XVI

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Era la primera vez que asistía a una fiesta de disfraces y, por tanto, cada persona en el interior era completamente desconocida. Claro que él no era ajeno a este tipo de eventos sociales donde sabía encontraría personas compartiendo sus fluidos a través de besos que parecían estar devorándose mutuamente, música a todo volumen, tragos por cantidad y demasiado humo de quienes estaban consumiendo algún cigarrillo.

Su ser —realmente— a gritos pedía por abandonar aquella casa, pero, por algo había asistido en primer lugar y era debido a ello que aún no se podía retirar.

Comenzó a merodear por distintos salones hasta encontrar en uno de ellos a su hermano mayor. Fue su voz quien lo condujo hacia aquel lugar. Yi Fan se encontraba riendo con un par de chicas que hizo pensar a Chan Yeol de que seguramente eran sus ligues para esta noche así que, con más razón, se apresuró hacia su dirección para dejarle su recado y conseguir pronto largarse de este lugar.

—Ten —ni siquiera lo saludo o le hizo alguna cuestión al respecto, Chan Yeol simplemente le entregó en su mano el antifaz que le pidió para que se lo trajera.

—¡Chan Yeol! —le saludó su hermano mayor con una sonrisa mientras sostenía aquel trozo de tela.

—Ahí está —señalando el antifaz con su mirada—. Ya me voy —agregó, para darse a retirar.

—Espera —Yi Fan sostuvo uno de sus brazos antes que le diera la espalda.

—¿Qué más quieres? —preguntó.

—¿Por qué no te quedas?

—¿Para qué?

—¿Para qué? —repitió—. ¡Para divertirte! —exclamó como lo más evidente.

—Ya me puse este estúpido disfraz, ya te traje tu antifaz, ya vi la fiesta, así que ya me voy —le recalcó con fastidio cada punto.

—¿Estúpido disfraz? —no pudo evitar reír—. ¡Por favor, Chan Yeol! ¡Somos unos sexys vampiros!

—Debes estar bromeando, ¿cierto?

—¿Acaso no te gusta este disfraz de vampiro?

Lucir una capa oscura por fuera y por dentro roja, un pantalón negro casi de seda, un suéter oscuro como cuando vas alguna fiesta de gala, una camisa muy pomposa, encima tener a cada rato que ponerte tu dentadura falsa, porque debes sacártelo para hablar, usar zapatillas negras, ya que Yi Fan no quería alquilar los zapatos de tap que venían con el disfraz, no le parecía nada sexy.

—¿Si te digo que me gusta me dejas ir?

—Hmm... —se mostró pensativo por unos instantes, pero, esa sonrisa traviesa, hacía muestra de que la respuesta sería un rotundo «no».

Chan Yeol resoplo.

—De todas formas, me voy —avisó.

—Pero no te puedes ir, hermano. La fiesta recién comienza. Debes divertirte.

—Prefiero estar viendo alguna película que estar en esta fiesta, Yi Fan.

—No seas así, aunque sea quédate solo por una hora —se mostró un poco insistente.

—No, Yi Fan —y nuevamente, volvió a negarse.

—Entonces, espera que me ponga el antifaz y me dices que tal me veo, ¿te parece? —Chan Yeol iba a dar nuevamente un tajante «no» en respuesta, sino fuera porque Yi Fan empezó hacer esa acción de poner sus manos en v debajo de su mentón mientras batía sus pestañas un par de veces por hacer ojitos, no pudiendo negarse. Y no porque le haya parecido adorable, sino para evitar seguir viéndolo de esa manera. A su hermano ese gesto no le salía convincente como a otras personas.

Objetivo: MasculinidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora