XIX

44.5K 3.4K 326
                                        

James:

No lo pienso dos veces, tomo a Rachel de la mano y la saco de mi habitación.

-¡No me vuelvas a molestar Rachel, entiende que yo nunca podré amarte!-

Ella se interpone antes de que cierre la puerta.

-Por favor James, solo mírame- No quiero voltear -Mírame-

Rachel se me lanza para besarme, así que pongo mis manos frente a mí, ella termina por ser empujada lejos de mí, no quiero lastimarla, pero no puedo permitir que me toque, esa mujer me llena de asco.

En otro desesperado intento, ella deja caer el resto de su ropa, está desnuda frente a mí.

Me conozco bien a mí mismo, aunque me mostraran mil cuerpos desnudos, jamás reaccionaría, mi único deseo siempre ha sido mi compañera... Y ya la tengo.

(Su loba se avergüenza de ella, está disculpándose con nosotros.)

[Dile que queda perdonada.]

(Claro.)

-Rachel... No provocas nada en mí, vete-

Le cierro la puerta en la cara mientras la escucho llorar.

-PAGARÁS POR ESTO JAMES MOON-

En el fondo me duele que ella actúe y se haga daño así, fuimos muy buenos amigos cuando pequeños y por eso la estimo.

Me preparo para dormir cuando una punzada horrible me pega en el pecho, intento calmarme, el aire regresa a mis pulmones hasta minutos después.

-Sofía-

Algo le ha pasado a mi hermosa mate.

Llamo de inmediato a casa para que me digan qué ocurre, Javier me informa que están intentando entrar en el cuarto, el grito de Melan confirma mi sospecha.

Llego a la manada justo cuando amanece, el nuevo doctor determina que mi Luna ha sido envenenada, mando a registrar todo lo que Sofía ha ingerido.

Rápidamente subo con el corazón echo un hilo, Jack está frenético.

No puedo perderla, no es una opción, sin ella ... No soy nada.

Lo sé perfectamente.

Tomo la mano de Sofía, está congelada. El doctor entra.

-Nuestra Luna es muy fuerte, el veneno era como para matar a un hombre lobo, y ella lo resistió muy bien, debe tener protección de la mismísima Diosa-

-¿Qué veneno era?- Pregunto.

-Una considerable cantidad de arsénico con dos trozos de plata, al parecer la esencia del metal se introdujo en el líquido que la portaba-

-¿Qué fue?-

-Su sirvienta Melan dijo que un hombre trajo un regalo, una botella de "café amielado" como regalo para usted, pero la Luna lo bebió al encontrarlo en el refrigerador-

Ese mal nacido... Pediré que traigan a todos los hombres lobo que residen aquí temporalmente.

(Avísales que los encierren en el calabozo.)

-Gracias doctor-

-No sé preocupe Alfa, debería darle calor a su Luna, ella estará muy débil, probablemente no despierte hasta mañana-

En cuanto el doctor sale, me acomodo con mi Luna, está helada.

-Mi hermosa princesa...-

Y no miento, Sofía es la mujer más hermosa que he podido ver, nada se compara a ella, apenas he pasado un poco de tiempo a su lado y siento que ya no puedo vivir si ella no está conmigo, ahora entiendo a Edgar, siempre cumpliendo los caprichos de su mate, pasó de ser el imponente Beta del Alfa a ser el cachorro de Emily.

Quizá esto no sea tan malo. Solo espero que ella llegue a amarme como yo lo hago.

E.

El llamado a la Luna #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora