Había dado un millón de vueltas en la cama.
No era como si tratara de dormir, solo no encontraba una manera de convencer a Lauren de quedarse.
De todas formas no era ella la que debía irse.
Me buscaban a mí, me necesitan para irrumpir en las puertas del reino.
Si tan solo hubiera obedecido a Serafín...
Suspiré, girando para mirar la hora en el despertador de Dinah.
3:20 am. ¡Era una tortura!
Salí de la cama, me coloque unos tenis y tomé una chaqueta, haciendo el menor ruido posible para no despertar a Dinah.
Caminé por el pasillo, pasando por la habitación de Lauren. Me detuve un momento, insegura de si debía llamar para hablar con ella pero al final lo descarte. Seguí caminando hasta llegar a las escaleras que me conducían a la terraza del edificio.
Hacía algo de viento, pero lo ignoré en cuanto mi mirada se encontró con las estrellas.
Me gustaba creer que cada estrella era algo así como un ángel guardián. Me gustaba creer que los humanos saben que existimos, que los protegemos y que siempre estamos junto a ellos, al igual que una estrella. Aun cuando el día los oculte, ellas siguen ahí.
-Me encanta tu valentía.- una voz a mi espalda me sacó de mis pensamientos. –Ahora sabes que un ejército viene tras de ti y decides tomar aire en el lugar más inseguro del campus. Probablemente más de uno ya hubiera acabado contigo.- No lo había pensado, pero ella tenía razón.
Vi que tenía una manta entre sus manos. Miré cómo se sentó en medio de la terraza y se colocó la manta por los hombros pero levanto uno de los extremos esperando que me uniera a ella. Lo hice recibiendo su calor de forma agradecida.
Volví la mirada a las estrellas antes de preguntar.
-¿Eras buena conquistándome?-
-¿Qué?- preguntó confundida en medio de una sonrisa.
-Ya sabes, en nuestras vidas pasadas, ¿fuiste buena conquistándome?-
-Tenía mis encantos.- respondió manteniendo su sonrisa.
-Cuéntame cómo lo hiciste.-
-Las mejores siempre fueron a través de bromas. Eso definitivamente te enamoraba.-
Esta vez yo sonreí.
-¿Puedo verlo?-
-¿Mis recuerdos?-
-Sí. Muéstrame tú favorito.-
La vi mirar las estrellas por unos segundos, como decidiendo cuál era su preferido. Luego volvió a mirarme.
-Mi favorito fue una apuesta.-
-¿Qué apostaste?-
-Que te enamorarías de mí.- su sonrisa no pudo ser más grande y engreída. Sonreí confiada en que mi otra yo no se lo dejó tan fácil.
-Quiero verlo.-
Esta vez no dudó demasiado, tan solo extendió su mano y yo no dude en aceptarla.
Lentamente las estrellas se hicieron borrosas y todo a nuestro alrededor empezó a cambiar. Como si cambiáramos de escenario.
Llegamos al recuerdo justo cuando un hombre salía de lo que parecía un salón de clases con su teléfono en la mano.
Me concentre en el lugar para ver a mi otra yo hablar con la otra Lauren. Giré para ver a Lauren a mi lado, con una sonrisa en su rostro.
"Estas a punto de estallar" dijo segundos antes de que mi otra yo hablara con enojo.
ESTÁS LEYENDO
Siempre tu
Fanfiction¿Qué pasaría si te enamoras una y otra vez de la misma persona? ¿Una y otra vez en... cada vida? Creo firmemente que algunas personas están destinadas a conocerse, a encontrarse a pesar de las circunstancias, algo así como el mito del Hilo Rojo pero...