problema hasta ahora entre Danielle y yo.

Su celular también sonó instantes después que el mío.

—A mí nadie me cree cuando digo que solo quiero a una.

Bufé.
—¿Pues a quién quieres tú o qué?

Se encogió de hombros y sacó su celular para revisarlo.

—Hablaba de mí en futuro.

Guardé silencio, procesando sus palabras, recordando anteriormente comentarios del mismo tipo que me hicieran atar cabos, tiraba muchas indirectas y apenas las estaba captando todas. Le di una mirada de reojo a mi primo y no seguí preguntando algo más, pero la duda ya estaba en mi cabeza.

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