38-Con la expulsión en los talones

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Si Lucy no había matado a Ilya y a Lily todavía era porque Hugo la había convencido de que era una pésima idea.

No era que esas dos se llevaran mal, eran enemigas acérrimas dispuestas a arrancarse la cabeza la una a la otra. Había momentos mientras jugaban, cuando Lucy estaba entre ambas y no tenían que cooperar directamente, que la cosa funcionaba, pero a la mínima que entraban en contacto estaban dispuestas a saltar la una a la yugular de la otra.

-¡Tu pase fue demasiado lento!-exclamó Lily mientras Lucy se preguntaba en qué momento había sido buena idea añadir a su prima al equipo.

-Mi pase fue perfecto, eres tú que vas rápida.-masculló Ilya. En realidad, su pase había sido demasiado lento, pero ni loca lo admitiría en voz alta.

Lucy intentó poner orden.

-Es imposible que se pueda conectar tan pronto. Nos hicieron falta dos años para que este equipo conectara, es normal que haya fallos en una semana.-explicó, manteniendo la calma cuando lo que quería de verdad era pegarles un par de collejas. En cambio les dio a ambas unas suaves palmaditas y las mandó a cada una a un lado diferente de la cancha.

Si montaba las estrategias de manera que no entraran directamente en contacto tal vez podrían ganar. Miró de soslayo al resto de su equipo, que estaba volando a unos metros de distancia y observaban la escena como una panda de cotillas.

-¿No deberíais estar entrenando?-inquirió Lucy, en un tono tan amenazante que consiguió que al resto les recorría un escalofrío y se marchase volando, cada uno a su puesto. Sabían de sobra que su capitana era capaz de ponerlos a dar vueltas como castigo. O peor aún: hacer abdominales.

Lucy suspiró, puso las manos en las caderas y salió detrás de las otras cazadoras. Debían practicar si querían ganar el próximo partido. Hufflepuff nunca había sido una amenaza importante, pero Kyla había ascendido a la capitanía y al parecer habían mejorado mucho. Slytherin tenía a Hit como su nuevo capitán y de no ser porque Molly le habría dejado de hablar Lucy ya habría estampado su cara con un quaffle.  Además, por muchos cambios que hubiera en Slytherin el equipo no parecía empeorar ¿Qué mierda desayunaban en esa mesa para ser tan fuertes y dónde podía Lucy conseguir un poco?

-Vamos a intentarlo de nuevo, pero esta vez dame a mí el pase.-dijo Lucy a Ilya, que asintió con la cabeza.-Y tú estate en la posición que habíamos acordado.

-Entendido.-sonrió Lily.

Lucy dio una palmada para iniciar la jugada. Lily voló con rapidez hacia la zona que le había indicado. Su prima podía ser novata, pero tenía el mismo talento que sus padres. A Lucy le parecía un poco injusto. Ella había tardado meses en aprender algo que a Lily le salía de manera natural. Intentó pensar en otra cosa, pues continuar por esa línea no le llevaría a ningún lado. Además, Lily era pésima para trabajar en equipo. A su prima le gustaba que la atención recayera en ella y estaba dispuesta a enfrentarse a tres cazadores si creía que podía marcar.  Lucy quería demostrarle que si hacía eso solo conseguiría fallar, pero era lo suficientemente buena para enfrentarse a Lucy cara a cara y salir ganando.

El resto del equipo estaba haciendo otro entrenamiento. James y Fred practicaban intentando lanzarle la bludger hacia Lestboirnes, un ejercicio bastante complicado teniendo en cuenta su habilidad para desaparecer. Hugo estaba en frente de los aros, esperando a Lucy y las demás llegasen para poder hacer algo.

Los entrenamientos solían ser muy repetitivos y al no haber tanta gente no se enfrentaban a situaciones muy realistas. Necesitaba un nuevo modo para practicar, necesitaba…

-Hey, ¿qué hacéis en nuestra hora del campo?

Miró abajo. El equipo de Ravenclaw estaba en la cancha, vestidos para jugar.

Hogwarts es sinónimo de problemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora