El llamado a la Luna #3

XXXVII 1

Parte 1/2

Roo Lancaster:

-Quizá si esperamos un poco bajen la seguridad- Propone Gabriel.

-Él tiene razón, están nerviosos por los atentados en contra de la Luna, además, la loba que robamos está siendo buscada no solo por nuestra manada sino por otras, James está pidiendo apoyo- Vackorovich está también de acuerdo con la idea de esperar un poco más.

Me siento en mi silla mientras muevo el café con la cuchara, odio el azúcar, así que siempre termino poniendo más café en mis tazas.

-Hoy no podemos atacar Lancaster, muchas manadas vendrán, mucha seguridad también-

Miro a Gabriel y a Vackorovich, no pensé que fueran a llevarse tan bien.

-Díganle a todos que posponemos el ataque- Indico dándole un sorbo a mi taza de café.

-Me retiro, tengo cosas que hacer- Vackorovich se va haciendo una reverencia. Esa mujer está obsesionada con el código de etiqueta.

-Gabriel- Llamo a mi Beta antes de que salga de mi despacho.

-Dígame-

-¿Hay información sobre el señor Cherencov?-

-Se le vio en el cementerio de la antigua manada Blue Moon, para después embarcarse a Noruega en donde sabemos que lleva una vida... Tranquila-

Mi buen amigo Dimitri, me intrigaba mucho saber si al menos, está bien, no es un lobo débil, pero hace muchísimos años que ya no estamos en combate directo.

-Puedes retirarte Gabriel-

Miro mi taza de café ya vacía, dentro de ella los granos toman forma de mi flor favorita: Rosas.

-Señor- Gabriel hace una reverencia y se retira.

Me da cierta gracia el cuidado desesperado que James da a su Luna, así que he pedido que la sigan y me den información sobre ella, en verdad es una mujer muy hermosa, veremos si es igual de fuerte.

Sofía:

-Ya no respiro-

René se encuentra poniéndome el vestido para la presentación que será dentro de unas horas.

-El corsé debe apretar un poco más, si no, el vestido no va a entrarte-

-Ya basta Ne, vas a matarme-

De pronto la puerta se abre dando paso a Melan quien viene muy agitada.

-Hasta que te dignas en aparecer Melan, ve ya por la caja de zapatos, anda niña-

-René, no seas dura con ella- Le pido de forma amable.

-No entiendo porque la proteges tanto-

Ni yo lo entiendo bien, hay algo en ella, una especie de ternura indescriptible que me hace protegerla, simplemente quiero protegerla.

Emily entra con una caja llena de lo que estoy segura es maquillaje.

-Disculpen mi demora, pero tenía que traer todo-

Se posiciona frente a mí mientras René termina de ponerme el vestido y lo acomoda.

-Bueno Sofía, tú ya eres hermosa así que te maquillaré tenuemente-

René me peina mientras Emily me maquilla, al final ambas se pusieron frente a mí.

-¡Es bellísimo!- Dicen las dos al unísono mientras me miran con sorprendente orgullo en sus caras.