LIX

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Roo Lancaster:

Esto no puede ser, no puede, no, no, no.

La Diosa les ha otorgado su bendición.

Debería retirarme, pero no lo deseo.

La única forma de morir dignamente es peleando por tu mate, y eso es justo lo que hago, peleo por tener a Sofía de regreso conmigo.

Los ataques de James se vuelven más potentes haciéndome mayor daño.

Bueno, al menos moriré rápidamente.

(Muy cerca.)

Escucho la voz de Bastián, me desconcierta oírlo después de tantos años, pero me alegra que él también este de acuerdo en que nuestra hora ya casi ha llegado.

La nieve cae de forma suave, se aproxima una tormenta.

Recuerdo mi tiempo como líder de Blue Moon.

Solo quería una compañera... Nunca pedí otra cosa.

Y la Luna se negó a darme a mi alma gemela, aún se niega a dejarme estar junto a ella.

Melan:

Una sensación extraña me recorre el pecho, Dimitri está cerca, lo siento.

No puedo distraerme ahora, estamos ganando la batalla, estamos con mucha ventaja, no puedo desperdiciar este momento.

Sin embargo, algo capta mi atención, a pesar de que la nieve cae y cae, una figura fantasmal se abre paso entre la pelea, el lobo que me tenía acorralada se ha ido.

Esa figura es la loba de mi madre, no lo pienso dos veces y corro hacia ella.

Cuando estoy lo suficientemente cerca, regreso a mi forma humana y la abrazo.

Puedo sentirla abrazándome de regreso.

Lloro sin poder contenerme, mi madre me está abrazando después de tanto tiempo, la última vez yo era una niña...

¿Cuántas veces lloré por un abrazo de mi madre? ¿Cuántas veces le rogué a la Diosa Luna para que me permitiera verla, aunque fuera en mis sueños? ¿Cuántas veces anhelé verla de nuevo? Tener su consuelo, escuchar su voz... Incluso sus regaños.

-Mi pequeña.-

Un río de lágrimas salen de mis ojos sin control.

-Sabes la verdad ahora Melan, James no fue el culpable. Pero ahora tienes que buscar a tu hermana.-

Me quedo estupefacta, nunca me dijeron que tenía una hermana.

-Cuida de ella Melan, cuídala por mí.-

La figura de mi madre va desvaneciéndose en la nieve, intento perseguirla.

Más allá del blanco que alcanzo a ver, cada vez más borroso... Regresa a ser nada.

El llamado a la Luna #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora