Hogwarts es sinónimo de problemas

20-Beso de buena suerte

-Hemos tardado siete temporadas y un año, pero al fin hemos llegado a este momento-lloró Lucy.

Lyssander le pasó el paquete de pañuelos mientras se abrazaba a Astrid, la única que parecía inmune.

-¿Por qué estáis llorando?-le preguntó la pelirroja.

Lyssander no lloraba, pero a Alice y Lucy se le escapaban un par de lágrimas. Entre las tres miraron a Astrid cómo si estuviera loca.

-Es una boda, la gente llora en las bodas-explicó Lucy.

-Pero...

-Es la vida de Chandler y Mónica, como digas que no es real te parto los dientes-amenazó Alice.

Astrid decidió callarse y prestar atención a la pantalla. La verdad, la pareja que se estaba casando no solo era su favorita de la serie, sino de toda la televisión. Era una de las pocas relaciones amorosas que no se le volvían cansinas a lo largo de las temporadas.

Cuando el capítulo acabó lo hizo con la cantidad de drama adecuado. Astrid ya se había visto la serie y sabía que iba a ocurrir, pero Alice, Lyssander y Lucy soltaron un ¿¡QUE!? de sorpresa mientras veían los créditos.

-¡Esto no se va a quedar así!-exclamó Alice, agarrando el mando de la tele.

Astrid rodó los ojos mientras Lucy y Lyssander comentaban el final.

-Son las doce de la noche, dijimos que el último y listo-les recordó Astrid.

-¡No! ¡No las escuchéis! ¿Quieres que te rompa la cara?-preguntó Alice.

Astrid sabía que su amiga podría hacerlo, pero también que no se atrevería. Lucy se hundió aún más en el cojín.

-Creo que Astrid tiene razón.

-¡Pues claro que no! ¿A qué acabo contigo también?

-Mañana tengo partido de quidditch ¡El primero de la temporada!-les recordó Lucy.-Tengo que descansar.

-Es la primera vez que no estás nerviosa antes de un partido-señaló Lyssander.

Lucy negó con la cabeza.

-Tengo ganas de morir, pero prefiero confiar en mis habilidades y en mi equipo.

-Tú confianza en James y Fred da miedo-dijo Alice.

-Al menos ella no me lió con ninguno-señaló Astrid con sorna.

Tras los castigos de hacía un mes la relación entre los Merodeadores II y las Merodeadoras había mejorado bastante. McGonagall estuvo encantada al ver los resultados, pero eso duró poco al saber que iban a seguir con su guerra.

<<-Ahora nos llevamos bien y no iremos a matar, pero no podemos dejar de lado nuestra competencia por ver quién gasta las mejores bromas-explicó Lyssander.
-Es cuestión de honor y orgullo-la apoyó Fred>>

McGonagall estuvo a punto de matarlos y los castigó de nuevo en Halloween limpiando baños (está vez con una vigilancia decente), así que le habían dado un par de días de descanso a la directora.

Cuando las Merodeadoras se reunieron para contarse sus respectivas historias jamás esperaron que la de Alice terminara con ella y Fred liándose en el armario de pociones.

Las reacciones de sus amigas fueron recibidas desde una carcajada (Lyssander y Lucy) hasta un <<-¿En serio? ¿Fred?>> (cortesía de Astrid).
Alice le había quitado importancia con un ademán, pero las bromas no habían cesado en todo el mes. Casi habían sustituído a las de Lucy y el incesto, pero para desgracia de la Merodeadora esa nunca se agotaría.