|| Cinco años ||

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Escuchaba mucho que los gatos negros traían mala suerte, aun así, siempre quiso uno. Eran suaves, peludos, lindos y tenían esos ojos que lo hacían reflejarse. Eran profundos, casi sentía que podían ver a través de él.

Desprestigiaban mucho a un gato por su pelaje cuando solo era un rumor. A Goth le parecían geniales. El negro era elegante y podían perderse fácilmente entre las sombras. Le gustaba el ronroneo, sus ojos verdes, su fino andar y sus delgados bigotes.

Ni hablar de lo limpios que eran, podían ser algo ariscos, pero era igual, todo felino tenía su carácter, pero no quitaba el hecho de que siempre buscaban ser mimados.

Siempre quiso un gato negro que trajera mala suerte. Al menos podría culpar a alguien de todas sus desgracias. La mala suerte.

Una vez conoció a un minino que se paseaba por las calles de uno de los tantos universos en los que se escondía. Siempre quiso un gato, y un día tuvo uno por tres segundos.

Toda su vida querría un gato, pero, se negaba rotundamente a tener otro. 

Just Call It Love || PothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora