Objetivo: Masculinidad

XXI

El pasado y su bonita forma de aparecer

Estas últimas semanas, Chan Yeol estuvo observando más de lo debido a su hermano mayor, a consecuencia de aquel nuevo comportamiento que hacía muestra. Estaba notando que Yi Fan ya no solía ponerse de mal humor después de los entretenimientos; su carácter parecía haberse suavizado. Sus prácticas ya no eran tan rigurosas o de alta intensidad como en el pasado. Había incluso dejado de ignorar fuera de las prácticas a quienes conformaban el club de baloncesto para saludarlos de vez en cuando cada que le pasaban la voz por los pasillos. Además, presenciar cómo rechazaba ir a dos fiestas y a una chica que prácticamente le estaba coqueteando después de un partido de baloncesto fue lo que dejó completamente convencido a Chan Yeol de que había una única razón detrás de todo esto.

Y él sabía que esta razón no podía ser otra que aquel muchacho de cabellera oscura y de pequeño envase.

A su mente las imágenes de aquella fiesta aparecieron a medida que intentaba averiguar como aquel inofensivo muchacho había conseguido domar el rudo carácter de su hermano mayor.

Aunque acordarse de él también implicaba percibir ese cosquilleo en su estómago y cierto hormigueo en la palma de su mano.

En sus momentos de ocio, esos ojos color café venían a su cabeza para tenerlo pensando en aquel grato recuerdo, así una parte de él no esté de acuerdo con ese fragmento. No quería sentirse de ese modo ahora, no cuando su hermano mayor por fin había puesto sus ojos en alguien para sentar cabeza. Justo en la persona que le empezaba a causar cierta inquietud y curiosidad.

¿Por qué su ser actuaba de esa manera cuando se encontraba con aquel pequeño muchacho?

Byun Baek Hyun, pronunció dentro de su cabeza acordándose de esa sonrisa que hizo muestra.

Chan Yeol estaba a punto de sonreír, sino fuera por el ruido que oyó tras la puerta de su habitación ser abierta.

—¡Chan Yeol! —exclamó con cierta sorpresa Yi Fan apenas asomó su cabeza en el interior—. Pensé que te encontraría fuera del dormitorio —siguió hablando a medida que ingresaba para dejar sus pertenencias sobre la silla del computador—. ¿Qué haces aquí?

Eran las siete en punto. A esa hora Chan Yeol se encontraba en una de las aulas del Departamento de Música para distraerse. Sin embargo, debido a que el festival de otoño estaba pronto a realizarse, algunos estudiantes se encontraban usando aquel salón abandonado para practicar. Su zona de confort había sido invadida por una banda musical conformada por cuatro integrantes. Por ello, permanecía ahora en su dormitorio para leer cómics más de la cuenta.

—Estoy estudiando para los exámenes —soltó una de sus tantas excusas para evitar tener una conversación.

—¿Estudiando? —enarcó una ceja en señal de no estar tan convencido, pues alrededor del cuerpo de su hermano menor se encontraban varios cómics esparcidos por la cama.

—¡Cómo pude olvidarme! —condujo una mano hacia su frente—. No tengo examen mañana —trató de dar otra planeada excusa después de haberse percatado que su hermano mayor miraba minuciosamente sus cómics.

—De todos modos, no lo necesitas —comentó Yi Fan en cuanto le dio la espalda para conducirse hacia el armario y empezar a sacar ropa limpia por encontrarse usando su sudado uniforme de baloncesto.

—¿A dónde has ido? —no pasó desapercibido para Chan Yeol notar que su hermano mayor continuaba usando las prendas de deporte cuando las prácticas de baloncesto habían terminado hace horas.

—¿Curioso? —Yi Fan tomó con diversión la actitud de Chan Yeol.

—No tanto —respondió con vago interés—. Debo suponer que saliste con uno de tus ligues, ¿verdad? —al notar que su hermano mayor se mostraba disgustado, Chan Yeol era ahora quien se divertía con la situación.