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No le gustaba ser examinado.

Él examinaba a las personas, pero no estaba acostumbrado a que lo examinaran a él.

Dante le miraba con grandes dudas, podía verlas casi tan claro como si las tuviera escritas en la frente. Nunca había dejado su casa, pero Incubux lo había convencido de salir y conocer a alguien como él.

Claro, de una manera intelectual y en carácter, no es como si Dante también fuera un demonio que podría desatar el infierno ahí mismo. —Ah. —Goth se sobresaltó, eso fue lo único que Dante dijo luego de mirarlo por un largo. De la nada había llegado a la conclusión de que no tenía nada de interesante y volvió la vista a la revista dando vuelta a la página.

No era una indiferencia fingida, todas sus dudas se habían desvanecido ahora que tenía claro quién era. —Te lo dije. —Susurró Incubux a su lado conteniendo la emoción de su voz.

Ya. Ahora lo entendía. Dante era tan antipático y estaba tan desconectado de la vida como lo estaba Incubux. Y él al parecer.

Incubux tomó una silla y la arrastró lo más cerca posible de Dante para poder ver la revista también. —Siéntate si quieres. —Sugirió en de anteojos señalando otra silla cercana con un desdén que jamás había presenciado en un moral. —Pero, primero voy a decirte algo. —Levantó la cara con gran impasibilidad. —No esperes a que pase algo impresionante. Es más, ni siquiera esperes a que pase algo. — Dio vuelta a la página.

— ¡Oh! ¡Podría reventar algo si quieres! — Exclamó Incubux ansiosamente alegre.

—No existen opiniones estúpidas, solo estúpidos que opinan. —Suspiró Dante pasándole la revista para mirar a Goth. —Déjame informarte que este imbécil te trajo hasta aquí para hacerte gastar el tiempo de tu desgraciada vida. La cual, por cierto, he oído que es bastante frustrante. — Se levantó para ir hacia la cafetera más cercana del laboratorio. —Tú que tienes experiencia, ¿vivir en agonía constante es agradable? ¿Hay un momento en el que te hartes de ti mismo?

—...Siempre.

—Hmm. —Torció la boca. — ¿Y qué nos queda por hacer, Goth? —Se encogió de hombros y Dante lo miró fijamente con una leve sonrisa.

—...No eres un tonto para tu edad como esperaba que lo fueras. Los niños siempre son tontos, por eso los odio...No me gustan los niños. —Musitó. —Ni siquiera me gustaba yo cuando era un niño. —Rio encogiéndose de hombros.

Goth se dio la oportunidad de escanear al chico, sus palabras le habían encantado. Tenían bastante sentido si las repetía él mismo, jamás se gustó de niño. —Ni siquiera sé si me gusto ahora. — Declaró atrayendo la atención de Dante.

—...— Dante lo procesó un momento con profunda seriedad antes de carcajear. — ¡Vaya! ¡Así que si hablas! Lo siento, me sorprendiste. Casi me ahogo. Me queme la lengua. — Sopló tratando de aligerar el dolor.

Dante. 

No pudo haber heredado nada de Science más que la mala vista. Claro, tenía el mismo humor que inundaba Underfell. Esa capacidad para tomar sus debilidades y volverlas una broma, desprestigiarse a carcajadas y seguir con su vida como si nada. Era mentalmente fuerte y absolutamente estable, pero necesitaba reírse de algo y la burlas hacia su persona no lo degradaban, sino al contrario. 

Alimentaban su ego.

Reírse de uno miso y vivir tranquilo con ello era un poder impresionante. No todos podrían menospreciarse y continuar su vida, no, debían darle más importancia de la necesaria incrementando el vacío interno llegando a deprimirse y volverse inseguros.

Dante no. Tenía el desinterés de uno mismo como nadie podía tenerlo. Podría mirarse al espejo y enumerar todo lo que no le disgustaba de él. Y bueno, ya, es todo, la vida sigue.

Ese tipo de personas...Necesitaba a ese tipo de personas en su vida.

—Y dime, Goth. — Habló tomando lugar sobre la mesa. — ¿Has oído del consejo? —Los ojos se le abrieron como platos. Dante elevó la taza hacia la comisura de sus labios curvados en una sonrisa maliciosa. —Sabes que siempre eres el tema de conversación, ¿no? —Pestañeó. —No has visto como se cagan de miedo por ti. Puedes rescribir todo el multiverso, pero se nota que no quieres. Supongo que ellos no lo saben todavía. 

Just Call It Love || PothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora