XL

797 107 8
                                    

Debido al alboroto que surgió a mitad del juego, le dieron un cierto período de tiempo a cada equipo para que puedan volver a ponerse en formación y se concentren únicamente en jugar limpio. Ya que, esta vez, pondrían mejor vigilancia en las maniobras que vayan a realizar para cerciorarse que ningún equipo ande rompiendo reglas y la competencia se realicé como debía ser; dando por justo campeón a quien se lo merecía.

Cuando Yi Fan dio la orden que dos jugadores acompañen a Jong Dae hacia la enfermería, su primera opción fue Baek Hyun, pero, al no verlo en la banca y por ningún sitio, otra persona tuvo que tomar su lugar. Aunque, eso no evitó que comenzará a tener un mal presentimiento. Y ante esa sensación, tuvo que pedirle a Won Sik que lo sustituya para guiar a los jugadores mientras él iba a buscar a Baek Hyun por los alrededores.

Fue a cierta distancia del campo, no menos de catorce o quince pasos, que se percató de una silueta que caminaba lento; arrastrando los pies con las pocas fuerzas que prevalecían en él para llegar hacia algún punto. Mientras más observaba a esa persona acercándose, comenzó a reconocerlo, quedando impresionado por el estado en el cual se encontraba y sin ni siquiera poder ser quien vaya primero a socorrerlo. Pues, apenas intentó salir de su asombro, vio una sombra pasar rápido por su costado, dejándolo ver la amplia espalda de su hermano menor al correr.

Chan Yeol estuvo siguiendo a Yi Fan por notar que parecía estar un poco fuera de sí, con cierta preocupación en mente, sin tener conocimiento que, así como su hermano mayor, verían a Baek Hyun estar malherido, con las prendas arrugadas y caminando con las fuerzas que aún le quedaban. Se apuró en llegar directo a él y mirarlo con suma preocupación y un imparable enojo que no podía ocultar por quienes fueran los causantes de aquel hecho. Ni siquiera aquella débil sonrisa que le mostró Baek Hyun consiguió apaciguar esa sensación que crecía en su interior.

—Perdóname, Chan Yeol —transmitió con una voz débil en cuanto se encontró con su mirada, mientras daba presión contra su estómago con un brazo por tener hincones de dolor en aquella zona.

—¿Qué te sucedió? ¿Qué pasó, Baek Hyun? —comenzó a cuestionarlo angustiado y sin prestarle atención a lo que él decía. Su mirada no dejaba de recorrer su rostro, quedando su vista bien clavada sobre aquel labio herido que tenía sangre seca a través del corte que se produjo por un fuerte impactó, eso intuyo.

—Perdón... —volvió a repetir.

—¿Quiénes fueron? ¿Quién te ha hecho daño? —con solo preguntar, Chan Yeol empezó a fruncir más su ceño y endurecer sus nudillos por el enojo seguir aumentando en sí.

—N-no pude... No pude salvarla...

La voz de Baek Hyun comenzó a coger un nudo que le hacía complicado explicarse; por lo cual, tuvo que respirar y relajarse para extraer fuerzas de comunicarse con claridad.

—¿Salvar? —mencionó, confundido—. ¿Salvar a quién? —completo su pregunta.

Baek Hyun apartó su mirada de él al no poder contenerse, el sentimiento se mostró más fuerte, además que no supo si era por el dolor en su cuerpo o por las palabras que iba a soltar a continuación, cuando hizo tal referencia sintiendo un sabor agrió instalarse en su boca. Era demasiado confuso, complicado de procesar en el momento y dando por concluir la balanza hacia el dolor que estaba padeciendo por los golpes que había recibido en el cuerpo.

—A tu novia, Chan Yeol —respondió, finalmente—. No pude salvar a tu novia —se mostró con el corazón acongojado, con una mirada de culpabilidad y con cierto temor que Chan Yeol se molesté con él por no haber dado lo suficiente.

—Joy... —pronunció despacio, entre un susurro, siguiendo confundido y con pesar por observar a Baek Hyun sentirse responsable.

En minutos, esa molestia que sentía en su ser comenzó a difuminarse en aquel momento, porque viendo la situación, no pudo controlar aquel sentimiento que surgía por Baek Hyun y tuvo mayor alcancé para tomar dominio sobre él cuando causó mover sus brazos hacia el cuerpo ajeno por hacerlo mediatamente impactar con el propio tras tomarlo de la nuca y espalda baja y poder transmitirle con aquel afecto que no se encontraba enojado por lo ocurrido, sino todo lo contrario, que no debía sentirse culpable y que podía estar seguro que hizo todo lo posible por ayudarla.

Objetivo: MasculinidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora