Capitulo 43.

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A penas terminó la carta se permitió leerla un par de veces más.

Su cabeza daba vueltas lentamente y su corazón latía a un ritmo poco habitual. Era demasiada información la que estaba recibiendo y con ella demasiados sentimientos también.

Volvió a tomar el sobre buscando algo más, algo que le diera calma a todo lo que estaba sintiendo en esos momentos y se sorprendió al encontrar un pequeño trozo de lo que parecía una servilleta mal cortada al fondo.

Lo que encontró dentro de ésta, más que calmarla, hizo que sus nervios aumentaran.

En la misma letra pulcra que tanto conocía de la chica de ojos azules (aún que un poco distorsionada, como si no hubiera tenido donde recargarse al momento de escribir aquello) estaba escrito lo que parecía un número de teléfono, acompañado de un último texto que haría que los sentimientos de Juliana se alterarán aún más.

"Sí quieres volver a verme, solo llámame y vendré.

Estaré en donde inicio todo.

Te espero en el amanecer."

Si no hubiera estado tan confundida en ese momento, probablemente hubiera reído. Todo parecía un tipo de película barata, con un mal acertijo al final.

Un gran signo de interrogación se formó en su cabeza. No entendía nada lo que estaba pasando. Hace sólo unas horas antes estaba en casa de Valles sola, triste e incluso decepcionada; ahora solo un poco de tiempo después Valentina había regresado.

Se dio tiempo de leer un poco más aquellas últimas palabras. Necesitaba entenderlas y comprender un poco de todo lo que estaba pasando en ese momento.

"Si quieres volver a verme, solo llámame..."

Por supuesto que quería volver a verla, más que nada en el mundo, pero las cosas tampoco eran así de sencillas. No la llamaría, obviamente; era algo que tenía claro justo después de haber leído aquel número. No importaba cuanto quisiera hacerlo, lo mucho que extrañará su voz o cuanto necesitara volver a verla. No la llamaría.

"Estaré donde inició todo.

Te espero en el amanecer."

"Donde inició todo", solo hacía que dos lugares llegaran instantáneamente a la mente de la morena.

1-El patio del instituto; y, 2-La casa de Valles.

Pensó en la primera opción.

El instituto era el lugar donde se había visto por primera vez y en el patio habían tenido su primera conversación, y era donde habían comenzado a conocerse; tenía un poco de lógica al principio, pero pensándolo más a fondo, que estuviera en el instituto no era algo que fuera muy probable. Eran vacaciones, lo que significaba que estaría cerrado en primer lugar, además no tenía mucho sentido que Valentina quisiera hablar específicamente en la escuela.

Por otro lado, estaba la casa de Valles.

Le hacía sentirse estúpida el solo pensarlo. El volver ahí, cuando ya había estado ahí sola en más de una ocasión esperando a la chica de ojos azules, sin respuesta, hacía que se sintiera físicamente mal. Aunque, viéndolo con algo de lógica, era la opción más clara, "te espero en el amanecer", concordaba sin duda con la promesa que habían hecho un tiempo atrás.

Pensó sus opciones. Podía ir al instituto, pero dentro de ella sabía que Valentina no estaría ahí, era lo suficientemente poco probable como para no intentarlo; podía quedarse en su casa y fingir que nada de lo anterior había sucedido, ultimadamente ya había pasado un mes sin la chica de ojos azules. Podía intentarlo, podía fingir que era lo que quería y no ir en busca (de nuevo) de Valentina, pero, ¿realmente era lo que quería?

La respuesta era clara.

Sin alguna otra opción aparente, decidió volver a casa de Valles. No sabía con certeza si Valentina estaría ahí o no, aunque dentro de ella realmente esperaba que así fuera. Era su último movimiento sobre el tema. Sí al llegar se encontraba con la casa vacía o sin algún rastro de la chica de ojos azules, simplemente dejaría de intentar, ya no habría otra oportunidad para lo que había entre ella y la ojiazul, no importaba cuanto la amara, cuanto la extrañara o cuanto quisiera respuesta a todas las preguntas que le habían surgido el último mes. Ya era suficiente, no podía soportar más, estaba cansada.

Pidió un taxi y antes de que pudiera asimilar la situación ya estaba en camino a casa de Valles.

Sus manos sudaban y su corazón golpeaba violentamente contra su caja torácica. Agradeció ir sentada en el auto, porque no estaba segura de que sus temblorosas piernas pudieran mantenerla de pie.

Sus ojos marrones miraban fijamente la ventana pero su mente no podía enfocarse en ninguna de las cosas de ahí afuera. Estaba cerca, lo sabía, no porque estuviera realmente ubicada, sino porque había ido tantas veces a esa dirección, que probablemente lograría llegar con los ojos cerrados.

Giro su cabeza un momento pensando en su quizá futuro encuentro con la aguazul. ¿Seguiría igual que siempre, o habría cambiado en algo?, ¿Seguiría viéndola con la misma mirada azul llena de ternura y con aquella sonrisa seria que hacía que su corazón se acelerara?

Una voz masculina la sacó de sus pensamientos.

-Señorita, hemos llegado.

Los nervios cayeron sobre su cuerpo como un balde de agua fría. Una parte de ella quería simplemente regresar, pedirle al chófer que diera la vuelta y volver justo por donde habían llegado.

La otra la hizo en silencio simplemente pagar el viaje y bajar del auto.

Estaba nerviosa, por supuesto, como solo situaciones relacionadas con Valentina la hacían estar, pero más que nada estaba decidida, sabía que lo que sucediera hoy era el ultimátum, no había otra ocasión para algo más. Podía ser el final de una historia breve que apenas estaba iniciando, o podía, en efecto ser el inicio de todo.

Camino hacia la entrada un poco sorprendida de que a estas alturas sus piernas siguieran reaccionando y sintió su corazón detenerse un micro segundo, tuvo que pestañear un par de veces para asegurarse de que sus ojos o su cerebro no le estaban jugando una mala broma.

La puerta estaba abierta.

Eran a penas un par de centímetros, si Juliana hubiera estado un poco más lejos probablemente ni siquiera lo hubiera notado, pero ahí estaba.

Sabía lo que eso significaba: estaba en el lugar correcto.
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5

For Her. (JULIANTINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora