XXXII

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Se quedó mirando a su hermano menor marcharse, teniendo ese impulso de seguirlo, pero, al saber que girando el rostro hacia el otro lado lo esperaba Baek Hyun sosteniendo un paraguas, lo colocaba en un debate. Donde la balanza finalmente se inclinó a cumplir el favor que le pidió Chan Yeol. Hablar con esa persona.

A medida que arrastraba los pies a encontrarse más de cerca con Baek Hyun, comenzó a padecer de remolinos en el estómago y oleadas de emociones recorrerle donde el sentimiento de estar completamente decepcionado de sí mismo era presente, a consecuencia de las actitudes que mostró y del gran problema en el que había metido a dos personas.

Habló con uno de los implicados hace minutos y estaba a punto de hacerlo con el siguiente sabiendo que debía respetar la decisión que fuera a tomar. Era su derecho. Podía hasta odiarlo y era lo justo. Aunque, una de parte de él, esperaba no recibir ese sentimiento en respuesta.

Era consecuente que tardó en darle la cara a Baek Hyun pero cómo mirarle a los ojos después de haber sido rechazado de su parte. Yi Fan sabía lo que era él rechazó solo que no de aquel tipo donde tenga un sentimiento por dicha persona que lo llevó a refugiarse en sí mismo. Que no pueda incluso controlarse. Siendo llevado a la deriva como un barco en alta mar. Las olas de la indiferencia eran más fuertes que él y actuar normal solo desencadenaba en comportarse como un desconsiderado y sin importarle lo que otros puedan pensar.

Este sentimiento era tan inexplicable para él que la única persona que podía darle respuestas era la misma persona a la cual había hecho daño. ¿Por qué no se atrevió a conversar con Chan Yeol desde un principio? ¿Por qué no aceptó recibir su ayuda? Ahora todo eso solo quedaba en el pasado. El presente que había forjado era más terrible de lo que estaba padeciendo encerrado en sí mismo.

Un dolor de cabeza.

Un jodido dolor de cabeza era esta situación.

Si hubiera tenido valentía desde un comienzo, posiblemente estos errores no se estarían haciendo presentes. Si las fuerzas para darle la cara a Baek Hyun hubieran sido más insistentes, no estaría ahora recibiendo una mirada dura de su parte que le señalaba lo tan jodido que estaba.

Aproximadamente, estuvieron por un par de minutos mirándose sin soltar palabras. Era como si la mirada del otro fuese suficiente para dar a entender la gravedad del asunto.

En todo este tiempo que Yi Fan conoció a Baek Hyun, nunca vio esa mirada de su parte, esa mezcla de decepción y enojo a través de sus ojos que hacían el agarré en el paraguas más firme, pese a que, tuvo la consideración de cubrirlo para que no luciera tan empapado de lo que ya estaba. Aunque la diferencia era tan nula. Estaba mojado y a punto de sufrir algún colapso por el frío que recibía de su parte. ¿En qué momento se volvió tan vulnerable? Maldecía el clima. No esperaba tener una conversación con Baek Hyun en medio de la lluvia. Donde se podía apreciar el clima ir a juego con su pésimo humor.

Entonces, supo que era momento de pedir las disculpas respectivas del caso y recibir una buena jalada de orejas aparte de ser dado por el culo.

—No sé cómo debería empezar... —expresó, primeramente—, porque hay tanto de qué hablar y no sé por dónde debería partir. Tal vez, con pedirte perdón por todo lo que está sucediendo.

Como si pedir perdón fuera suficiente para el gran alboroto que había causado en la casi tranquila vida de Baek Hyun. Nadie le reprochaba, pero... Pedir perdón era poco. Eso pensaba Yi Fan aprovechando el silencio en respuesta de Baek Hyun, quien solo suspiraba y buscaba suavizar las facciones en su rostro.

—Está bien, puedes... —Y antes de precipitarse con aquella opción, frunció sus facciones, por el hormigueo que percibió en su nariz y causó en segundos hacerle estornudar. Siendo el primero de varios que vinieron después.

Objetivo: MasculinidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora