|| Ocho años ||

382 65 1
                                    

Estaba asombrado, cuando incitó a sus padres a tener otro hijo, no era más que una prueba para ver si estaban realmente comprometidos con frenar un desastre comunal de Dioses sin control sobre sus habilidades.

Pero, al perecer la idea les había interesado, por supuesto que a él también. Las gemelas de ahora un año habían servido para reafirmar su teoría. Reaper podía transferir su maldición solo si lo deseaba.

A sus tres años ya había presenciado sus primeros indicios de estar acarreando con una carga pesada, pero las gemelas, Gina y Geha parecían estar bien. 

Sanas, contentas y sin ningún indicio de estar malditas.

Eso le servía, tanto a él como para su padre y su consejo secreto. Ahora solo tenían que lidiar con un demonio, estaba preparado para cualquier cosa.

Puso otro dado en la punta de su torre de dados. Raven había salido corriendo en cuanto había comenzado con sus extraños comportamientos, pero, solo necesitaba liberar estrés y construir un castillo de la mitad de la altura de sus hermanas pequeñas lo hacía feliz de alguna manera. — ¡Goth!

Se encogió sorprendido por el llamado, casi tiraba la torre sin terminar. Apretó la mandíbula y el dado en el puño. Palette se inclinó por un lado siendo su rostro lo único que podía ver directamente. — ¡Cuánto tiempo! ¡Hace mucho que no nos vemos! —Se hincó a su lado a una distancia prudente y miró el castillo, entonces volvió a sonreírle. — ¡No has cambiado nada!

Lo ignoró y puso la pieza en su lugar para tomar otra. —Es más alto que la última vez. — Comentó Palette realmente impresionado.

Suspiró poniendo otra pieza en su lugar mientras examinaba a Palette de reojo. Había cambiado, su vestuario era diferente, el blanco predominaba, eso le agradaba; su expresión parecía más madura, pero igual de irritante. Su voz chillona era lo único que no había mejorado, por ello, su apreciación por él había disminuido un 5%.

Puso otra pieza. — ¿La torre no es muy alta? — Interrogó Palette tomando uno de los muñecos esparcidos por el suelo de la habitación. La torre sin duda era demasiado alta para esos hombrecillos de plástico. — ¿Y si se tropiezan? ¿Y se caen al abismo?

— ¿Cuál es el problema? Todo es un abismo, las acciones, los deseos, los sueños, las palabras...— Su propio aliento hizo tambalear la torre apenas en construcción, se inclinó hacia el lado con más peso y se derrumbó llevando consigo toda la estructura.

—Ah...Te ayudaré a reconstruirla. —Tomó algunas piezas empezando a reconstruir el castillo en otro lado que estuviera despejado. Goth lo miró con el cansancio y las ojeras que lo caracterizaban, no tenía más ganas de construir un castillo. Le dejaría hacer lo quisiera con tal de que estuviera callado. —La construiré más grande para ti. —Sonrió con dulzura concentrándose en su trabajo.

Goth no le apartó los ojos de encima.

¿Sería él?

¿Sería él quien lo mataría cuando fuera el momento?

El consejo estaba previniendo, pero, las cosas podían evitarse totalmente si se descartaba la existencia de un Dios superior. Entonces, Palette no sería un seguro ni un tranquilizante, sino un arma de doble filo.

¿Lo estaban atrayendo hacía su propia muerte? ¿Querían que cayera en manos de Palette para luego ser asesinado deliberadamente?

Palette se giró luego de sentirse observado, y vaya que estaba siendo observado. La mirada de Goth no era más que hostilidad pura. Pero, estaba acostumbrado. Trató de remediarlo con una amplia sonrisa y unas palabras de consuelo. —Está bien. Lamento que tu torre se cayera, pero, te haré una mejor.

Goth apartó la mirada no creyendo en ello. ¿Sería esa expresión la que tendría cuando le matara? 

Just Call It Love || PothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora