XIII

54.6K 3.9K 180
                                        

Sofía:

René tuvo que meterse a una ducha fría, tiene resaca por la borrachera que se pegó el día anterior.

Pasaron las horas de lo más normal hasta que ella aparece dando tumbos en la cocina, ya deben ser como las tres de la tarde.

-Buenos días amore-

-Sabes que ese acento no te queda René-

-Ya, ya, pero todos te decíamos así en el colegio- René olfatea lo que estoy cocinando -¡Lasaña!, No sabes cuánto extrañaba tu lasaña-

La morena comienza a moverse inquieta de un lado para otro.

-Basta Ne, pareces perro-

-¡Oh! Vamos. Sabes que odio que me digan Ne, es molesto.-

-Sigue diciéndome amore con ese horrible acento y pagarás las consecuencias-

-Prefiero pagarlas, es muy divertido molestarte.-

René y yo comenmos sin problemas, entre bromas y recuerdos del colegio que yo ya ni siquiera vislumbraba.

-René... ¿En dónde estuviste a noche?, Me abandonaste elegantemente.- Ella me sonríe divertida.

-Bueno pues yo...- Es interrumpida por un aullido que yo conozco muy bien, aunque esta vez suena más desesperado.

A los pocos segundos más aullidos lastimeros suenan a la redonda haciendo una sinfonía estridente de lobos heridos, miro a René con preocupación.

Ella está pálida, me mira demasiado asustada, jamás vi tanta preocupación en ella.

-El Alfa ha perdido a su Luna... Está demasiado herido y molesto- Dice en un susurro casi inaudible en medio de todo ese alboroto lobuno.

-René hay que ir a ver, quizá en el bosque haya lobos heridos-

René vuelve en sí en cuanto tomo su mano, sale de la cocina echando leches, nunca creí que fuera tan rápida.

Vuelve en menos de lo que puedo percibir con una gran maleta en la mano y una pañoleta infestada de perfume en la otra.

-Tenemos que salir de aquí por unos días, no es seguro que encuentren a una humana en territorio del Alfa-

Me pone la pañoleta alrededor de mi cuello y tira de mi mano.

-René basta, tenemos que hablar, ¿Qué demonios está pasando?- Me suelto de su agarre como puedo.

-Amore no lo entiendes, es peligroso que te encuentren ya que no estás registrada aquí, si el Alfa te encuentra podría...-

-Alto ahí, ya sé quién es ese tal “Alfa” del que todos hablan.-

René me mira aún más asustada, se acerca a mí tomándome por los hombros, me está apretando muy fuerte, está chica sí que tiene fuerza.

-Sofía ¿De dónde conoces al Alfa?- Me pregunta casi temblando.

-Hey... Calma, me secuestró el muy idiota, el golpe que tengo en la cabeza él me lo hizo, decía que no me podía ir de ahí, por eso te pedí ayuda cuando salimos de la mansión ¿No recuerdas?-

René se aleja de mí, está en shock.

-Tú...-Me mira incrédula -Tú eres la Luna del Alfa-

La miro bastante confundida, está haciendo todo un show.

-Bueno, James me decía así, aunque no entiendo muy bien a qué se refiere.-

René voltea su vista a la densa masa de árboles, se pone a olfatear como perro.

-No te alejes de mí Sofía- Se posiciona en frente mío, protegiéndome -Ya están aquí-

Y como si esas palabras fueran la señal, tres lobos enormes salen de entre los árboles, de un metro y medio de altura más o menos, cinco hombres gruñendo rodean la casa, reconozco solo a uno: James.

Este entra rápidamente en el apartamento. Mira a René.

-René, hija de Macías, ¿Qué haces con mi Luna en tu casa?-

-Lo... Lo lamento Alfa, ella es mi amiga, vino a vivir conmigo, no sabía que era su Luna, por favor perdóneme- Ne está temblando como gelatina, pero no se quita de mi frente en ningún instante, su voz y sus palabras sugieren un gran respeto por ese hombre.

-Introdujiste a una humana sin mi consentimiento, y, además, te la llevaste de mi mansión sin consultármelo primero, mentiste a los guardias de tu manada, intentaste ocultar su aroma con todo ese perfume mal oliente.- James levanta la barbilla de René con brusquedad, sus ojos están negros totalmente.- René Bogst, hija de Macías, quedas arrestada, tendrás que compadecer ante la junta por tus actos, llévensela- Dice tirando a mi amiga bruscamente al suelo.

Yo me inclino para ayudarla, pero James me lo impide.

-Y tú... Te atreviste a irte de mi lado, no volverás a salir de la mansión a menos que sea conmigo.-

-Eres un completo demente- Le espeto mientras veo como los otros sacan a René de ahí. James tira de mi pañoleta y hunde su rostro en mi cuello, intento gritar.

-Tranquila amore... Todo estará bien-

Me grita ella mientras se la llevan al bosque.

-LARGO DE AQUÍ A TODOS- Gruñe James a los lobos que están custodiando la escena. -Recoge tus cosas, iremos a casa- Me dice con una voz algo calmada.

-Esta es mi casa- Digo enfadada librándome de sus manos.

-Por las malas entonces- Me sube a su hombro sin ninguna dificultad. Intento propinarle golpes, pero este no cede por más fuerza que ejerza.

Saca su teléfono y llama a un número registrado como: Mansión.

-¿Si? ¿Melan? Ven a casa de René Bogst, la recolectora, hija de Macías y saca las cosas de la Luna, llévalas a la mansión.-

-¿Pero qué pasa contigo?-

En seguida me tira en el asiento copiloto de un auto deportivo blanco, y rápidamente se sube dejando un seguro total a todo el automóvil, pisa el acelerador como si no hubiera un mañana.

No lo puedo creer... De nuevo secuestrada por este loco. Y René está pagando por mi culpa.

E.

El llamado a la Luna #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora