Just Call It Love || Poth

‖ 48 ‖

Goth parecía sentirse cómodo a su alrededor. No lucía tenso ni malhumorado sino, relajado. Con la guardia abajo dando a luz a ese yo que tenía dentro, ese que se ilusionaba con abrir una caja o comer dulces a altas horas de la noche.

Un niño.

Ya no trataba de indagar en sus pensamientos, las acusaciones habían parado, ya estaban claras. Todas las cartas habían sido expuestas sobre la mesa. Goth era mucho más sincero con él de lo que pudo haber sido en toda su vida.

Era más abierto, a pesar de ser de pocas palabras, siempre que algo lo incomodaba o le causaba ansiedad se lo decía. Cualquier cosa. Exponía sus sentimientos con una timidez encantadora y sus acciones siempre estaban llenas de duda y confusión, planteándose si lo hacía bien o no; su mirada ruborizada y voz balbuceante cuando se dirigía a él.

Le extendió el plato con gelatina poniendo esa expresión llena de inocencia y serenidad. Palette sonrió tomando solo un bocado de ella.

Los postres era algo que Goth no compartía con sus más íntimos amigos, pero él era la excepción. Eso le hacía sentir especial, le daba una idea de que significaba para Goth más de lo que había imaginado.

Se había convertido en algo importante. Una persona importante a la que quería tener contenta e informada de su pensar y querer.

No supo cuando Goth empezó a ansiar sus visitas, dejando a sus amigos de lado e incluso las torres de naipes o el rompecabezas sin terminar. Le ofrecía un espacio cercano, le pedía entrometerse en su juego y ayudarle a terminarlo.

Esas torres sagradas que solo él podía tocar, los dulces que únicamente él estaba destinado a probar, Y las distintivas actitudes que solo a él tenía permitido apreciar.

Goth podía ser un genio, un prodigio, un Dios poderoso; pero, relacionarse con los sentimientos lo volvía torpe. Podía controlar todo lo que pasaba a su alrededor, manipular personas y burlarse de la élite torciéndoles los planes estando en otro mundo y sin siquiera conocerlos; pero sus sentimientos no podía controlarlos, no podía exigirles ordenarse de la que más le gustaba y la que menos le favorecía.

Goth era espontaneo e increíblemente inhábil cuando se relacionaba consigo mismo. Con ese yo interno que cargaba todo tipo de sensaciones y emociones.

Eso le gustaba, le divertía. Ahora que Goth no tenía que preocuparse por buscar culpables, ni él debía preocuparse por ser descubierto, podía divertirse viendo como Goth trataba consigo mismo.

¿Cómo podría matarlo?

No tenía corazón para ello, su fuerza de voluntad no era suficiente. No podría.

Se levantó negándose a probar más de la gelatina conteniendo la pena que la causaba el rostro desilusionado de su novio.

Caminó hacia afuera de la habitación, Mafia estaba ahí, sentado frente a la barra del bar, rodeado por Incubux y Rurik. Dante estaba dándole una paliza a Lotus en el billar en la sala de al lado, podía escuchar a Lotus maldecirlo hasta de lo que se iba a morir.

Fue directo hacia Incubux siendo educado al momento de sacarlo del juego de cartas que estaban haciendo. — ¿Qué te pasa? ¡Estaba por ganar! —Se quejó. — ¡Tenía dos Jockers!

—Necesito que sepas algo. —Arrastró una silla y se la ofreció a Incubux, que no dudó en apoderarse de ella y sentarse de la manera más floja posible. —Lucid ya no está tras de ti. Viene por Goth. — Incubux pestañeó desconcertado. —Dijo que se haría cargo del asunto él solo. —Frunció el ceño. —No sé cómo se supone que lo haga, pero se estudiaron miles de posibilidades y tres de ellas incluyen a tu hermano y lo sabes. —Incubux se limitó a mirarle con impasible expresión. —Sabes que no se detendrá hasta que logre algo. Y esas variables...se probaron, son efectivas. Serás letales para Goth y no solo eso, serán extremadamente dolorosas. Tal vez incluso más que el vial que se me encargó administrarle. —Incubux rodó los ojos.

—Gracias por la pequeña clase informática, pero te recuerdo que yo estuve ahí. Se lo que implican las otras variables y también sé que Lucid es capaz de todo por "salvar" el multiverso, aunque relativamente no está en peligro. —Se encogió de hombros. —De todos modos, no puedo enviar a Lotus a hacerse cargo de Lucid, cuando se unió a nosotros se crearon planes para aniquilarlo de igual forma. En caso de emergencia, por supuesto. Y también sé que a Lucid no se le escapa nada, él influye en todas las variables, las practicó en caso de que tuviera que tomar el lugar de alguien que no quisiera hacer su trabajo. Ese es Lucid, idéntico a Dream supongo. Siempre tan anticipados. —Cruzó una pierna encima de otra. —Creo que tampoco podía usar a Rurik, sería fácil para Lucid sacarlo del camino. El tipo ha pulido sus habilidades como nadie, se toma muy enserio esto de deshacerse de la basura que lo haga sentirse amenazado.

>> ¿Dante? Dante soy está aquí porque me gusta, pero no tiene nada de especial en cuanto a habilidades de combate. —Pensó rascando su barbilla. —Y tú...Bueno, tú no sirves ni para matar. —Burló. —Así, siéntete aliviado de estar a salvo de esta elección. —Subió los pies a la mesa ignorando la expresión molesta de Palette. —Bueno, considerando que Lucid es más estable mentalmente, no tiene una relación cercana a Goth y tiene motivos específicos, aunque infundámonos, para matar a Goth. Podría ser más enfático con la idea, creo que sí, es más propenso a matar a Goth que Reaper basándonos en que Reaper está pasando por una situación difícil. —Sonrió. —El divorcio es complicado, ¿no? —Suspiró. —Supongo que solo quedo yo. Una visita mía podría ser lo único que haga cambiar de opinión a Lucid, puede ser calculador y aferrarse a sus ideales, pero su culpa por el trayecto de nuestra relación lo tiene mal. Podría usarlo, mi perdón por la vida de Goth.

— ¿Y por qué querría tu perdón? Creí que lo único que tenían en común era el odio por el otro.

—Oh, no, yo lo odio. —Respondió melódico. —Pero, la historia de nuestros padres solo se transfirió a nosotros. Dream no odiaba a Nightmare y su baja autoestima lo impulsaba a buscar su perdón. Si Lucid es igual de depresivo que su padre, puedo usarlo a nuestro favor. Si no, entonces tendré que recurrir a medidas extremas. —Palette respingó.

— ¿Cuáles medidas?

—Lo mataré.

—... ¿Eso no te matará también? —Incubux carcajeó.

—Lo hará, pero ni modo. —Alzó los hombros sin darle mucha importancia al asunto. —Son los costos por ser amigo de la muerte. No le temo en absoluto.