La casa era igual de impresionante por fuera como lo era por dentro, el diseño y el detallado en cada rincón de la misma la hacía algo simplemente hermoso, no había palabras para describirla.
Justo después de entrar a la casa las chicas y Chivis se fueron por direcciones distintas.
Juliana no sabía exactamente por donde estaban caminando y lo distraída que estaba al ir observando cada detalle de la casa por el que iban pasando no ayudaba mucho tampoco, pero por lo que había dicho Valentina mientras entraban, supuso que iban directo a su habitación.
Siguieron caminando unos segundos más y después de cruzar un par de pasillos la chica morena comenzó a creer que la casa era interminable. Estaba a punto de preguntar, por segunda vez el mismo día si faltaba mucho para llegar a su destino, antes de que Valentina se parara abrupta mente afuera de una puerta a la mitad del pasillo.
Juliana supuso que era su cuarto, pero no lo confirmo hasta que la ojiazul abrió delicadamente la puerta color marrón, como si tuviera miedo de romperla. Detrás de ella, apareció una hermosa y juvenil habitación a la que ambas chicas entraron.
Había una gran cama a la mitad del cuarto, y frente a esta, pegada a la pared, una televisión de gran tamaño, donde justo a su lado estaba una puerta de lo que parecía un baño privado para Valentina. Además, había fotos pegadas por todas las paredes, y un ventanal a un costado, lo que hacia que la habitación estuviera aún más iluminada que el resto de la casa, como si esto fuera posible.
Era algo simplemente acogedor.
Entraron en silencio, aun ambas chicas con sus mochilas sobre los hombros y Valentina dejo un momento observar el lugar a Juliana antes de hablar. Tomó asiento sobre su cama y observo como la chica morena veía cada detalle de su habitación, antes de invitarla a acompañarla a sentarse con ella.
-Siéntate, que no muerde.-Dijo con un todo juguetón y poco común en ella, mientras tocaba la cobija sobre su cama haciendo énfasis en su invitación a tomar asiento.
Juliana se quitó la mochila de sus hombros para colocarla sobre el piso antes de aceptar la invitación de Valentina y sentarse frente a ella, ahora ambas sobre la cama de la ojiazul.
-Y, ¿bueno...?-Hablo la morena un poco nerviosa por encontrarse de nuevo a solas con la chica de ojos turquesa y ahora, en un espacio más reducido que en el que comúnmente se encontraban, como lo era el patio del instituto.- ¿Alguna idea para el proyecto?-
Valentina pareció pensarlo un momento, como si fuera a decir algo pero no estar muy convencida de ello. Sus labios se separaron ligeramente antes de volverse a cerrar sin haber pronunciado ninguna palabra.
-Yo sé un poco de inglés.-Dijo de manera vacilante después de pensar sus palabras unos segundos.-Alguna vez aprendí un poco, y supongo que eso puede ayudar en el trabajo.-
Una sonrisa se extendió por los labios de Juliana, eso de verdad era un gran alivio para la chica morena. El hecho de que el inglés no fuera algo que ella dominara era un gran problema al momento de hacer su trabajo, pero si Valentina lo sabía un poco, o por lo menos lo comprendía eso haría todo más fácil.
-De verdad no sabes cómo me alegra escuchar eso.-Respondió Juliana con una gran sonrisa una risa nerviosa a la que Valentina se unió de inmediato.
-Puedo intentar leerte el libro y las palabras que no entendamos las buscamos en el traductor, así mientras yo te leo escribes lo importante y al final solo hacemos un texto más resumido.-
Juliana pensó en como harían el trabajo y en la opción que había dado Valentina. Sabía que había formas mucho más fáciles, podían comprar el libro en español y simplemente traducir por Internet su ensayo terminado, podían ni siquiera verse durante todo el proyecto y solo juntar todo al final, pero ninguna de las dos lo quería, lo sentían, si así hubiera sido lo hubieran propuesto desde antes, pero por alguna razón, querían pasar tiempo juntas, querían conocerse.
El ambiente se sentía extraño, ambas lo notaban, desde que habían llegado a casa de los Carvajal Juliana se sentía extraña al ver a Valentina comportarse de una manera completamente diferente a la que se comportaba en la escuela, su forma de moverse e incluso de hablar hacia muy notorio que su hogar la hacía sentirse más cómoda; pero la incomodidad que se había creado ahora en la habitación era diferente, el hecho de que ambas chicas estuvieran solas en un área más cerrada como lo era la habitación de Valentina, después de que la misma se comportara de una manera más segura con Juliana, confundía mucho a la chica de ojos oscuros.
El comportamiento de Valentina era algo que Juliana no podía descifrar, era algo tan inestable como un día parecía que la chica morena lograba acercarse un poco a la joven Carvajal, para que un día después fuera una desconocida como el resto del instituto.
Juliana pensó en todos los acercamientos que había tenido con Valentina y como todos habían quedado inconclusos, desde el "Deja de hacerlo", hasta la vez que habían conversado cortamente en Twitter. Vio a Valentina, frente a ella y pensó en cómo se comportaba de una manera tan segura ahora que estaban en su cuarto, en su ambiente, como nunca la había visto así antes en el instituto, ni siquiera en el patio cuando habían estado solas anteriormente y una idea llego a ella, quizá era algo arriesgado, pero sintió que era el mejor momento para hacerlo, ahora que Valentina se veía tan cómoda, así que simplemente lo soltó antes de que su mente la hiciera arrepentirse.
-¿Puedo hacerte una pregunta, fuera del tema del ensayo?-Soltó de repente y por el gesto que se formó en el rostro de Valentina supo que era algo que la chica de ojos azules no se esperaba.
Por un momento la chica de ojos turquesa no contestó a la pregunta, se veía vacilante, como si no supiera si quería contestar o no.
Después de un momento simplemente aceptó.
-¿Qué quieres saber, Juliana Valdés?