C A P Í T U L O 5 6IAN DEATH OR DE'ATH
Mi celular tenía varias llamadas perdidas de Annabelle, pero como estaba en silencio no pude contestarle.
Bajé con rapidez del auto y caminé hasta la puerta de su casa, los hombres que hacían guardia fuera de su casa ya me conocían, y por consiguiente no me decían nada. Guardé las llaves en uno de los bolsillos traseros del pantalón y toqué el timbre, recargando mi cuerpo en el marco de la puerta esperando a que abrieran.
No tardaron tanto en abrir, la puerta fue abierta por la hermana de Annabelle, Jeannise,
quien me miró con una mueca pintada en el rostro.—Creí que le dijiste a mi hermana que no tardarías —reclamó, y tragué saliva, pasándome las manos por el cabello.
—Me surgió un percance —expliqué, y ella levantó una de sus delgadas cejas, y yo también le levanté una de las mías.
—Está en la cocina —dijo, abriendo la puerta lo suficiente para que me adentrara —. Tienes suerte porque no hay nadie más que yo en la casa.
—¿No están ni siquiera los del servicio? —cuestioné, y negó.
Jeannise subió las escaleras perdiéndose de mi vista y yo me dirigí hacia la cocina. Podía escuchar algunos sonidos de cosas moviéndose.
Caminé sigilosamente y me recargué en la pared cruzando mis brazos, observando cómo la chica de baja estatura que tenía enfrente intentaba sacar un plato de las alacenas de arriba, su intento parecía ser bastante difícil para ella porque ni aunque se pusiera de puntas lograba alcanzarlo. Su cabello caía por su espalda y el vestido blanco de flores se subía haciéndose más corto.
Me acerqué con lentitud para ayudarla y estiré mi mano para tomar uno de los platos que quería, se quedó en silencio y me miró a la cara cuando le extendí el plato.
—Gracias —murmuró, tomándolo.
Me recargué en la barra de mármol, mirándola preparar unos sándwich.
—Perdón por llegar tarde —me disculpé —. Cuando venía me surgió un percance.
—No te preocupes, está bien —dijo, preparando otro sándwich —. Solo me extrañó que tardaras tanto.
Annabelle enrolló una rebanada de jamón y mordió una parte. Sonreí involuntariamente.
—¿No te preocupa engordar? —pregunté en broma y ella me miró, quedándose en silencio.
—¿A ti te preocupa verme gorda?
Pellizqué su mejilla e hizo una mueca, arrugando su nariz.
—La verdad no —contesté, pasando mi mano por detrás de su nuca y atrayéndola a mi pecho para darle un beso.
Annabelle soltó una risita y con su brazo libre me abrazó, pegándome aún más a ella, sonreí sin mostrar los dientes y besé la coronilla de su cabeza.
—. Y bien..., ¿dónde está la sorpresa?
Annabelle chasqueó los dedos, como si lo hubiera olvidado de un momento a otro, después me tomó de la mano y con la otra libre tomó el plato con sándwich. Me condujo con rapidez hacia las escaleras y la observé con una ceja levantada y una sonrisa maliciosa.
—¿Otra vez a tu habitación? —pregunté en broma y fingió rodar los ojos con fastidio.
—Cállate.
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Quiero Odiarte ✔️
RomanceIan Death or De'ath ha tenido una vida llena de dificultades y problemas. Y Danielle Sttraford ha tenido su vida y su futuro en bandeja de oro. Un día Ian se ve metido en problemas por causa de su primo, y las circunstancias hacen que requiera ayuda...