—¿Kris...?
Oyó dudosamente una voz entre sueños. Parecía oírse tan cerca. De un modo, tan real. Tal vez no se encontraba soñando. Alguien lo llamaba. Era un tono poco reconocible, pero, algo le decía que esa voz la había escuchado antes.
—Kris...
Y se volvía a repetir, como un eco que zumbaba dentro de sus oídos sin cansarse y hacerle finalmente reaccionar en cuestión de minutos para ser recibido con un fuerte malestar en la cabeza que le hacía gruñir silenciosamente mientras movía una mano hacia el área que más le ardía para comenzar a tocarse y cerciorarse que su cuero cabelludo se encontraba pegajoso. Untado de un líquido que lo hizo abrir pesadamente los párpados para saber de qué se trataba.
En un principio su vista fue borrosa, viendo manchas y dándole forma, justamente cogiendo la figura de cierta persona que se daba a raíz de seguir oyendo esa voz en su cabeza. Cuando la imagen comenzó a coger mayor color y dar por fin un rostro, no pudo contener su impactó y dar pronto con abrazarlo. De lo que se encontraba sentado en el suelo, se levantó como pudo para estar de rodillas abrazando a la otra persona que tenía cerca.
—Pat...
Soltó un susurró cerca a la oreja de aquel individuo que se mantenía en silencio por tal vez estar confundido e impresionado por este suceso.
—Pat...
Volvió a repetir, con un tono de melancolía y una pesadez en el pecho que lo ponía intranquilo. Porque esto se sentía tan real. No un sueño. Y... Por más que quiso creer lo que sucedía, dentro sabía, que no podía ser posible.
Tal vez el golpe en su cabeza por unos minutos lo aturdió y lo hizo ver algo que no podía ser real ya que, el silencio por parte de la otra persona comenzó a apartarlo para nuevamente verlo al rostro y cerciorarse que la imagen que vio en un principio empezó a distorsionarse para mostrar el verdadero rostro de la persona que realmente le hacía compañía.
Un muchacho más joven que él, de mirada adormilada, rostro ovalado, cabellera de un color chocolate, de nariz perfilada y unos labios un poco abultados se encontraba frente a él también examinando sus rasgos.
—¿Quién eres?
Yi Fan de mostrarse confundido pasó a fruncir el ceño y estar desconfiado cuando se colocó de pie.
—¿Dónde estoy? ¿Qué diablos hago acá? Porque mis dedos... —hizo silencio al mostrar una mueca de dolor debido a ese quisquilloso sentir en su cabeza. Ahora que había visto sus dedos, se dio cuenta que aquel líquido se trataba de sangre. Su sangre provenía de una herida que se le había hecho—. Oh... Mierda —maldijo, una vez comenzó a recordar cómo pudo haber sucedido.
—Pensé que ibas a morirte —soltó la otra persona con cierto alivio de que no fuera así.
Yi Fan alzó su mirada para verlo.
—Ser golpeado en la cabeza por una sucia rata no va a matarme.
—¿Sucia rata?
—¿Acaso no trabajas para ellos?
—¿Trabajar?
—¿Dónde está? ¿Dónde está ese idiota? —Yi Fan comenzó a moverse por el lugar para llegar hacia la puerta y empezar a golpear fuertemente con sus palmas—. ¡Abran la puta puerta de una vez! —exigía.
—Espera, espera... —trató de detenerlo cuando se le acercó—. Vas a hacer que nos maten a los dos —le avisó al tirar de su hombro para que le hiciera caso y se detuviera.
—¿Qué carajo crees qué haces? —Yi Fan no iba a dejarse mandar por un chiquillo con el cual compartía una escasa diferencia de cinco centímetros de altura—. No me importa si trabajas con ellos o eres un puto rehén. Yo solo necesito salir de este lugar y darle su merecido a alguien. Así que, no interfieras.
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Objetivo: Masculinidad
Teen FictionByun Baek Hyun está cansado de ser calificado como un chico delicado y femenino; por lo cual, decide hacer amistad con los dos hermanos más populares del club de baloncesto: Yi Fan y Chan Yeol, para aprender a ser tan masculino como ellos. Aunque no...