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Su padre no lo parecía, pero era inteligente. Sabio y preciso.

En esos últimos días había aprendido que su inteligencia no hacía más que incrementar, su capacidad de percibir los detalles con facilidad, sus reflejos, su necesidad de examinarlo todo y comprenderlo.

Resultaba molesto saberlo todo cuando en realidad debía aprender solo un cuarto de ello en el transcurso de su vida. La gente moría sin saber muchas cosas y es así como debía ser. Pero, su cabeza era como una computadora. Todo lo cuestionaba y lo analizaba hasta tener una conclusión concreta y que le satisficiera.

Precisión, sabiduría e inteligencia. Las tres cualidades más significativas de un Dios de la muerte.

Tomó el tablero del suelo una vez que el rompecabezas estuvo armado, lo alzó en el aire y le dio la vuelta para hacer todas las piezas. Raven le miró desde el sillón con extrañeza siendo la cuarta vez que repetía el mismo proceso.

Armar, desarmar, armar, desarmar.

Empezó con las esquinas, hincado en el suelo absorto en sus pensamientos más que en el rompecabezas. Armarlo ya era algo que su cuerpo hacía automáticamente. Necesitaba liberar estrés.

Creía entender las intenciones de los adultos por presentar a una contra parte suya. Estaban totalmente aterrorizados de él.

Palette no era más que un tranquilizante, un inhibidor, una ofrenda para que no cruzara la línea. ¿Era así de peligroso?

Estaban previniendo que decidiera usar sus habilidades para ir por ahí asesinando gente al azar. Sí, era eso.

Dream, Ink, Berry, los protectores del multiverso.

Reaper, el Dios de la muerte.

E incluso Nightmare y su equipo estaban al tanto de la situación, asustados.

Tenía una teoría, pero no era del todo concreta. Sentía que todos se habían juntado, debieron haber formado un comité o una élite especial para decidir qué hacer con él. Lo sentía, su padre siempre llegaba tarde y sus subdesarrollados sentidos comenzaban a trabajar. Ink también venía constantemente a hacer preguntas, a ver como estaba y como se sentía.

Siempre traía a Palette.

Y si no era él, era Error. Finalmente lo había conocido, pero no para bien. Además, ¿no era sospechoso que Dream viniera queriendo darle apoyo moral? Casi como si le ofreciera terapia.

Pero, no eran los únicos. En solo unos meses había conocido a la mayoría de las amistades de sus padres. Le estaban prestando mucha atención, excesiva atención. Le disgustaba mucho eso. Debían saber que podía matarlos con solo desearlo, pero también debían saber que no lo haría.

Nadie le tenía más miedo que él mismo. Sus habilidades eran despreciables, desagradables, odiosas.

Levantó el tablero regando las piezas en el suelo nuevamente haciendo a Raver saltar de nuevo. — ¡Papá, Goth está haciendo es de nuevo!

Toda evidencia señalaba a que su teoría podía ser correcta.

Un 97% correcta con una probabilidad mínima probabilidad de estar equivocado.

Estaban asegurando su futuro como si fuera alguien que en algún momento los juzgaría. No lo haría, todos vivirían hasta que Reaper decidiera que ha sido suficiente, él no. Quería que lo supieran, pero, incluso si lo sabían, siempre existiría una duda sobre él.

Mordió su uña armando la misma esquina del rompecabezas.

Le molestaba tener a tanta gente encima y la peor de todas, era Palette.

Era tan molesto.

— ¿Qué pasa? —Apareció Sorell en la sala.

— ¿Dónde está papá?

—Salió.

—Bueno, ¿y el otro?

—Está durmiendo. — Mordió su uña con fuerza y dio vuelta al tablero una vez incluso si estaba incompleto, Raven chilló.

— ¡Eso! ¡Dile que dejé de hacer eso, me da escalofríos! — Salió. ¿Reaper había salido...en plena noche? Claro, el anti-void no mostraba un formato de día o noche, pero tenía medido el tiempo. Había recibido muchos juguetes y artilugios del consejo que buscaba un seguro de vida.

Ink le había dado un reloj que seguía el tiempo del universo más cercano. Era de noche. Cas media noche. Raven estaba despierto porque el azúcar en su ser aún no se disolvía totalmente, pero él no tenía planeado dormir.

Ahora, volviendo con Reaper. ¿A dónde? ¿Por qué? A esta hora en la que se supone que deberían estar dormidos. Podía estar trabajando, recogiendo almas en alguna parte, pero...Había hecho un acuerdo en su universo para deshacerse de las horas nocturnas.

Debía estar aquí, ¿por qué no estaba aquí?

El consejo.

Debía estar con ellos hablando sobre él, haciendo un expediente sobre el Dios más peligroso del multiverso. ¿Y si un día decidiera volverse malvado y atacar a alguien? ¿Lo asesinarían? Debían hacerlo, debía ser lo que estaban tratando de evitar. No querían llegar a— ¡Goth! — Volteó con los ojos bien abiertos y las ojeras bajo sus cuencas. Sorell estaba enfrente y Raven detrás de él, aferrándose a su brazo con una expresión de terror. Sabía lo que significaba, había estado murmurando cosas.

—Lo siento. —Siempre era así.

Se levantó y caminó hacía su habitación llevando consigo el rompecabezas. 

Just Call It Love || PothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora