LVIII

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En las canchas deportivas se podía escuchar un alboroto debido a la numerosa cantidad de admiradores que se habían presentado para entregar sus obsequios y cartas a los dos hermanos Park que estaban pisando aquel recinto después de varias semanas de ausencia. Aunque, quien más recibía atención entre ambos era Yi Fan por aún causar alboroto entre varias chicas y chicos de su facultad. No dejarse ver por varios días fue un revuelo para ellos que constantemente se lo cruzaban en los pasillos, fiestas o directamente hablaban con él por algún motivo que bien sabía no era más que pura diversión, pero, esas acciones ya no rondaban por su cabeza, pues había vuelto a tener su vida en orden por sus intenciones con Baek Hyun seguir siendo precisas y primordiales. Sin embargo, en ese momento, dudaba de que sí pudiera hablar con Baek Hyun. Ya que, el incidente aún lo tenía presente junto con saber que había salido gravemente herido.

—¡Vaya! ¡Sí que se hacen de extrañar! —exclamó Won Sik cuando se coló entre la multitud para estar cerca de Yi Fan y recibir cierta atención por varias chicas lindas que le entregaban su número de teléfono en un papel.

—Ni te lo creas, eso es para mí —le fastidió Yi Fan para que no se haga de ilusiones sobre estar recibiendo números telefónicos. Era claro que solo se le acercaron para que se los dé a él.

A Chan Yeol toda esta atención le abrumaba. Más por escuchar a varias chicas estar preguntando sí habría una posibilidad de conocerse. Ni siquiera él sabía en qué momento se volvió tan "popular". Debió asumir que se debía a haber ganado la competencia de baloncesto entre universidades.

—Bueno, ya estuvo, se me van de aquí. Tenemos prácticas que realizar —avisó de mala gana Min Ho tratando de dispersar al tumulto de personas que rodeaba a los dos hermanos Park por ya no aguantar no ser el centro de atención. Él también era parte del equipo, ¿por qué no le daban obsequios o números telefónicos? Vaya que se sentía fastidiado por esta situación—. ¿Acaso no me oyeron? ¡Les echaré agua ahora! —advirtió por su primer aviso haber sido ignorado y tener que utilizar su segundo plan bajo la manga: usar la manguera con la cual se regaba el césped para amenazarlos con rociarles agua.

—Ya lo oyeron, es hora de irse —comunicó Yi Fan riendo y causando en Min Ho mirarlo seriamente por notar que a él sí lo obedecían. Pronto, toda esa multitud desapareció en cuestión de minutos.

—¿Qué harán con todo esto? —preguntó Won Sik mirando las bolsas con obsequios que traía cada hermano en ambas manos.

—Supongo que dejarlo en los casilleros de los vestidores —sugirió Chan Yeol.

—Yo pensaba dárselos a Ravi, pero los casilleros son tan bien una buena opción —comentó Yi Fan, y Won Sik no pudo evitar sorprenderse por unos instantes para rápidamente ponerse enfrente de él y pedirle que le diera las bolsas que iba a aceptar con gusto. Situación que hizo reír a Yi Fan, pero, por supuesto, que se las entregaría—. ¿No quieres tomar nada, Min Ho? —el aludido resoplo, esa amabilidad que hacía muestra no le era nada confiable y, por ende, sacudió la cabeza en negación.

—No, gracias. No quiero nada que me recuerde a ti —fue directo como siempre que se trataba de conversar con él, quizá, por eso, es que Yi Fan no se ofendió y solo sacudió los hombros sonriendo de manera burlona.

—Como tú digas.

Mientras, Won Sik y Chan Yeol se dirigían hacia los vestidores, Min Ho y Yi Fan se quedaron para esperar a los demás miembros del club de baloncesto que empezaron a llegar por grupos. Solo faltaba en la cancha Baek Hyun y Jong Dae. Aunque, aún así, dieron inicio con los entrenamientos.

Había llevado su rostro a impactar con el agua del grifo en cuanto comenzó a refrescarse por el calor que hacía en este día, siendo, tras voltear, que parpadeo varias veces por saber sí era real lo que pronto vio. Baek Hyun se encontraba en la cancha deportiva saludando a uno que otro jugador en su camino y buscando con la mirada a alguien en particular. Yi Fan trató de tomar aire, relajarse, darse ánimos y caminar con dirección hacia él en cuanto ambos cruzaron miradas y Baek Hyun se quedó quieto en su sitio por este reencuentro que estaba a punto de darse. Lo primero que sintió al verlo, fue un gran alivio, por saber que había logrado superar esa situación grave que afrontó y ahora estaba ahí de pie, mostrándose como siempre, aunque con un aspecto distinto; volvió a hacer ese muchacho de cabellera oscura que conoció en un principio. Lo segundo que ocurrió y no reaccionó a tiempo para evitarlo, fue recibir un fuerte golpe contra su mandíbula por parte de Jong Dae cuando se apresuró a llegar hacia él para interceptarle. Baek Hyun soltó un jadeo de sorpresa al igual que Xiu Min por la escena. Solo Kyung Soo apoyó a Jong Dae con lo que había hecho.

Objetivo: MasculinidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora