Quiero Odiarte ✔️

Capítulo 36

C A P Í T U L O 3 6

IAN DEATH OR DE'ATH

En ese mismo día por la mañana estaba con una carpeta llena de imágenes impresas en mi mano. Era la segunda hora, y normalmente todos estaban en sus respectivas clases, así que el pasillo estaba totalmente vacío y sin ningún ruido. Danielle me entregó la carpeta y me avisó que estaría al pendiente por si su plan no salía como ella lo quería.

Abrí la carpeta y miré la imagen impresa, en ella estaba Carla, enfocada con distintos tipos en cada impresión. La imágenes estaban estiradas con un texto en letras mayúsculas recitando "El que esté libre de pecado, que lance la primera piedra, perra"

Solté un suspiró y no la pensé más. Tomé varias hojas y comencé a caminar por el pasillo tirando por cualquier parte las imágenes impresas. Me deshice de la carpeta tirándola a un bote de basura y continué arrojando las hojas al aire para que prosiguieran a caer al suelo.

Hacía eso porque, por una parte, Carla no tendría el derecho de reclamar ni acusar a nadie sobre esto porque ella también violó las normas publicando información que a ella no le correspondía. Sin embargo, Katherine no sabía que Danielle tenía todo planeado para vengarse. Ni siquiera había visto a Katherine, aún era temprano pero estaba seguro que si asistió a clases porque los rumores sobre ella rondaban por todas partes.

Estar aventando evidencia de engaños me recordó a la escena de una película que Katherine se había puesto a ver en mi casa. Recuerdo que era una de sus películas favoritas porque la protagonista era una total perra. La escena consistía en que la amiga de cabello rubio se pasó por los pasillos arrojando copias de un diario que habían escrito sobre todo el alumnado de la preparatoria. Pues yo hacía ilo mismo que ella, lo único que cambiaba es que yo era hombre y no mujer.

Las hojas caían al piso y se esparcían cubriéndolo, algunas caían sobre otras.

Cuando hube terminado miré el piso detrás de mí, era imposible que lograran quitarlas tan rápido, teniendo en cuenta que faltaban diez minutos para que la hora terminara, entonces, todos saldrían de sus salones y se encontrarían con esas imágenes.

Continué con mi camino, pero paré al escuchar voces de las escaleras que llevaban al edificio de los últimos cursos, reconocí la voz de Carla y también la de Danielle. Me recargué en el casillero más cercano donde no pudieran verme ninguna de las dos.

—Es genial que seas modelo —la voz de Carla era emocionada —. Nunca había hablado contigo pero que bueno que te topé.

—Si —Danielle fingió reír —. Tú eres muy amable, no sé por qué no te había conocido antes.

—Bueno —habló Carla —. Ahora lo hacemos y es lo que importa. ¿Cómo hiciste para ser modelo?

—Me escogieron solamente.

—¿Crees que si audiciono tenga suerte?

Las miré bajar las escaleras y cerré los ojos al darme cuenta de las intenciones de Danielle.

—Tal vez si —contestó, era sorprendente que fuera tan buena fingiendo.

Entonces, cuando Carla se pasó por delante de Danielle para bajar primero las escaleras Danielle quitó su sonrisa y flexionó sus brazos, para después empujarla por la espalda. El cuerpo de la susodicha se impactó hacia delante mientras un chillido escapaba de su boca. Como llevaba uno de sus brazos ocupados con libros fue demasiado tarde para evitar la caída, así que cayó sobre uno de sus brazos.

Me accioné cuando la coordinadora fue capaz de ver a Carla tirada en el piso.

—¡Dios mío! —gritó la coordinadora, poniéndose de nervios por los quejidos de la accidentada —. ¿Cómo te caíste?