18 "Los tatuajes de Alexis"

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Calló la noche y comencé a "estudiar" en mi habitación, pero realmente solo perdí el tiempo. Es inútil. Si no está Mateo no me concentro ni un poco, necesito a alguien que me presione, y él siempre lo hace.

Bajé, al haber sentido sentido a mi hermana llegar. Llegué a la sala y Anaís corrió a abrazarme.

Cenamos y nos fuimos al sillón a ver televisión con Anaís. Ella y Martina se quedaran, ya que el temporal afuera está demasiado fuerte.

Anaís empezó a jugar con mi cabello, a prenderme sus pequeños pinches de colores pasteles y peinarme de extrañas formas. Yo me dejé, aunque a veces me tirara demasiado fuerte el pelo con sus deditos.

—Osas tocarme niña fea —le dije con la voz de monstruo, y Anaís empezó a reír. Cuando estoy con ella me pongo en modo niñero. De estar sentada en el posabrazos pasó a mis piernas, puso sus pequeñas manos en mis cachetes, y yo llené estos de aire, cosa que la hizo reír nuevamente.

—¿Cómo esta Mateo tío? —preguntó de repente. Yo la miré sorprendido.

—¿Mateo? —pregunté extrañado, ella asintió.

—Bien, en su casa, con su madre. Probablemente esté haciendo tarea, o viendo Los Simpsons —reí y ella sonrió. No entiendo por qué me pregunta por él, o cómo es que lo recuerda...

—¿Él es tu mejor amigo?

—Mmm, no, pero es... un buen amigo —dije y sonreí de lado.

Seguimos jugando, a veces me harta un poco, como todos los niños, pero nunca llega al extremo de realmente enojarme, y que yo deba levantarle la voz o algo parecido. Muchos dicen que se parece más a mí que a sus padres, y es verdad; tenemos el mismo pelo negro, la misma piel blanca y pálida, y los ojos color miel de mi padre. Lo único que rescató de mi hermana fue el pelo rizado.

Comenzó a hacerse más tarde, por lo que decidí escribirle a de una buena vez a Mateo.

Hola Mateo 

Mi celular se tardó bastante en sonar, pero al fin lo hizo.

Narra Mateo:

Mientras subía las escaleras a mi habitación, mi celular sonó. Chequeé este y me encontré con un mensaje de Alexis.

Hola Mateo

Hola cómo estás? 

Bien y tú?

Bien gracias

Mañana se suspenderán las tutorías en la biblioteca, y como hoy no fui a tu casa podría ser mañana

Era justo lo que te iba a decir 😅

Mañana entonces

Iba a confirmarle, pero se me ocurrió algo.

Oye Alexis

Dime

   Y si tú vienes a mi casa? 

Claro 😊

Narra Alexis:

Mateo me invitó a su casa... La verdad, se había estado demorando un poco. Sonreí, y suspiré, tranquilo de saber que me ayudará a estudiar.

Al acostarme comencé a pensar en él, y en algunas cosas confusas también. Recuerdo su sonrisa, y a la vez su expresión reflejando angustia. Es horrible querer ayudar a alguien que te importa cuando ni siquiera sabes qué le pasa.

...

En el autobús, rumbo a la escuela me fui casi que colgando de la puerta. El temporal no da tregua, en cambio parece enfurecerse cada vez más con el pasar de los días. Las calles están colapsadas y ya han habido varios accidentes. Mi madre insistió en que no asistiera si no era necesario, pero el exámen de mañana realmente es muy importante, y justo harán el repaso final.

Cuando me enteré que ayer retiraron a Mateo me extrañé mucho. Pensé en que le pudo haber dado otro ataque de ansiedad en clases, como el que tuvo en la cafetería..., pero él en la noche me dijo que estaba bien así que... En fin.

Llegué a la escuela. Y la lluvia extrañamente cesó, pero el cielo siguió nublado.

Narra Mateo:

Como casi siempre, fui el último en llegar a la cafetería con los chicos. No he sentido dolor desde ayer en la mañana, que había sido muy leve... Y aunque me extrañe un poco no puedo pedir más, estoy muy tranquilo.
Me senté frente a Alexis, quien me saludó con una sonrisa. A mi lado se ubicaron Boris y Keila, y al lado de Alexis Angélica. Les miré a los cuatro y sonreí casi que inconscientemente, me brindan tantas risas y alegría en general. Me hacen sentir cómodo y bien.

—Me quiero tatuar esto, mira —escuché decir a Angélica. La miré, mostrándole su celular a a Alexis, quien asintió mirando la pantalla.

—Está bonito —dijo él.

—A ver —le dije inclinándome hacia adelante, y ella mostró el celular en mi dirección. Es un muy lindo dibujo de un gatito negro.

—Yo tengo un tatuaje —dijo Alexis con pan en la boca.

—¿Enserio? —le pregunté incrédulo.

—Sí, tres en realidad —dijo, y yo fruncí el ceño.

—¿Y duele mucho? —le preguntó Angélica.

—Mmm —dijo, y tragó su comida—, ¿dónde te lo quieres hacer? —dijo Alexis.

—Aquí en la muñeca —dijo Angélica levantando su manga derecha.

—Mmm, no sé —dijo Alexis—. Pero no es un dolor para morirse —dijo Alexis y ella asintió. Yo seguí comiendo y escuchándolos.

—¿Y a qué edad te lo hiciste? —preguntó Angélica. Alexis se rio solo, y luego habló.

—El primero a los quince, mala idea —dijo, hizo una mueca y seguido sonrió.

—¿Por qué? —le preguntó Angélica.

—Lo escondí de mi madre como por dos meses, el día que lo vio casi le da algo —rio, y yo comencé a pensar en qué pasaría si yo hiciera algo así—. Por eso, diles a tus padres antes y ve a un lugar seguro —dijo, y le dio una rápida mascada a su pan.

—¿Qué son? —le pregunté, Alexis levantó su dedo índice indicándome que esperara, y procedió a quitarse la chaqueta. Se levantó la manga de su playera y vi en su hombro uno de los tres, aunque no completo, solo pude distinguir unas ramillas con unas flores chiquititas muy bonitas.

—Algún día lo verán mejor —dijo—. Tengo un panda acá, ese ha sido el que más me ha dolido —dijo arrugando la nariz, tocándose la costilla derecha.

—¿En serio? ¿Un panda? —dijo Angélica enternecida y emocionada. Él asintió, y yo sonreí.

—Y mi favorito acá —dijo tocando su pectoral derecho.

—¿Y qué es? —pregunté.

—Un hombrecillo corriendo —sonrió.

Abrí los ojos sorprendido y sonreí—. ¿De verdad? —pregunté, y él asintió.

—Kei tenía una foto, pero se le perdió cuando le robaron su celular.

Volví a sonreír. Me gusta ver... cómo su sonrisa se hace grande y reluce al hablar de algo que le gusta. El peluche en su cuarto y ahora el tatuaje en su costilla me dejan en claro cual es probablemente su animal favorito. Si algún día toca regalarle algo, ya tengo la idea.
 
















Las imágenes de la multimedia son solo referencias que edité (muy mal por cierto jsjsjs). ¡Gracias por leer!

💓💓💓

—Dolly

¡Tú eres mi pendejo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora