C A P Í T U L O 0 3
DANIELLE STTRAFORD
Mi pequeño hermano de nueve meses de edad se entretenía estirando mi cabello mientras lo mantenía cargado entre mis brazos para proporcionarle caricias en sus regordetes cachetes. Hice una voltereta en el piso con brusquedad y lo escuché chillar de emoción, cosa que me hizo sonreír y rozar mi nariz con la suya.
Escuché los tacones de mi madre repicando contra el piso de mármol y dirigí mi vista a las escaleras, donde ella las bajaba con elegancia. Llevaba puesta una falda de tubo color durazno y una blusa blanca de vestir sin ninguna sola arruga. Unos tacones de aguja marca Prada completaban la combinación. Mi madre era una mujer de alta clase, estricta y con un carácter bastante fuerte en ocasiones. Ponía sus reglas dentro y fuera de casa y yo tenía que obedecerlas me gustara o no. Así consistía todo.
En mi mente quedó grabada una frase que siempre repetía cuando me regañaba. "Tengo que hacer de ti una mujer con carácter, Danielle. La disciplina es indispensable en esta vida." Y después de todo no podía quejarme, tenía modales y educación gracias a ella.
—Tenemos una reunión pendiente con los padres de Adrián, Danielle —Comentó, y respiré con profundidad —. Debemos volver a unirnos, hace meses que dejamos de frecuentarnos.
Pasé las puntas de mis dedos por mi cabello y me distraje dándole una sonrisa de ternura a mi hermano que miraba mis zapatos con intriga, de seguro lo que quería hacer era probarlos para investigar su sabor. Cuando comenzó a gatear se le dio por lamer todo lo que encontrara en casa, ocasionando que mamá se volviera loca y mandara a desinfectar todos los objetos a diario. Era una perfeccionista con la limpieza y la pulcritud.
—¿Me estás escuchando, Danielle? —Interrogó ella, insistiendo, haciendo que saliera de mi ensoñación y le diera un fingido asentimiento de cabeza. Ella no tenía idea del porqué me había alejado de Adrián y aún así quería volver a unirnos una vez más.
—Sí —Contesté, acomodando el reloj dorado que adornaba mi muñeca izquierda —. ¿Iremos todos?
Con todos me refería a mi padre, mi hermano, ella y yo, pero ya sabía la respuesta de antemano. A mamá nunca le gustó llevar a mi hermano a reuniones y salidas porque no le gustaba batallar. Simplemente lo dejaba con su niñera; pero tampoco significaba que no lo quería. Cuando tenía el día libre con mi padre lo sacaban a pasear a cualquier parte. Solamente en los negocios era difícil lidiar con un bebé.
Torció los labios y reprendió a mi hermano por intentar lamer la esquina de la mesa del centro. Se acercó a él y lo cargó, apoyándolo contra su cadera.
—Sabes que no podemos llevarlo con nosotros, amor —Respondió y le dio un beso en el cachete a mi hermano —. Me pondré de acuerdo con Laura y te avisaré qué día nos reuniremos.
Guardé silencio y acepté, aunque no quería hacerlo.
Ver y tener a Adrián frente a mí después de lo que pasó tiempo atrás se sentía incómodo. Habían cambiado las circunstancias y también nosotros en ciertas formas. No era que le guardaba rencor, ni mucho menos odio, pero no era lo mismo tenerlo cerca de mí después de lo que pasamos.
Simplemente aún me seguía pesando.
🍁🍁🍁
Los que eran mis compañeros de clase entraban al aula haciendo alboroto, algunos entraban solos y luego se juntaban en grupos de amigos mientras que esperaban al maestro siguiente. Yo era una persona disciplinada y seria en cuestión de los estudios, no me gustaba descuidar el estudio y sacar malas notas. Me gustaba ser la primera y la mejor en todo. No estaba impuesta al conformismo y la mediocridad.
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Quiero Odiarte ✔️
RomansaIan Death or De'ath ha tenido una vida llena de dificultades y problemas. Y Danielle Sttraford ha tenido su vida y su futuro en bandeja de oro. Un día Ian se ve metido en problemas por causa de su primo, y las circunstancias hacen que requiera ayuda...