La pequeña marca de una lagrima sobre la mejilla de Valentina la hizo volver a la realidad.
No estaba bien lo que estaba haciendo, no por el hecho de que fueran dos chicas, pero hasta cierto punto sintió como si se estuviera aprovechando de Valentina. La pálida chica estaba en un momento frágil, necesitaba un poco de apoyo y Juliana sintió que se había sobre pasado con ella.
-Esto no está bien.- Dijo finalmente sin tener respuesta por parte de la ojiazul.-Esto no esta bien.-Repitió e intento levantarse pero sintió sorpresivamente la mano de Valentina tomando la suya para que se quedara.
-Escucha.-Intento hablar la ojiazul pero Juliana rápidamente la interrumpió.
-No Valentina, perdóname ¿okey?, tu estabas pasando por un momento difícil y yo malinterprete las cosas y...-Su voz se apago al instante de sorpresa, cuando inesperadamente sintió los suaves labios de Valentina sobre su mejilla en un intento desesperado porque la chica morena dejara de hablar.
-Esta bien.-Susurro ligeramente la chica de ojos turquesa antes de dedicarle una delicada sonrisa con la esperanza de calmar un poco a la chica morena.
-No quiero que pienses que aproveche la situación.-Explicó Juliana.-Yo jamas había besado a una chica y no quiero que pienses que solo estaba experimentarlo, yo...-Se detuvo un segundo antes de continuar con una voz tenue.-Realmente quería besarte.-
-Lo se. Bueno mírame, ¿Quien no querría besarme?-Bromeo un poco la chica de ojos claros con la esperanza de relajar un poco al ambiente, dándose cuenta de que lo había conseguido al escuchar una pequeña risa por parte de Juliana.-Yo también estaba muy nerviosa la primera vez que paso.-Confesó.
-¿La primera vez que besaste a una chica?-
-Así es. Recuerdo estar en una fiesta con un par de amigas de mi antiguo instituto, todas estábamos demasiado intoxicadas y llevábamos probablemente horas bailando, hasta que sentí que una de ellas comenzaba a acercarse demasiado a mi de otra manera, ya sabes.-Explico a lo que Juliana simplemente asintió.-Pensé que era mi imaginación, que era por todo el alcohol que había bebido pero ella seguía acercándose y el alcohol en mi cuerpo comenzaba a reaccionar en mi contra, así que cuando ella estaba lo suficientemente cerca y comenzó a besarme no pude negarme, besar a una mujer es una sensación de otro mundo y yo lo acababa de descubrir.-
"Ni que lo digas."-Pensó Juliana, recordando la suavidad de los labios de Valentina sobre los suyos.
-Así que comenzó a pasar relativamente seguido.-Prosiguió.-Ya no era solo con ella y ya no importaba el nivel de alcohol que había en nuestra sangre, ya era casi una rutina besarme con alguna chica cada vez que salia, hasta que un día pensé "Mierda Valentina, ¿Que pasa contigo?" y me di cuenta de que eso era lo que me gustaba.-
-¿Te refieres a las chicas?-Cuestiono Juliana.
-Si, supongo que si.-Contesto la ojiazul.-No me gusta usar etiquetas, ni conmigo misma, ni con las demás personas, pero así es. Ni siquiera sé porque te estoy contando esto.-Soltó una risa nerviosa.-Podrías venderle esto a la prensa y seria una mierda.-
-No lo haré.-Se apresuro a contestar la chica de ojos obscuros.
Valentina simplemente le agradeció.
-Seria una mierda que lo hicieras, no solo por el escándalo que seria en todo el país, si no porque no quiero equivocarme al creer que puedo confiar en ti.-
Una ligera sonrisa se extendió en la cara de Juliana al pensar que a pesar de la cerrada forma de ser de la chica Carvajal, confiaba en ella.
-¿Podemos hoy simplemente no seguir con el trabajo?, después de el día que he tenido no creo poder concentrarme en nada sinceramente.-
Juliana asintió y se pregunto internamente si seria lo correcto preguntarle a Valentina acerca de su día, y que había pasado para que reaccionara así minutos antes, pero prefirió no hacerlo, no después del momento que habían vivido hace apenas unos minutos, no después de besarla, no quería arruinar nada de lo que había pasado, y se repitió a sí misma que cuando Valentina estuviera lista para hablar de ello, ella seria quien lo iniciara.
-¿Que quieres hacer?-Cuestiono Juliana con la intención de hacer algo con lo que la chica de ojos azules se sintiera cómoda.
-Háblame de ti.-
Y así empezaron a conocerse.
Comenzaron a hablar mientras los segundos se convertían en minutos y los minutos en horas.
El tiempo pasaba mas rápido que de costumbre pero ninguna de las dos lo notaba, o no les importaba que así fuera.
Se dieron cuenta de que quizá no eran tan distintas como lo parecían inicialmente.
Tenían cosas en común tan pequeñas que eran casi insignificantes, y tenían tantas diferencias que mas que distinguirlas una de otra, hacían que la curiosidad entre ellas creciera cada vez mas.
Ambas amaban la lectura, pero no compartían el mismo genero, amaban la comida pero de distintos tipos; los gustos que parecía que tenían en común eran de alguna forma una mas de sus diferencias.
Eran tan diferentes.
Por un momento Juliana se sintió agradecida de por primera vez tener una conversación, no solo fluida, si no también hasta cierto punto profunda con la chica de ojos azules. Amaba el echo de poder conocerla, de poder escucharla hablar de ella, de las cosas que le gustan, de cosas que la caracterizan, de cosas que le aterraban. Realmente lo disfrutaba, incluso mas que haberla besado, como si eso fuera posible.
Sabia que ya estaba en un punto sin retorno, quería conocer a Valentina de una manera en la que jamas le había interesado nadie, quería saber todo de ella, quería escucharla y que ella la escuchara, y sorprendente mente para ella, también quería volver a besarla.
Era un sentimiento tan fuerte y desconocido para Juliana, que no tardo en darse cuenta que no era simple curiosidad, que no era un simple "Crush" como algunos que había tenido anteriormente, ese día, después de hablar con Valentina por horas de nada mas que de ellas mismas, por primera vez acepto la idea que estaba rodeando por su cabeza desde hace ya algunos días.
Juliana Valdez acepto que se estaba enamorando, de una manera que nunca pensó, de Valentina Carvajal.