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— ¿Has dormido hoy? —Fijó sus ojos en el angustiante aspecto demacrado de su novio. Cansado y con ojeras bajo los ojos.

—Solo un poco. — Musitó reordenando su colección de tazas sin lavar.

— ¿Qué pasa?

—...Nightmare...— El rey de las pesadillas no lo dejaba en paz. Había vuelto con los ataques masivos de pesadillas, películas pregrabadas en su cabeza con imágenes grotescas y más que nada, sangrientas.

Se preguntaba si esa clase de sueños eran los que tendría el resto de su vida. Había oído a su padre vagar por la casa durante la noche, a horas bastante cuestionables.

¿Era eso? ¿También tenía pesadillas?

Debían ser complementos de su trabajo, la repetición de su recolección de muertes del día.

Dream jamás se apiadaría de él y Nightmare mucho menos. No podían torturarlo de cerca así que lo harían de lejos.

Palette se acercó sutilmente, recogiendo todas las tazas de café de esa noche para llevarlas a la cocina. Goth esperó con impaciencia su regreso, manteniendo sus ojos en la puerta para poder verle entrar. Sonriente y compasivo como siempre.

Le hacía sentir en paz.

Palette atrajo una silla hacia su lado ofreciéndole uno de sus postres favoritos. —La próxima vez que no puedas dormir, dímelo. —Su tono suave hizo a Goth encogerse de vergüenza, estando tan cerca y siendo tan sutil en su trato le hacía estremecer. Daba vuelta a su alma. —Velaré contigo cada noche hasta que el día en que puedas tener un sueño reparable.

El rostro se le ruborizó. Sus pómulos blanquecinos decorados en un tenue violeta lo hacían ver precioso, su encogimiento y su mirada puesta en el suelo lo volvía tan frágil.

Palette siempre quedaba encantado con sus reacciones tan cohibidas.

—...Gracias. 

Just Call It Love || PothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora