Las manos le temblaban. Se encontraba sudando. Era notable en su zona T; frente, nariz y mentón. Más no tenía olor. Pues a la justa y alcanzaba con recobrar el aliento. El aire a su alrededor se hacía pesado. Su ritmo cardíaco subía y bajaba. ¿Por qué se hallaba tan nervioso? Cierto. Al fin iba a suceder ese encuentro que estuvo insistiendo por días; poder hablar con Yi Fan.
Jong Dae había hecho su parte, con distraer a Chan Yeol y hacer que dejara un rato a solas a Yi Fan para que así Baek Hyun pueda cruzarse en su camino. Él se encontraba en ese lugar donde se vieron por primera vez. Donde la única máquina expendedora se hallaba.
Pero en su trayecto, comenzó a surgir esa sensación, esos irremediables nervios, que por más que trataba de esfumarlos, permanecían con él, ganando más fuerza.
Encima las palabras de Jong Dae empezaron hacer presencia, como eco en su cabeza «te gusta», «te está empezando a gustar», «te gusta Kris, Baek Hyun» se repetían una y otra vez, agitando a su corazón, produciendo que se lamiera los labios y buscando obtener aire por lo abrumador que se volvía cada vez más el ambiente. Chen está equivocado, se decía, Chen se está equivocando. No es verdad. No es cierto. Baek Hyun lo negaba todo. Rechazaba cualquier posibilidad. Sin embargo, se golpeó terriblemente con la realidad cuando dejó de tener la mirada sobre el suelo para observar al dueño de la sombra que empezó a notar en su camino.
Su mirada se quedó pegada a la imagen de esa persona. Era como si fuera un imán y no podía dejar de sentirse atraído por ese pedazo de metal. Estaba padeciendo de un impacto que no creía que pudiera ser cierto. Su corazón latía con fuerza. Temía incluso ser oído por él. Su cuerpo se puso más nervioso de lo normal. Su boca se encontraba entreabierta. Y no podía dar otro paso más. La distancia de ocho pasos que los separaba la sintió suficiente. No deseaba estar tan cerca. No cuando se encontraba de esta manera.
Se quedó en silencio observando a Yi Fan con la espalda apoyada contra una pared y de brazos cruzados en posición de estar esperando. Tuvo suerte que no se diera cuenta de su presencia por estar distraído mirando cualquier punto fijo. Tal vez, se encontraba perdido en sus pensamientos. ¿Qué estará pensando?
Por su situación, Baek Hyun se repetía que no podía hacerlo, no en ese estado, debía calmarse o al menos volverse a preparar por lo menos. Si esta oportunidad se hubiera presentado cabía una próxima, ¿verdad? ¿O esta era la única oportunidad de su vida? Tanto que pensar y con tan poco tiempo. Decisiones rápidas a tomar. Porque salir huyendo como un cobarde no podía suceder. Él no iba a volver hacerlo. No iba a huir. Aun si el temblor en sus piernas le convenciera de ser lo mejor; el dar media vuelta y echar a correr.
No obstante, su tiempo se acabó, un paso en falso lo delató, haber hecho el intento siquiera por retroceder causó lo que tanto temía y debía enfrentar; tener de pronto la mirada de Yi Fan sobre él.
Aquel muchacho de cabello rubio instantáneamente mostró sorpresa pues sus órbitas se ampliaron, su boca estaba en una perfecta "o" y sus brazos lentamente deshicieron su postura para quedar a cada lado de su cuerpo en un estado relajado. Se podía sentir la tensión en el ambiente. Ahora sí se podía decir que eran los únicos en ese momento. Sin nadie alrededor que hiciera interrupciones. Sin nadie que pueda auxiliarlos. Eran solo ellos, con rostros sorprendidos, el silencio reinando y con mucho que decir y a la vez dudando de si hacerlo. Porque volver a intercambiar palabras podía desencadenar el hecho de no haber retorno y que huir ni siquiera cabía en la posibilidad de librarlos de esas emociones que flotaban en el aire.
—Baek Hyun...
Aun si su nombre sonará bajo, Baek Hyun había leído sus labios, sabía que lo estaba llamando.
ESTÁS LEYENDO
Objetivo: Masculinidad
Teen FictionByun Baek Hyun está cansado de ser calificado como un chico delicado y femenino; por lo cual, decide hacer amistad con los dos hermanos más populares del club de baloncesto: Yi Fan y Chan Yeol, para aprender a ser tan masculino como ellos. Aunque no...