53-2° Prueba: Como entrenar a tu dragón

1.2K 56 62
                                    

Las reuniones en el andén 9 y ¾ después de las vacaciones en Navidad tenían un encanto especial: los amigos tan sólo se habían separado un par de semanas, pero aún así se saludaban como si hubieran sido meses sin verse los unos a los otros.

-¿Qué tal las vacaciones?-le preguntó Lucy a sus amigas.

-Más aburridas al no ir a la Madriguera.-respondió Lyssander.-Pero estuvo bien igualmente. Lorcan y yo jugamos al parchís.

-Nunca he jugado a eso.-dijo Alice.

-Es divertido.-aseguró Lyssander.

-Y en mi casa tengo prohibido jugar a las cartas.-añadió Lorcan.

-Normal.-dijo Fred.-La única persona contra la que es peor jugar a las cartas que tú es tu novio, que por cierto tiene una pésima habilidad para tejer.

-¿Por eso por mi cumpleaños me llegó esa especie de manta con tres agujeros?-preguntó Lorcan.

Louis asintió con la cabeza.

-Extrañamente, al que mejor se le dio tejer de nosotros fue...

-¡Astrid!-exclamó James, saludando a su novia.

-No, eso no es lo que iba a decir.-dijo Louis, pero James salió corriendo.

Astrid estaba guardando el baúl en uno de los hangares del tren. No le fue difícil ver a su novio, pues este corría hacia ella. Ya se había puesto el uniforme e iba con una mochila a la espalda. Tenía el pelo revuelto y la nariz roja por culpa del frío, pero no llevaba bufanda.

James redujo la velocidad al acercarse a ella (una vez habían chocado y había tirado a Astrid al suelo sin querer).

-¡Tengo algo para ti!

-Dijimos que nada de regalos de Navidad.-le recordó Astrid.

-Tómalo como un regalo de aniversario adelantado.-dijo James mientras rebuscaba en su mochila.

A Astrid le resultó raro escucharlo decir eso, pero no porque le hubiera comprado algo, sino porque ya llevaban un año juntos.

James sacó un paquete envuelto en un brillante papel rojo con dibujos de renos y árboles de Navidad. No estaba muy bien envuelto, pero se notaba por el enorme lazo plateado que había intentado que quedara lo mejor posible. Astrid rompió el celo con cuidado y sacó lo que había en su interior: un jersey verde esperanza hecho a mano, con una enorme A en el centro.

-¿Te gusta? ¡Lo hice yo!-sonrió James, muy orgulloso.

Era un poco grande para ella, pero Astrid sonrió.

-Me encanta.-dijo. Levantó la vista del jersey y miró a James, que la observaba con sus brillantes ojos verdes llenos de emoción.

Astrid llevó una mano a su pecho y le dio un suave beso en los labios.

-Ven un momento, te quiero presentar a alguien.-dijo cuando se separaron. Agarró a James de la mano y lo llevó hacia otra zona del andén.

Alice y el resto de sus amigos observaban la escena como la panda de cotillas que eran.

-Así que un jersey ¿eh?-preguntó Alice.

Louis asintió con la cabeza y les enseñó a sus amigas las manos, que estaban más rojas de lo normal y tenían alguna tirita.

-¿Os torturaron con las agujas?-curioseó Lyssander, confundida.

-No, nos pasamos las vacaciones tejiendo.-se lamentó Fred.-Veréis, lo que ocurrió fue que...

Hogwarts es sinónimo de problemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora