Hogwarts es sinónimo de problemas

41-Visita turística a San Mungo

Los motivos por los cuales el día de Lucy estaba siendo un desastre eran varios:

1) Tenía que entregar un trabajo de investigación en una semana para Encantamientos y no había comenzado. No era que el tema “Mortífagos desde los años 50 hasta la actualidad” no fuera interesante, pero ponerse a leer libros sobre gente que encerraba a los nacidos de muggles en mazmorras no le entusiasmaba.

2) La ruptura con Louis seguía siendo difícil de llevar. Habían pasado un par de semanas desde aquella y el sol de marzo los había sacado del frío del invierno, pero para Lucy era como si una nube se hubiera asentado permanentemente. Sus amigas hacían lo posible por distraerla y que pensara en cualquier cosa que no fuera Louis, al que había empezado a evitar hasta a la hora de la comida, pero el merodeador siempre conseguía colársele en los pensamientos. Concretamente, se colaba la imagen de él segundos antes de marcharse. Lucy podía haberlo detenido, pero en el fondo sabía que Louis tenía razón.

3) Ilya y Lily. A estas alturas Lucy había intentado todo lo posible para conseguir que esas dos colaborasen, pero era más difícil de conseguir que un extraordinario en DCAO. Lo peor de todo era que mientras no trabajasen juntas el equipo estaba perdido, Lucy no podía seguir interponiéndose entre ellas en los partidos.

-¡Eso ha sido falta!

-¡Estamos en el mismo equipo!

En ese momento estaban gritándose en medio del entrenamiento, o el que había sido el entrenamiento hasta que empezaron con la pelea. Hasta ese momento todo iba bien: Hugo, de un humor mucho mejor del habitual, había parado casi todo lo que le habían lanzado, Lestboirnes había mejorado a la hora de capturar la snitch y hasta Fred se estaba esforzando por mejorar en vez de soltar comentarios negativos por algún milagro del universo.

Pero claro, tenía que arruinarse.

-Dejad de comportaros como crías.-les dijo Hugo, intentando separarlas. Era el que solía encargarse de los problemas cuando Lucy ya estaba harta.

-Ha empezado ella.-gritó Lily, señalando a Ilya, que le hizo una mueca de forma despectiva.

Lucy se masajeó las sienes, cansada.

-No importa quién haya empezado, lo importante es que os calméis.

Por mucho que Hugo intentaba poner orden esas dos se seguían gritando. El resto del equipo miraba la escena, sin estar seguros de que hacer.

-¿Las separamos o…?-preguntó James.

-Solo si quieres un puñetazo.-respondió Lestboirnes.

-Ya estoy harta de jugar contigo.-gritó Lily.

-¿Entonces por qué no te largas?-preguntó Ilya.

-¿Por qué no te largas tú?

-Yo llegué antes.

-¡Pues yo juego mejor!

-Como sigas así te voy a meter esa chulería por el…

-¡BASTA YA!-gritó Lucy con tanta fuerza que consiguió callar a Lily, Ilya, el resto del equipo y las pocas personas que observaban desde las gradas.

-¡Ha empezado ella!-se acusaron mutuamente.

-Me importa una mierda quién haya empezado.-las cortó Lucy. Se puso en frente de ambas y colocó las manos en las caderas. Nunca la habían visto tan enfadada. Los miembros del equipo para los que no iba la bronca retrocedieron un par de pasos, asustados.-¿Creéis que podremos ganar el próximo partido si seguís discutiendo?

El tono de Lucy era autoritario y demandante, como si les estuviera riñendo por algo mucho más serio e importante.

-Yo…-comenzó a decir Lily, pero mierda, su prima sabía cómo intimidar.