XXIX

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No puedes huir de los problemas

El día había llegado. No cualquier día, sino el día de las pruebas de acceso para pertenecer al club de baloncesto. Y Baek Hyun se sentía más o menos preparado. Estaba nervioso como es normal ante una competencia. Sin embargo, ni siquiera había probado bocado alguno de comida por si los nervios se vuelven en su contra y termine por vomitar como sucedió en un evento escolar en tercer grado.

—Relájate, Baek. Lo vas hacer bien —le animó Jong Dae al haber asistido para darle su apoyo.

—Es cierto. Has mejorado —concordó Xiu Min tras también haber asistido.

—Sé que dije que esto era una locura, pero ahora me retracto —se corrigió Kyung Soo para decir—: Esto es una increíble locura —Y con ello, el cuarteto de mejores amigos estaba completo.

Baek Hyun no podía dejar de sonreír y sentirse emocionado de tener la compañía de ellos para darle aliento. Hasta pidió hacer un abrazo grupal que sacó una sonrisa a Kyung Soo tras haberse negado a hacerlo.

—Baek Hyun.

Y en ese momento, apareció la persona que le propuso hacer esto, confió en él y le brindó su ayuda y apoyó cada día.

—Chan Yeol.

Sus amigos intercambiaron miradas entre ellos con cierta sospecha de haber descubierto que algo parecía estar cocinándose. Por supuesto, los únicos que no se daban cuenta de ese hecho eran los mismos protagonistas.

Y es que, aquel día que ambos se encontraban abrazando y por poco dejarse llevar por sus impulsos, fueron sorprendidos por Jong Dae, Xiu Min y Kyung Soo que habían aparecido con platillos para comer por ser el último día de entrenamiento.

Baek Hyun se sonrojó, cuando Jong Dae comenzó a preguntar mientras compartían la comida en la cancha si ya eran cercanos. Él no sabía qué decir, en cambio Chan Yeol sí supo qué contestar. Había dicho que consideraba a Baek Hyun como un amigo. Situación que hizo sentir al aludido algo extraño. Al comienzo, su cuerpo estaba como un globo inflado esperando saber la respuesta y cuando la supo se desinfló y sintió su cuerpo terminar volando por los aires hasta caer contra el suelo.

—Es hora —le avisó.

Con un último abrazo grupal y tratando de que los nervios no le ganarán a su espíritu, Baek Hyun se separó de sus amigos para abandonar los vestidores e irse con Chan Yeol hacía una de las canchas deportivas que iban a utilizar para la elección. Dándose cuenta en su camino, que resultó ser la misma cancha donde estuvo practicando por semanas.

Observó que las tribunas estaban siendo ocupadas por reclutas nuevos y viejos del club de baloncesto. Porque no fue desapercibido para él percatar a sus ex compañeros de escuela entre la multitud. Hecho que sabía que iba a suceder y a lo cual estuvo practicando como lo tomaría. Ya no era el estudiante de secundaria de ese tiempo, ahora era un Baek Hyun mejorado, uno que no quería retroceder, sino avanzar. Y el primer paso para hacerlo, era afrontar esta situación.

Con una respiración profunda y mirando a los ojos a Chan Yeol, se sintió preparado para reunirse con los demás en las gradas y dejar que él fuera a juntarse con los dos encargados de los cuatro que eran. El único que faltaba en el grupo era Yi Fan.

A la hora indicada, Min Ho hizo sonar el silbato para atraer la atención de los presentes y pedir a través del megáfono que tenía a la mano que los nuevos reclutas se ordenarán por filas de cuatro para pasar lista. Eran dieciséis participantes.

Y aunque Baek Hyun no lo podía creer, el grupo de Ji Ho y Yong Guk estaban dándole su apoyo desde las gradas, así como Dong Hyun, quien era el más efusivo entre ellos. ¿Qué está ocurriendo? Era lo que se preguntaba. El suceso era tan extraño que solo sacudía la cabeza tímidamente en muestra de agradecimiento por su aliento.

Objetivo: MasculinidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora