44-Estrella invitada: Draco Malfoy

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-Empiezo a pensar que no vamos a encontrar nada aquí.-dijo Frank. Llevaban casi dos horas buscando el rastro de ceniza de la ashwinder, pero no habían encontrado absolutamente nada. Frank creía que se debía a que Dominique, el único miembro competente del grupo, se había marchado para, literalmente: Hacer que mis hermanos deseen no haber nacido.-¿Tú qué crees Scorpius?-No obtuvo respuesta.-Scooorpiuuussss.-lo llamó de nuevo, agitando la mano frente a su cabeza.

Esta vez pareció funcionar, pues Scorpius levantó la mirada del suelo.

-¿Qué te ocurre?-preguntó Frank.

-Nada importante.

-Oh, venga ya, llevas todo el día pensando en yo-que-sé, y teniendo en cuenta que tu otra preocupación es que el colegio pueda arder tengo la sensación de que es muy importante.

-No es nada, de verdad, solo estoy distraído por los TIMOS.-se justificó.

-¿Alguna vez te han dicho que mientes de pena?

-Mi padre en más de una ocasión, si.-estuvo de acuerdo Scorpius.-Pero ahora digo la verdad, estoy bien.

Frank alzó una ceja, pero no dijo nada. Respetaba que Scorpius no quisiera hablar, después de todo apenas se conocían, pero eso no significaba que no estuviera un poco preocupado. Eso era parte de la personalidad de Frank: podía no conocer a la otra persona, pero su carácter social le hacían querer ayudar a cualquiera, fuera cual fuese el problema.

-¿Así que le pegaste a un tipo?-cambió de tema Scorpius.

-Se lo merecía.-dijo Frank, siguiéndole el juego.

-Siempre pensé que tú y Lestboirnes no os llevabais bien.

-No exactamente.-explicó Frank, encogiéndose de hombros.-Peleamos y discutimos sin tener realmente ningún motivo para hacerlo, solo para molestarnos el uno al otro, pero si alguien se mete con él no me voy a quedar mirando. Lestboirnes tiene sus cosas, como todos, pero en realidad es bastante genial. Es un poco tímido con los desconocidos, pero se le da bien el quidditch y por lo general es amable con las personas, a pesar de toda la mierda que tiene que aguantar. Te advierto que como le digas a alguien que hemos tenido esta conversación o que lo he llamado por su nombre completo el próximo en tener un ojo morado serás tú.

A pesar de ser una amenaza consiguió que Scorpius se riese un poco.

-Mis labios están sellados.-prometió, metiendo las manos en los bolsillos.-Aún así me sigue sorprendiendo que…

Scorpius interrumpió la frase a la mitad y comenzó a toser. Al principio como si se hubiera atragantado, pero cada vez se volvieron más fuertes. Se tambaleó un poco y Frank lo agarró del hombro para que no se cayese. Scorpius se encogió un poco sobre sí mismo, sacó un pañuelo de su bolsillo y lo puso en su boca.

-Ey, ¿estás bien?-preguntó Fank.

Scorpius continuó tosiendo durante varios minutos. Cuando paró apartó el pañuelo de su boca. Estaba lleno de sangre.

Scorpius estaba tirado en el suelo, con la cabeza apoyada en la piedra, los ojos cerrados y los pulmones moviéndose con dificultad. El grupo de personas que había a su alrededor se quedó paralizada. Todo había ocurrido demasiado rápido; Scorpius estaba en pié, mostrando una ligera pero agradable sonrisa y entonces se paraba de pronto, con la vista perdida y caía al suelo antes de que nadie pudiera reaccionar.

-¡Scorpius!-gritó Frank.

Esa acción fue lo que hizo despertar a los demás, o por lo menos a Louis, que se acercó mientras el resto veía la escena con los ojos como platos, sin haberla procesado todavía. Nadie iba a hacer nada, o por lo menos no daba la impresión de que alguno fuera a moverse, así que les tocaba a él y a Frank ayudarlo.

Hogwarts es sinónimo de problemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora