El llamado a la Luna #3

XLIX 2

Parte 2/2.

Edgar Smith:

¿Dormir?

Creo que me he olvidado a qué se refiere eso.

Ayer, tras descubrir que James sigue vivo, fui de inmediato a comprobarlo y me lo encontré medio congelado, medio enterrado en la nieve del jardín trasero.

Han estado ocurriendo ataques por parte de lo que queda del ejército de rogues de Lancaster, pero no podemos ir a darles caza ya que en el primer ataque tuvimos muchas bajas, muy significativas y el pueblo está sensible.

Ahora mismo estoy a un lado de la cama de James dándole un caldo de ternera que el médico de la manada ordenó, pero James a penas y come.

Ha estado así desde que Sofía fue secuestrada.

Perder a nuestra Luna nos está afectando demasiado, James está débil, y si él lo está, todos nosotros estamos débiles.

-Hey- Muevo a James que parece perdido.

-¿Cuántos desaparecidos?- Responde él.

Me quedo en silencio un rato.

-Dije, CUANTOS DESAPARECIDOS, PEDAZO DE SORDO-

Está demasiado alterado luchando para Jack no lo controle.

-60 personas en total, entre las que se encuentran algunas de las mates de los guerreros, niños, René Bogst, Melan Klaussen y...- Temo decirlo, y temo el impacto que pueda tener, así que dejo el caldo en la mesita de noche -Y la Luna Sofía Walker-

James, en lugar de levantarse y destrozarlo todo, se hace bolita en su cama.

-Ella me dejó Edgar, no está desaparecida-

-Te equivocas James-

En ese momento entra Javier con tres sobres, uno del consejo que ya está enterado, uno de la manada Sunny Moon, la manada Brasileña, seguro que enviaran apoyo, después de todo, Stephany es una alfa muy cercana a James, ese sobre también contiene cartas de nuestras otras manadas aliadas, y uno inusualmente de la manada Karlcka, con el sello personal de Iván Klaussen.

Le digo que los deje en el despacho y yo sigo intentando razonar con James.

No sé cómo decírselo así que lo suelto.

-Sofía fue secuestrada-

James deja de llorar como niño pequeño y me voltea a ver con ojos desorbitados.

-¿Qué...?-

-Investigamos la mansión porque a pesar de que entraron con la loba que habían secuestrado hace un tiempo, se nos hizo extraño que con tanta seguridad hallan logrado infiltrarse con el tiempo suficiente para llevarse a Sofía-

-¿Y que encontraron?-

-A la informante-

-¿Quién dio la información?-

-Melan Klaussen-

René:

Llevo una semana entera corriendo en mi forma lobuna, he perdido el rastro del olor y ahora me mantengo en un estanque semi congelado que encontré.

Es difícil conseguir presas así que estoy perdiendo peso.

Me vigilan.

Ese vigilante misterioso me ha dejado al alcance algunos conejos muertos y me da pistas para poder seguir en mi búsqueda de lo que me hace falta, de lo que me quitaron y por lo que Ely, mi loba, está tan molesta.

Aúllo un par de veces, me siento un poco triste y el pecho me duele.

No entiendo que me está pasando, en mi cabeza no hay lugar para otra cosa más que recuperar lo que me quitaron.

Dimitri Cherencov:

-¿Por qué no tienes entonces la marca de Lancaster?- Pregunto a Melan.

-Soy una mujer Alfa, yo solo cierro tratos, no recibo órdenes, sabes lo que un trato entre alfas significa, así que nunca hicimos ningún pacto de ese estilo-

-¿Cómo es que nunca te vi en el clan antes?, Ni siquiera tú olor...-

-Tomaba pociones para ocultar mi olor o iba cuando había luna roja, casi todos están aislados en luna roja cuando son rogues-

-No puedo creer que estés con Lancaster- Digo con un poco de frustración.

-Él tampoco lo sabe... Manteníamos nuestras identidades ocultas por precaución-

Noto que una lágrima traicionera se le escapa de la cara. Melan está... ¿Arrepintiéndose?

-Estás en esto Melan, no puedes salir-

Aun no la marco, aunque me dan unas ganas desesperadas de borrarle las iniciales de Iván, sin embargo, si lo hago ahora, ella puede morir ya que está lastimada y es reciente su marca de rogue.

-Lo sé- Responde de forma muy fría.

En un movimiento certero, se posiciona arriba de mí, es mucho más fuerte puesto que su voluntad intenta someterme.

Intento levantarme, pero ella es más rápida, toma una jeringa con un líquido morado brilloso: Sedante para bestias, podría matarme.

-Pero aún hay tiempo de salvar a otras personas-

Melan me inyecta el líquido morado, y al instante me pierdo en una obscuridad abrumadora.

E.