Capítulo 07

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C A P Í T U L O 0 7

IAN DEATH OR DE'ATH

Mi cuerpo se sentía pesado. Parecía que un camión me había pasado por encima y me dejó hecho una total mierda.



Falté el día lunes y martes a la preparatoria, no me había ni siquiera atrevido a salir de la casa. La última vez que salí fue cuando Danielle fue a buscarme. Me sentía tan enfermo que no asistí a ninguna fiesta el fin de semana.


No llamé a Danielle como se lo prometí. No lo hice porque estaba inseguro de hacerlo y no sabía el porqué. Notaba algo en ella que me permitía el entre, pero después se esfumaba e imaginaba que ella se arrepentía de hacerlo.
Tampoco quería causarle problemas con sus padres. Sabía de antemano que ella estaba fuera de mis límites, así que no quería darle más profundidad al tema, pero me gustaba. ¿Qué podía hacerse?


Tallé mis ojos llorosos y sorbí mi nariz tapada. La inflamación de mi ojo se había ido y el corte de mi labio ya había cicatrizado por completo. 

Comúnmente yo no era una persona enfermiza, casi no solía enfermarme, pero cuando me enfermaba me daba con todo.



Resoplé por no poder respirar con normalidad, y me quejé, reprochándome por no haber aprovechado el oxígeno cuando podía respirarlo como debe ser y sin ninguna complicación. Me tomé una pastilla que mamá me dejó antes de irse a trabajar y mené la cabeza, intentando reponer mi energía para trabajar.


Tenía mi propio trabajo y yo era mi propio jefe.  Y no, no era vender droga como la mayoría de la gente lo pensaba.
Mi trabajo estaba en el garaje de mi casa; tenía un taller de autos y después de todo me iba bien.


Desde pequeño me gustaba ver los programas de autos, esos que consistían en arreglar un auto descuidado y dejarlo como nuevo para luego entregarlo a los clientes. Sabía todos los tipos de autos, desde clásicos hasta deportivos. Mis juguetes se basaban en ser carros Hot Wheels
y conforme fui creciendo me enseñé a arreglar partes distintas. Era un trabajo pasable y nada mal, ganaba un buen dinero con cada arreglada.



Tenía más de una semana que no lo había abierto y ya era la hora de hacerlo. No me sentía en las mejores condiciones para trabajar pero un conocido me llevaría su auto para que arreglara el motor y me dejaría una cantidad de dinero necesaria. No podía darme el lujo de decirle que no lo atendería, tenía que ayudar a mi madre con los gastos de la luz, el agua y la renta de la casa. De vez en cuando también le daba otra parte de dinero a ella, para que pudiera comprarse sus pertenencias. Hacerlo no era un problema para mí, entendía que al igual que toda mujer quería darse sus gustos.



Me levanté de la cama con flojera y tallé de nuevo mis ojos. Más tarde le pediría a mi mamá que me sacara un justificante en la preparatoria por haber faltado dos días seguidos de la semana.
Para que no hubiera problemas y mal interpretaciones.

Tiré en el cesto de basura los papeles llenos de mocos y decidí que darme un baño era una buena opción, así ayudaba a que despertara de mi estado cansado, somnoliento y débil.

🍁🍁🍁

Tomé un trapo húmedo y viejo y lo hice girar en mis dedos mientras que observé a Grayson bajar de su Porsche del año. Él era un señor que rondaba los 48-50 años de edad. Lo conocí por haberlo ayudado una tarde a arreglar una falla en los cables. Ese mismo día me preguntó que si era mecánico automotriz y el lugar dónde trabajaba. Sólo me reí y negué; respondiéndole que sabía arreglarlos porque me entretenía y gustaba.

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